A los españoles les preocupa mucho precio de la gasolina y poco la movilidad
Las preocupaciones de la gente en cuestión de movilidad están muy alejadas de los planteamientos del Gobierno. Mientras que el Ejecutivo centra su discurso en la sostenibilidad y la electrificación como único remedio, los ciudadanos siguen pensando en comprar coches de combustión y lamentándose por el precio de la gasolina y el diésel. Esta y otras conclusiones se desprenden del informe elaborado por la agencia de asuntos públicos y comunicación BeConfluence, en colaboración con Pons Mobility, tras analizar datos que han dejado nada menos que 9,5 millones de personas rastreadas en 2021 y 2022, gracias a sus búsquedas, interacciones en redes sociales y visitas a webs.
Toda esta información permite realizar una ‘radiografía’ perfecta de las actuales preocupaciones de la ciudadanía en todo lo referente a la movilidad y el transporte. Un ránking encabezado por los precios de los carburantes, seguido de las las restricciones de movilidad a los coches en las ciudades por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), las dudas sobre qué tipo de vehículo de comprar, las sanciones administrativas, o qué ocurrirá con los vehículos con muchos años. La sostenibilidad apenas aparece en las búsquedas, pese al tsunami informativo y los esfuerzos del Gobierno por centralizar el debate en este aspecto.
Sólo el 22,9% de los 9,5 millones de españoles rastreados realizaron búsquedas en los dos últimos años sobre asuntos relacionados con la movilidad sostenible. Y apenas el 9,9 ha expresó interés o preocupación sobre aspectos de la movilidad alternativa, como patinetes o bicicletas. En este momento, unas 850.000 personas buscan información cada mes sobre la movilidad, fruto de una tendencia que viene en ascenso: entre 2017 y 2021, la subida fue del 22,3%. Y en 2022, el crecimiento fue del 11%.
El coche de combustión sigue siendo el más buscado
El estudio pone de manifiesto la gran brecha existente entre las pretensiones de los estamentos oficiales y las necesidades de la ciudadanía. Mientras que los ejecutivos hablan únicamente de vehículos cero emisiones y centran las ayudas públicas en este sector, los usuarios apenas pueden optar a la compra de un coche mucho más barato y funcional como es el de combustión. Y con el miedo añadido de que pronto puedan quedar inservibles para entrar en las ZBE si no tienen la pegatina de la DGT adecuada para ello.
Pese a ello, el 42,7% de los españoles centra sus búsquedas en vehículos de combustión, frente al 19,5% que lo hace en eléctricos, el 18,4% en bicicletas y el 11,9% en patinetes eléctricos. Aunque la búsqueda de modelos de combustión representa el doble que los eléctricos, la realidad es todavía más dispar, puesto que tan sólo un 9,63% de los vehículos matriculados en 2022 tenía la Etiqueta Cero de la DGT (eléctricos e híbridos enchufables), de los que los eléctricos puros apenas llegaban llegan al 4 %.
El precio de la gasolina es la principal preocupación
En lo referente a transporte particular, los temas más buscados siguen siendo: el precio de la gasolina (18,5%), las dudas sobre si es obligatorio un coche eléctrico en la ciudad (14,9%), qué tipos de vehículos pueden circular por determinadas ZBE, restricciones de movilidad o el coste del mantenimiento de un vehículo en los próximos años. Como se aprecia, todas las búsquedas giran en torno al coche de combustión y su utilización.
Otras preocupaciones de los usuarios privados son el robo de vehículos (19,4%), la falta de puntos de recarga para los eléctricos (16,9%), las nuevas leyes de tráfico, las multas, los atascos o los problemas de aparcamiento. De nuevo no aparecen entre las mayores preocupaciones lo relacionado con la sostenibilidad y la única referencia al coche eléctrico pone de manifiesto una de sus principales debilidades: la infraestructura de carga.
Para la directora general de BeConfluence, Rosa Gómez-Acebo, este estudio demuestra que “se imponen las preocupaciones del día a día de ciudadanos y empresas, lejos de temas de debate de la agenda oficial: preocupación por los precios de los carburantes, las restricciones de movilidad a los coches en las ciudades, dudas sobre qué tipo de vehículo de comprar y preocupación también por las sanciones administrativas o qué ocurrirá con los vehículos con muchos años”.
Ramón Ledesma, consejero asesor de Pons Mobility, opina por su parte que “2023 es ya el año en el que la movilidad será uno de los centros del debate público a nivel social y político. Las restricciones al automóvil, el pago por uso y las nuevas formas de movilidad exigirán a las Administraciones una estrategia muy bien definida y la redacción de un marco normativo claro yhomogéneo”.