Abarth 500e: Un aguijón electrificado

Abarth es una de las marcas de automóvil que, posiblemente, mejor definan “La Dolce Vita” italiana. Estilo, atrevimiento, elegancia, nuevas experiencias, son algunos de los adjetivos que remarcan esta estrecha relación entre un vehículo y un estilo de vida.

La firma italiana se aventuró con la edición especial “Scorpionissima” para dar el salto a la electrificación, y las 1949 unidades exclusivas tardaron un suspiro en comercializarse. Ahora, el escorpión de Abarth amplía su familia, pero lo hace de forma sencilla, sin complicaciones y, sobre todo, haciendo fácil la elección de los clientes. Un coche, una motorización, dos acabados, cinco colores y paquetes cerrados. Lo fácil es mucho más atractivo.

Hace pocas semanas, nuestra compañera Mª Ángeles Pujol os descubría los secretos del coche tras su presentación estática. Pero hoy, hemos tenido la oportunidad de ponernos al volante, y recorrer las reviradas carreteras de las Rías Baixas, en donde pudimos exprimirlo y sacar lo mejor del escorpión.

La simplicidad que Abarth quiere aplicarle a su gama hizo muy sencilla la elección del coche que probamos. La duda era elegir entre un coche azul claro, o amarillo, aunque ahora incluyen tres colores más, blanco, negro y rojo. Como somos atrevidos, nos decantamos por el amarillo con placas de matrículas italianas, y como os podéis imaginar fuimos el centro de atención por cada pueblo que pasábamos. Además, nos pusimos a los mandos de la versión “Turismo”, que es la cima de la nueva gama. Un modelo que, por encima de todo, destaca por el ruido. Si, es un coche eléctrico, y hace ruido, y menudo ruido.

Este nuevo Abarth incluye un generador de ruido que, la verdad, nos hace olvidar completamente que estamos a los mandos de un vehículo ciento por ciento eléctrico. Es un sonido agudo, potente, de un motor térmico gasolina de alta potencia, lo que transforma nuestras sensaciones y nos predispone a disfrutar.

Exteriormente el nuevo Abarth 500e es un coche pintón, de dimensiones reducidas, pero con un marcado carácter deportivo, algo que se remarca con las nuevas llantas que incorpora. Estas sensaciones se trasladan al interior, con unos asientos deportivos que incluyen dobles costuras. La pantalla táctil ha crecido, hasta las 10,25 pulgadas, lo que permite ahora disponer de una visión clara y nítida, tanto del navegador como de todo el infoentretenimiento del sistema. Y todos ellos con un sistema JBL de audio, que nos permite disfrutar al máximo de nuestra música preferida.

Una vez adaptados al vehículo, nos ponemos el cinturón de seguridad, arrancamos y pulsamos el botón D, del cambio automático, que está situado en la parte alta de la consola central. El sonido enlatado nos hace duda de si verdaderamente estamos al volante de un coche eléctrico, pero las sensaciones son de que estamos conduciendo un vehículo de altas prestaciones.

En carretera, el nuevo Abarth 500e se comporta a las mil maravillas. Sus reducidas dimensiones nos permiten colarnos por cualquier sitio. La potencia del vehículo la conseguimos desde el primer instante lo que, unido a su reducido peso, hace que de la sensación de que estamos ante un vehículo de más de 155 CV de potencia. Cierto es que cuando abandonamos la ciudad y enfilamos la carretera, el sonido artificial se hace demasiado intenso, por lo que es una buena opción desconectarlo, algo que se puede hacer desde los mismos mandos del volante.

Las reviradas curvas de la subida al Monte Santa Tegra, fue un exigente banco de pruebas para ver la maniobrabilidad de este Abarth 500e, y lo cierto es que la prueba la superó no una buena nota. El vehículo entraba bien en las curvas, firme, sin sustos, lo que nos permitió ir cogiendo poco a poco más y más confianza con él.

Ofrece una autonomía de 250 kilómetros, y la verdad es que puede dar la impresión de que es algo escasa, sobre todo teniendo en cuenta que es un vehículo que no lo vamos a conducir de forma “normal” y al que le vamos a exigir al más. No obstante, “La Doce Vita” también exige sufrimiento, y que todos los males sean estos. Además, está equipado con el sistema de carga rápida de 85 kW, con lo que, con cinco minutos, tendremos la carga necesaria para el día a día, unos cuarenta kilómetros. Y si queremos más, en treinta y cinco minutos habremos logrado el 80% de carga de la batería.

Otra de las cosas a su favor, es el precio. La versión hatchback, la de entrada, la podemos conseguir por 27.500 euros, campañas incluidas, y lo cierto es que se coloca en un umbral ideal para un vehículo de culto y, sobre todo, exclusivo. Si nos vamos a la versión superior, la Turismo, deberemos sumarle tres euros. No cabe duda de que el precio es otro atractivo para este escorpión.