El futuro de los aviones puede ser el hidrógeno
El transporte está en el punto de mira de Europa como principal foco de las emisiones culpables del calentamiento global y el cambio climático. La transición a la electromovilidad privada, con el goteo constante de novedades eléctricas y planes de ayuda para la compra, es solo uno de los frentes abiertos, pero hay más. Los vuelos en avión también deben cambiar y el hidrógeno es una alternativa en la que trabajan muchos fabricantes, así como otros tantos constructores navales. En España, se ha creado un consorcio liderado por ITP Aero que busca desarrollar el primer motor de avión propulsado por hidrógeno y pretenden realizar las primeras pruebas en 2025.
En Australia también quieren que sus aviones vuelen sin contaminar y la compañía Aviation H2 voló con éxito su ave sostenible este 2023. Un hito que también alcanzaron en el Aeropuerto Internacional del Condado de Grant los de Universal Hydrogen, completando así un primer vuelo de un avión regional de 40 pasajeros propulsado por una pila de combustible. Fue el 2 de marzo de 2023.
Primeros vuelos en España
De este modo, el ZeroAvia ZA600 es capaz de impulsarse con 600 kW de potencia eléctrica para completar vuelos regionales pequeños, de 9 a 19 pasajeros, y rutas de menos de 500 kilómetros. Una distancia suficiente para completar las rutas entre las Islas, por lo que el operador Surcar Airlines ha firmado un acuerdo para adquirir esta tecnología.
Tranquilos aquellos que han entrado en pánico al pensar que su vuelo en las Islas Canarias es de este tipo, todavía falta mucho. Dicha compañía requiere todavía de la certificación del motor, por lo que hablamos de mínimo dos años de papeleo, pruebas y comprobaciones de todo tipo.
Pero no tenemos que ir a la otra punta del mundo para ser testigos de este importante avance, ZeroAvia lo ha conseguido también en las Islas Canarias. La compañía completó un programa completo de vuelos de prueba con los hidroaviones ZA600, que cuentan con bloques eléctricos que recurren a la energía que concentra en las celdas de combustible y que dan vida a los motores que giran las hélices de la aeronave.
En este tiempo, debe mejorar la infraestructura para el transporte y la conservación de los depósitos de hidrógeno. Su tamaño y la complicación que implica su almacenamiento siguen siendo puntos débiles de esta alternativa a la electrificación mediante baterías, una tecnología que Toyota trabaja desde hace décadas y que mantiene como el futuro realista de la movilidad sostenible.