Abarth busca 'la adicción' con el 595 Scorpioneoro y el Monster Energy Yamaha
La marca italiana del grupo FCA lanza dos ediciones especiales del 595 con paquetes estéticos específicos.
Pequeño (de momento), pero matón. Abarth acaba de presentar dos series especiales de alto voltaje, adictivas, si cabe: El 595 Scorpioneoro y el 595 Monster Energy Yamaha, inspirado en la actual YZR-M1 de MotoGP.
Las buenas noticias son fantásticas si llegan de dos en dos, ¿No os parece? Eso mismo habrán pensado en Abarth, que no satisfechos con presentar la edición limitada Abarth 595 Scorpioneoro se lanzan a la piscina con la edición especial 595 Monster Energy Yamaha.
Dos caras diferentes pero con el mismo espíritu gamberro y explosivo que caracteriza a los pequeños, pero gigantes, bólidos de la firma del escorpión. Ambos comparten el motor de 165 CV capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros hora en 7,3 segundos gracias a su excelente relación potencia-peso de 6,5 kg/CV.

Reluciente oro
El Abarth 595 Scorpioneoro conquistará a los conductores más exquisitos y puristas, aquellos que busquen un coche de uso diario alejado de lo establecido. Despertarse cada mañana con una pieza de colección, ese debería ser el objetivo del comprador. Y no es para menos. Esta serie especial Scorpioneoro cuenta con una placa numerada en su cabina y decenas de detalles exclusivos que lo harán único.


De la parrilla a la calle
Abarth y el equipo Yamaha de MotoGP unieron sus caminos en 2015, año del lanzamiento del 595 Yamaha Factory Racing Edition. En 2017 repitieron con la edición limitada Abarth 695 XSR Yamaha y, este difícil 2020, vuelven a la carga con un “impulso energético” extra gracias a la colaboración de Monster.Tres firmas que comparten un espíritu competitivo, divertido y gamberro, de fuerte carácter y pocos remilgos. Elementos que se han inyectado en una carrocería de sobras conocida por su irreverencia e inconformismo, que monta el bloque 1.4 T-jet de 165 CV y 230 Nm de par máximo. El comprador puede combinarlo junto a una caja de cambios manual o una transmisión automática secuencial robotizada, con levas de cambio opcionales.

Tras el volante achatado, inspirado en las carreras, sentiremos la más pura expresión de la deportividad. Gracias al botón Sport, que modifica la entrega de par, la dirección, la suspensión y el sonido de los escapes Record Monza con válvula activa, podremos convertir a este modelo de diario en un auténtico kart. El sistema de frenado ha sido diseñado en exclusiva para Abarth y cuenta con discos de ventilación de 284 mm para las ruedas delanteras y 240 mm para las traseras. Gracias a la suspensión trasera Koni, con amortiguación selectiva, nos aseguramos un paso por curva estable y aplomado.

Ah, lo de pequeño (de momento) lo ha dicho hoy mismo Luca Napolitano, responsable de las marcas Fiat y Abarth de FCA para Europa, Oriente Medio y África. Preguntado por nuestro compañero Xavier Pérez por si la marca iba a crecer a otros segmentos, el responsable de Abarth no quiso esconderse: “La filosofía, el ADN de Abarth siempre se ha basado creando un producto sobre otro producto, pero también te digo: ¿Porqué no?. Podríamos no limitarnos al 500 y en el futuro buscar otras carrocerías, repito ¿Porqué no?".