Audi amplía su abanico eléctrico con el A6 e-tron
Ofrece más de setecientos kilómetros de autonomía, lo último en iluminación y confort y, por primera vez entre los e-tron, dos alternativas de carrocería: Sportback y Avant
Otra vez Audi ha escogido Canarias y, de nuevo, el sur de la isla de Tenerife, como plataforma de lanzamiento para uno de sus nuevos coches. Y qué coche: el A6 e-tron, una berlina ‘clásica’ premium, eléctrica por supuesto, y con una tecnología que, según versiones de carrocería, batería y motorización, le permiten ‘picar’ los 700 km de autonomía. Además, siempre podrá presumir de ser el primer e-tron en desdoblar su oferta en silueta Sportback y Avant y de suponer la despedida de un modelo tan emblemático como el A6 de los motores térmicos.
La suya es una gama muy rica en versiones. Por un lado, Audi ofrece siempre en ambas carrocerías el A6 e-tron de acceso con 326 CV de potencia y batería de 83 kWh brutos (75,8 netos) y con propulsión trasera. Desde el siguiente escalón, el A6 e-tron Performance de 381 CV, se emplea ya la batería de 100 kWh brutos (94,9 netos) que se repite en los modelos más prestacionales: el A6 quattro con tracción total y 462 CV y el S6 e-tron de 551 CV.
Probamos las versiones e-tron Performance y S6 e-tron y es obvio que si lo que se quiere es descargar adrenalina por etapas, hay que rascarse un rato más el bolsillo y aspirar al más deportivo. Son 551 CV usando el launch control y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos. Esta versión, en cualquiera de las dos carrocerías, tiene un reparto de par que da una mayor responsabilidad al tren trasero para que las sensaciones sean aún mejores. Sin embargo, uno de los componentes que Audi señala como clave para que ese ‘feeling’ sea sobresaliente es la puesta a punto del eje anterior.
Toda la gama tiene la característica de que los neumáticos traseros son más anchos para redundar en una mayor estabilidad. Es opcional, en cambio, la suspensión neumática adaptativa opcional con control electrónico y que regula la altura de la carrocería en cuatro niveles según el tipo de carretera.
En efecto, la dirección es precisa como un bisturí y la nobleza de las reacciones del S6 e-tron, total. Conducir una berlina –o bajarse de vez en cuando de un SUV– es como reconectar con la carretera y en esta versión se recibe mucha información al volante y el comportamiento en curva es digna (e incluso superior) al legado que deja el A6 térmico. Todo esto acompañado, si se activa el modo Sport, por un rumor que envuelve al conductor mediante los altavoces integrados en los asientos y que imita al de un motor térmico. Respecto a otros eléctricos, nos ha parecido más natural y, sobre todo, que acompaña fielmente a la presión sobre el acelerador.
El rey de la autonomía
Lo que hace muy interesante al A6 e-tron Performace –la otra versión a la que nos subimos– es que es el que saca un mayor partido a la batería en términos de autonomía. Con un consumo medio de 14 kWh/100 km puede alcanzar un radio de 753 kilómetros, una distancia mayor que el modelo base (que usa la batería ‘pequeña’ y alcanza hasta 597 km en la carrocería Sportback) ofreciendo además esa potencia de 367 CV que, créannos, le va fenomenal a este coche.
Es difícil escribir un contacto con un nuevo coche eléctrico con tantas versiones sin correr el riesgo de convertir el texto en una ensalada de datos. Aquí van más referentes a las baterías. Su tecnología de 800 voltios abre las puertas a potencias de recarga muy altas en corriente continua (hasta 270 kW); es así como el A6 e-tron Performance puede recuperar una autonomía de hasta 310 km en diez minutos. Esa es la otra gran ventaja de esta versión. Por tener más referencias, Audi anuncia que para las versiones de acceso con la batería de menor capacidad, en ese tiempo se puede recuperar hasta 260 km.
La frenada regenerativa de este vehículo permite recuperar hasta 220 kW y, según datos del fabricante, se encargan del 95% de los procesos de frenado. Es el eje trasero el que se encarga de las de menor intensidad y durante el trayecto más largo que nos llevó desde la base temporal de Audi en Costa Adeje hasta las faldas del Teide nos permitió ir y volver conservando aún alrededor del 60% de la capacidad de la batería. Eso sí, jugando siempre con los niveles de recuperación en dos etapas mediante las levas del volante y, en cuanto se daba la ocasión, con el selector del cambio en posición B.
Más pantallas todavía
El interior es delicioso. Heredero de las coordenadas de estilo, tecnología y ergonomía que estableció el Q6 e-tron, todo parece más envolvente. Más allá del tándem de pantallas que forman el cuadro de instrumentos virtual evolvente de 30,2 cm y el del sistema de infoentretenimiento de 27,7 cm, lo más llamativo es el que el copiloto también disponga de su propia pantalla, por ejemplo, para ayudar en la navegación o, si lo prefiere, ver películas o series en streaming activando el modo de privacidad.
La estratificación de los elementos del salpicadero, el inteligente contraste de acabados, la combinación de materiales y el aire moderno que se respira en todas las versiones va en sintonía con toda la gama eléctrica de la marca. La unidad S6 Avant equipaba los retrovisores exteriores virtuales de segunda generación que, una vez más, nos dejan fríos. No hay pantallas que aporten tanta información como un vistazo a un espejo ‘analógico’ cuando se buscan instintivamente ángulos fuera del alcance de la cámara. Es una certeza que se repite una y otra vez cada vez que conducimos una unidad con este equipamiento tecnológico. Hay una máxima a la hora de probar un coche según la cual cuesta nada acostumbrarse a lo bueno; en este sentido, subirnos después en el A6 e-tron Performance con unos espejos convencionales fue aún más revelador porque al maniobrar, en incorporaciones y un largo etcétera te da un plus de confianza y, lo más importante, seguridad.
El Head-Up display con realidad aumentada de segunda generación cuyos gráficos cada vez son más claros, más amplios y más útiles. También es alucinante el techo solar con cristal inteligente que se vuelve opaco de forma secuencial (cuatro preajustes) pulsando un botón. Tratándose de un coche eléctrico con una batalla de casi tres metros, el confort y el espacio interior está a un nivel inalcanzable para un A6 térmico. El maletero, por su parte, tiene 502 litros de capacidad en ambas versiones.
Comunicación coche a coche
Uno de los elementos que más y mejor definen al A6 e-tron es su tecnología de iluminación. Audi ha hecho de este componente uno de sus signos de identidad como fabricante y, para seguir marcando distancias, suele aprovechar sus grandes lanzamientos. El A6 e-tron estrena una nueva evolución de los faros Matrix LED (de serie desde el acabado S line) que, además de proporcionar una visibilidad extraordinaria en todo tipo de condiciones y vías, permite al propietario personalizar la firma lumínica.
Esa firma se genera mediante doce segmentos regulables. Esa adaptabilidad alcanza cotas aún mayores en las luces posteriores con tecnología OLED digital cuyos diez paneles con 450 segmentos son capaces de generar una nueva imagen varias veces por segundo. Gracias a esta funcionalidad se pueden escoger distintas firmas lumínicas y, lo más importante, aumentar la seguridad vial mediante la comunicación coche a coche. Los pilotos, mediante una serie de patrones lumínicos puede alertar a otros usuarios de la vía de accidentes y averías o, mediante la detección de proximidad, de un riesgo de accidente por alcance. También es muy característica de esta berlina de lujo la iluminación de los cuatro aros de la parte trasera que son de serie para todas las líneas de equipamiento.
Una aerodinámica sinigual en la historia de Audi
Hace tiempo que Audi se maneja bien en el pulido de la aerodinámica de sus berlinas. Vehículos como el 100 presumió a principios de los ochenta de un Cx de 0.30; el A6 e-tron se amolda al fluir del viento para rebajar ese coeficiente hasta el 0.21 en su versión Sportback y 0.24 para la Avant. Durante la presentación, el equipo de la marca puso especial énfasis en los bajos de la carrocería, en unos embellecedores de rueda y deflectores 3D optimizados para una y otra carrocería y en el carenado inferior que cubre batería, eje trasero y umbrales. El difusor trasero es real y cumple su función, pero buscando un compromiso entre generar carga y lograr un buen coeficiente. La trasera de ambas versiones están muy trabajadas, aunque para mejorar el flujo de aire, el Avant dispone de un spoiler extra en el difusor, deflectores laterales y un alerón en el borde inferior del techo. Las cortinas de aire del frontal, las tomas de aire activas, el diseño de las llantas y los citados retrovisores virtuales completan ese todo que convierte al A6 e-tron en el Audi más ‘aerofriendly’ de toda la gama.