Probamos el nuevo Audi S8

Si eres un alto ejecutivo de una multinacional, ministro o un padre/madre de familia con gran adquisición económica, este puede ser vuestro coche. Por fin llega a nuestras carreteras el nuevo Audi S8, una berlina como las de siempre que destila por todos sus poros comodidad, elegancia y equilibrio para devorar kilómetros sin inmutarse.

El nuevo buque insignia del fabricante germano, que hemos podido probar estos días por las carreteras de la Costa del Garraf, y en los alrededores de Igualada y Montserrat, en la provincia de Barcelona, regresa con fuerza con una renovada versión que cuenta con el conocido motor 4.0 TFSI V8 biturbo que tantas alegrías está dando en los últimos tiempos a los amantes de la forma de Ingolstad.

A nivel de conducción, lo que más sorprende es su increíble estabilidad. Aprovechándose de la novedosa suspensión activa predictiva que los alemanes estrenan con este modelo, las sensaciones desde el volante o los asientos de pasajeros es que el coche siempre es neutro, no balancea ni en las curvas, ni en las frenadas, ni en las aceleraciones. La cámara que monta en el frontal le permite analizar el terreno y anticiparse, lo que hace de este S8 en una auténtica obra de ingeniería. Estar flotando, como si fueses en un tren bala, es lo más parecido a rodar en el modo 'Comfort+'. Una delicia.

Los cómodos son más que cómodos, y en la parte de atrás los afortunados podrán disfrutar del descanso y de algunos detalles de calidad, como la mini Tablet que les permite cambiar todas las configuraciones de ambiente del vehículo.

Esta preciosa berlina, que en la prueba nos consumió alrededor de 13 litros rodando por nacional, autopista y carretera de montaña, saldrá a la venta en España con un precio superior a los 110.000 euros.