Audi RS Q3 Sportback: ¿es mejor que un Formentor VZ5?
Probamos la variante más prestacional del Audi Q3, con el icónico motor de cinco cilindros y 400 CV que hereda el Cupra Formentor VZ5.
El Cupra Formentor VZ5 llegó al mercado como un golpe de efecto que nos dejó con muchas dudas. La firma de Martorell montaba bajo el capó de su superventas el famoso bloque TFSI de 2,5 litros y cinco cilindros de Audi. Los detalles estéticos y la presencia de carbono, se combinan a la perfección con los ajustes en el chasis, frenos de alto rendimiento Akebono y sistemas de vanguardia como el Torque Splitter. Todo ello heredado también de los Audi RS, pero por un precio menor. Las dudas no tardaron en hacerse obvias: ¿Qué justifica ahora la compra de un RS Q3? Lo comprobamos a los mandos de un Audi RS Q3 quattro Sportback.
En cuestión de días nos pondremos al volante de los Audi RS Q3 10 years edition, una edición limitada a 555 unidades que podremos probar en carreteras andaluzas. Esta versión estrena elementos decorativos y mejoras opcionales como los frenos carbocerámicos, asientos tipo backet y una velocidad punta de 280 km/h, entre otros elementos específicos. Os contaremos más tras la jornada de pruebas pero, por ahora, nos centraremos en los detalles que hacen al Audi RS Q3 uno de los SUV’s prestacionales más interesantes, divertidos y versátiles del mercado.
¿Qué diferencia al RS Q3 Sportback?
Los RS Q3 Sportback no son modelos de volumen, su compra responde a una necesidad emocional y pasional. Si te gustan los deportivos del aro, pero no quieres renunciar al confort y la comodidad de viajar en un SUV, esta carrocería cumplirá con tus exigencias más irracionales. Eso sí, siempre y cuando no estés pensando en ampliar la familia.
Como sucede en las variantes normales, el RS Q3 Sportback se caracteriza por una zaga de estilo coupé y carácter más deportivo. Esta silueta, que a mi parecer es todo un acierto estético, supone una reducción notable de la altura (45 milímetros) y del espacio para las plazas traseras. Si mides más de 1,80 m de alto llegas a rozar con la cabeza y la amplitud tampoco es de las mejores del segmento. A cambio, en el Sportback no pierdes capacidad de maletero, que se mantiene en unos considerables 530 litros con volumen para el equipaje de cuatro miembros.
El Audi RS Q3 fue el primer todocamino de la firma en adquirir las siglas de la máxima deportividad y, como tal, debe mantener el tipo. Para ello, lo dopan con ángulos más marcados y detalles que lo distinguen como el más potente. Eso sí, sin pasarse. Nos encontramos con una parrilla más grande y paragolpes de diseño específico, con tomas de aire de tamaño considerable y función de refrigeración.
En su vista lateral nos encontramos con unos pasos de rueda ensanchados (10 mm) y una altura respecto al suelo 10 milímetros menor, lo que concede más sensibilidad y una imagen deportiva. Las dos salidas de escape ovaladas, presentes en el difusor específico de mayor volumen, te sorprenderán con una melodía que parecía abandonada a su suerte. No sé cómo lo han hecho, pero este Audi RS Q3 suena de maravilla y supera la normativa.
El precio es la única desventaja frente al VZ5
El único problema para justificar la compra de un Audi RS Q3, frente a un Formentor VZ5, es el precio. Sin ir más lejos, el modelo probado luce un color Audi Exclusive que eleva su coste inicial en 6,425 euros. Las llantas de 21 pulgadas son de diseño Trigon de 5 brazos, acabados en gris Titanio mate con un precio de 1.395 euros y neumáticos 255/35 SportContact 6 de Continental.
En dos pasos del configurador alcanzamos los 89.145 euros de precio, junto al pack confort que incluye la cámara 360 grados y algunos detalles más de equipamiento. Además, nuestra unidad montaba los frenos de carbono de 6.350 euros, así que ya estamos rozando los 100.000 euros de SUV y los faros Matrix LED sin intermitentes dinámicos son 550 euros más.
El habitáculo destaca, como siempre en Audi, por los elementos integrados del salpicadero. Hablamos del sistema MMI Touch con pantalla central de 10,1 pulgadas e infoentretenimiento configurable. Para muchos puede ser una configuración anticuada, frente a los rivales que apuestan por una estructura flotante y minimalista. En mi opinión, es lo que hace a los coches de los cuatro aros diferentes.
Los asientos deportivos son de cuero napa RS, con un sobreprecio de 2.095 euros y el volante multifunción de tres radios es completamente circular, un punto a favor para muchos. Además, el botón RS se disimula muy bien entre los botones del sistema de infoetretenimiento así que, a simple vista, podría parecer un coche normal.
Un SUV de 400 CV
Pero de normal no tiene nada este Audi RS Q3 Sportback, empezando por el bloque de 2,5 litros de cilindrada y cinco cilindros que todavía conserva en su frontal. Ha sufrido algunos cambios respecto al anterior motor, con la culata y el propio bloque en aluminio para reducir en 18 kilogramos su dato en báscula. Eso sí, el peso final del RS Q3, es de casi 1.800 kilogramos y se nota.
Los datos de ese bloque se resumen en 400 CV de par entre las 5.850 rpm y 7.000 rpm junto a un par máximo de 480 Nm de 1.950 a 5.850 vueltas. La aceleración sigue siendo el as en la manga de este cinco cilindros, que consigue firmar un 0 a 100 km/h en 4,5 segundos en el RS Q3 y 250 km/h de velocidad punta limitada.
Eso sí, sacar el potencial de este coche no sería posible sin los modos de conducción RS1 y RS2, a los que se suman los “normales” confort, auto, dynamic, efficiency e individual. Solo apretando el botón RS del volante consigue sacar la fiera que lleva dentro, tanto a nivel auditivo como dinámico.
Es entonces cuando la dureza de la suspensión cambia notablemente, la dirección se vuelve más directa y la respuesta del acelerador es aquello que esperas de un RS. De lo contrario, tienes un perro de presa con el bozal atado para el día a día, lo que también es un punto positivo para convertirlo en un “daily” de diez.
El sistema Quattro sigue el patrón de mandar la fuerza al eje delantero y es un embrague multidisco el encargado de lanzar par al eje posterior en situaciones de necesidad. Sea como fuere, y sin entrar en detalles mecánicos, este sistema ha demostrado ya su eficacia y permite conducir un SUV de estas características con la facilidad que concede un Audi A1. El balanceo, que aparece ante las inercias de frenadas contundentes o cambios de peso rápidos, se compensa de manera elegante con la eficacia de su sistema de tracción.
La verdad es que el Audi RS Q3, como cualquiera de los modelos RS, permite ir a velocidades de infarto por la calle. Debe ser el conductor el encargado de poner el límite, de lo contrario el sonido bronco y bruto de sus escapes solo serán una cerilla más. Combustible para que tu adrenalina se dispare y te ayude a alcanzar las 7.000 vueltas, punto en el que su cinco cilindros te muestra su mejor cara y la puesta a punto del chasis lo hace “casi” perfecto.
Una frenada de infarto
Un coche de esas dimensiones, peso y potencia, no puede salir a la calle sin un buen sistema de frenos. Eso mismo ha pensado Audi y, por ello, lo han dotado de un equipo con discos de hierro fundido, ventilados y perforados de 375 mm de diámetro delante y 310 atrás. Pero no solo eso, de manera opcional puedes añadir los carbocerámicos de 380 milímetros con pinzas fijas de aluminio, que son los que monta la unidad probada y me han dejado alucinada. No se fatigan y rinden a su máximo sin necesidad de calentarse en exceso, pero su precio (más de 6.000 euros) los hace innecesarios para un coche así.
Además, en Cupra las diferencias entre gama son menos perceptibles y tu Formentor VZ5 pasará desapercibido a la vista de la gran mayoría. El nivel de equipamiento y la calidad de los cuatro aros todavía está por encima de los de Martorell, pese a no ser justificable con la diferencia de precio. A día de hoy, un Audi es símbolo de estatus que cuesta 101.260 euros y Cupra está todavía en el camino.
Esta última frase es la que resumiría mi experiencia con el Audi RS Q3 Sportback, que viene a ser la misma que utilizaría para el Formentor VZ5. En ningún caso comprarías cualquiera de los dos modelos con la cabeza, así que la decisión entre uno u otro dependerá de tu cuenta corriente y gustos estéticos. El Formentor tiene un diseño más atrevido pero llevará peor el paso del tiempo, algo que el RS Q3 superará gracias a su estética refinada y contundente.