Audi Q3, el SUV más deseado
El Audi Q3 S Line 35 TFSI es el equilibrio perfecto entre equipamiento y motorización
El Audi Q3 fue una auténtica revolución cuando llegó al mercado allá por 2011. Eran tiempos en los que los SUV comenzaban a tener un peso importante en el mercado, y fue un modelo que marcó toda una época. Era una combinación perfecta entre diseño, dimensiones y motorizaciones. Con el paso de los años, la carrocería ha sufrido algunas modificaciones, manteniendo el “original” como punto de referencia del mundo “Q”.
En esta ocasión hemos tenido la oportunidad de testar el Q3 S line 35 TFSI, y después de hacer cerca de mil kilómetros, podemos asegurar que es la opción más equilibrada para la mayoría de los conductores. Fundamentalmente por dos motivos. El primero de ellos es el equipamiento S Line, que le da a vehículo un carácter especial, deportivo, pero sin estridencias y con una enorme elegancia. El segundo motivo es el de la motorización. El propulsor de 150 CV de potencia, que va a unido a una caja de cambios DSG de seis velocidades forman un tándem perfecto de conducción, y eficiencia.
Este Audi Q3 cuenta con unas buenas medidas, 4,49 de largo, 1,85 de ancho, 1,59 de alto y una batalla de 2,68 metros. Unas dimensiones, habituales en un segmento C, que lo convierten en muy manejable, fácil de conducir y con un buen radio de giro de 11,8 metros. También cuenta con un buen maletero, que va desde los 380 hasta los 530 litros.
En lo que a diseño se refiere, no recurre a una acusada caída del techo lo que, en cierto modo, le imprime un carácter más pasional. La parte positiva es que los pasajeros de los asientos traseros no van a tener problemas con la caída del techo, pudiendo viajar de una forma cómoda. La zaga tiene una gran personalidad, aunque como ocurre con otros muchos modelos que hay en el mercado, no tiene salidas de escape. El gran portón nos permite un cómodo acceso al maletero, y el spoiler que hay en su parte superior acentúa su deportividad. La parrilla “Singleframe”, en color negro, destaca en el frontal del vehículo, con dos tomas de aire laterales que van a juego con la parrilla.
El acabado S line hace del interior de este Q3 un habitáculo en el que es muy fácil adaptarse a toda la tecnología que incorpora. Los característicos pespuntes en color rojo realzan un interior en donde destaca el volante achatado en su parte inferior, en donde se incrusta el logo “S”. Los asientos son confortables, y tanto para el conductor como para el acompañante, podemos regular el ajuste para los muslos.
Bajo el capó se aloja un motor de 150 CV, y tras la prueba está claro que sobra para mover este vehículo con 1.525 kilos de peso. En carretera su ritmo es alegre, pudiendo lograr consumos muy equilibrados como el que le hicimos con una media de 7,4 litros a los 100 Km/h. Evidentemente en ciudad este consumo aumenta ligeramente, pero sin desmelenarse.
La respuesta del motor es francamente buena, combinando a la perfección con el cambio S Tronic, que es muy rápido y agradable. Además, durante la conducción, podemos jugar con las levas que hay tras el volante, lo que puede hacer mucho más divertido nuestro viaje.
Tiene unas reacciones naturales y previsibles, lo que permite disfrutar con el en la carretera. Además, cuenta con una buena insonorización, lo que permite disfrutar al máximo con el sistema de sonido que incorpora.
No cabe duda de que Audi ha acertado de pleno con esta combinación entre un acabado deportivo (el S line) y el motor de 150 CV. Y es que no podemos olvidarnos, que la mayor parte de los conductores no necesitan más en su día a día. Para los más exigentes hay más potencia y equipamiento, pero eso ya es otra historia totalmente diferente.