Comparativa entre el Audi Q3 y el Q3 Sportback 2020
Comparamos el Audi Q3 Sportback 2020 y el Q3 para saber en qué se distingue la versión con carrocería coupé del modelo original que vio la luz a finales de 2018
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Tras varias tomas de contacto en presentaciones nacionales e internacionales, por fin tuvimos tenido la oportunidad de probar a conciencia el Audi Q3 Sportback. Se trata de la versión coupé del todocamino intermedio de la firma alemana, que gracias principalmente a una marcada caída del techo en la zaga ofrece un aspecto más deportivo que el Q3 convencional.
Mide exactamente 4.500 mm, por los 4.484 del modelo original, una mayor longitud que deriva principalmente de unos paragolpes más abultados, sobre todo en la parte posterior donde esta pieza se fusiona con un llamativo y abultado difusor. La anchura es prácticamente idéntica con 1.843 mm por los 1.849 del Q3, mientras que sí hay una notable diferencia en altura: el Q3 Sportback es más bajo, concretamente mide 1.567 mm frente a los 1.585 mm del modelo estándar.
Donde no hay ninguna variación es en la batalla con una misma cota de 2.680 mm, ni tampoco en el maletero, ya que ambos cubican 530 litros. Es decir que tanto el Q3 como el Q3 Sportback ofrecen la misma habitabilidad y capacidad de carga. Hablamos por tanto que las diferencias entre ambos son puramente estéticas y con algunos matices en el comportamiento en carretera como después veremos.
La carrocería Sportback ofrece un diseño más deportivo, principalmente como ya hemos comentado por la caída del techo en la parte posterior, pero también por otros aspectos como las mayores tomas de aire fontales, la mayor inclinación del pilar A, las nervaduras más marcadas y bajas en perfil de la carrocería en contraste con pasos de rueda y taloneras más voluminosas y vistosos, o el protuberante difusor en la parta baja de la zaga. Y todo ello aderezado por la menor distancia al suelo y unas llantas de mayores dimensiones. De este modo tenemos un coche más musculoso, pegado al asfalto y ‘afilado’.
¿Cómo afecta esto al interior? Cabe recordar que el nuevo Audi Q3 tenía como principal propósito elevar su funcionalidad, ya los propietarios de la anterior generación se quejaban de que ofrecía poca habitabilidad y una justa capacidad de carga. Por eso, un techo más bajo en la zaga iría en contra de esa optimizada habitabilidad que demandaban los compradores. Pero lo cierto es que Audi ha resuelto el problema con maestría para que apenas se vea sacrificada la comodidad de los ocupantes de la banqueta posterior gracias a unas ingeniosas ‘incisiones’ en la parte interior del techo en esta zona. Con estos surcos se sigue disfrutando de una buena altura, incluso ocupantes de 1,85 metros pueden viajar sin riesgo de rozar su cabeza contra el techo. Por lo demás las cotas son idénticas a las del Q3 con lo que se goza de una excelente habitabilidad como demandaban sus usuarios.
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El resto del interior es un calco del Q3 ‘normal’. En las plazas delanteras resulta casi imposible decir si vas a los mandos del modelo original o del Sportback. Es decir, que se disfruta de dos amplias plazas de una ergonomía extraordinaria -sobre todo en el caso del conductor-, de tecnología digna de los modelos tope de gama de la firma Audi, materiales que sitúan a este SUV entre lo más destacado de los modelos premium del segmento, y de un confort de marcha y una calidad de vida a bordo que responde a las señas de identidad de la marca de los cuatro aros.
Comportamiento en carretera
El Audi Q3 Sportback no sólo tiene un aspecto más deportivo que el Q3 convencional, sino que además lo traslada a la carretera con un tacto de conducción más dinámico. Si en la prueba del Q3 ya destacamos en su día que se había mejorado notablemente el comportamiento del vehículo, en el Sportback se ha optimizado más si cabe. Cualquier SUV se ve penalizado por la altura de la carrocería, ya que resulta inevitable que esta muestre algunas inercias al tomar curvas a cierta velocidad.La versión Coupé del todocamino intermedio alemán lleva de serie la suspensión deportiva, con lo que estos balanceos son menos apreciables y puede realizar giros a una mayor velocidad sin perder adherencia ni estabilidad. También cabecea menos en frenadas enérgicas, lo que permite apurar un poco más en los virajes cuando se mantiene una conducción dinámica. Finalmente, la dirección con desmultiplicación variable traslada una mayor información de la carretera y las circunstancias de la conducción al ‘piloto’ con lo que gracias a esa mayor sensación de control y seguridad se puede rodar algo más rápido que con el Q3.
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Todo esto se agradece especialmente en las versiones más potentes, como es el caso de la unidad de pruebas, que correspondía a la versión S Line 45 TFSI Quattro, que es la más radical de la gama, si excluimos al extremo RSQ3 de 400 cv. Con un motor gasolina de cuatro cilindros y 2.0 litros, el 45 TFSI genera 230 cv y 350 Nm de par, que se reparte a los dos ejes gracias al afectivo sistema de tracción total Quattro. Además, disfruta de la caja de cambios automática S Tronic de doble embrague y 7 relaciones. Con esta motorización el Q3 Sportback ofrece un rendimiento acorde a su deportivo aspecto. La aceleración de 0 a 100 km se establece en 6,5 segundos y alcanza una velocidad punta de 233 km/h.
Pese a estas elevadas prestaciones, ofrece ajustados niveles de emisiones y consumos, con una media de 8,6 litros a los 100 kilómetros según la marca, pero que tras nuestra prueba más bien rozaba los 10 litros. Aún así es una muy buena cifra si tenemos en cuenta la potencia y peso del coche, y que en ningún momento estuvimos “preocupados” por descubrir el grado de eficiencia que podría brindar este propulsor.
También cabe destacar que pese a la mayor deportividad general que ofrece, el Q3 Sportback no renuncia al confort de marcha ya que no hay que perder de vista que pese a su mayor deportividad el Q3 se ha concebido como un coche familiar pensado para dar soluciones prácticas para el día a día.
Con todo lo expuesto, y con un precio que en el caso del Audi Q3 parte de los 36.910 euros como podemos ver en su configurador, o de los 39.760 euros en el Q3 Sportback, cada comprador deberá de ver si le vale la pena pagar unos 2.800 euros más por la variante coupé más atractiva y deportiva, o ahorrarse ese dinero y quedarse con la mayor funcionalidad del modelo original.
Si queréis conocer más sobre el Audi Q3 Sportback podéis leer este reportaje de la presentación internacional o la toma de contacto que tuvimos en la presentación nacional, donde describimos más profundamente el modelo y analizamos toda la gama con sus variantes de motorización, acabaos y precios.