Bentley despide al motor W12 con su versión más potente

Bentley dejará de producir su afamado motor de gasolina de 12 cilindros en abril de 2024, fecha en la que se habrán fabricado a mano más de 100.000 ejemplares del icónico W12 en la Dream Factory de la compañía en Crewe, Inglaterra. Un propulsor que se comercializó por primera vez en el Continental GT y que ha sido el ‘motor’ de la compañía británica durante los últimos 20 años.

El adiós a este mítico bloque correspondes a la decisión de la compañía mirar hacia un futuro sostenible a través de su estrategia Beyond100, según la cual toda la gama de modelos estará totalmente electrificada a principios de la próxima década, lo que reducirá las emisiones medias de la flota a 0 g/km de CO2. Los primeros pasos de este programa ya se han materializado con el lanzamiento del Bentayga y Flying Spur Hybrid. Cuando cese la producción del W12 el año que viene, todos los Bentley estarán disponible con la opción de una cadena cinemática híbrida.

Bentley ha preparado una despedida por todo lo alto para el W12, puesto que recientemente concluyeron los trabajos de desarrollo de la versión más potente jamás creada de este propulsor. Destinado a sólo 18 ejemplares del Bentley Batur fabricados a mano por Mulliner, desarrollará 750 CV y 1.000 Nm de par motor. La mayor cifra de par forma en la típica ‘meseta’ de Bentley, ya que se entregan entre las 1.750 rpm y las 5.000 rpm, con la potencia máxima a 5.500 rpm.

“Nuestro viaje progresivo hacia una movilidad de lujo sostenible implica introducir cambios en todas las áreas de Bentley Motors. Cuando lanzamos por primera vez el W12 allá por 2003, sabíamos que teníamos un motor poderoso que impulsaría a toda velocidad tanto a nuestros coches como a la marca. 20 años y más de 100.000 W12 después, ha llegado el momento de jubilar este tren motriz ya icónico a medida que avanzamos hacia la electrificación, pero no sin darle la mejor despedida posible, con la versión más potente del motor jamás creada”, dijo el Presidente y Consejero Delegado de Bentley, Adrian Hallmark.

“El titán de 750 CV que Mulliner ha creado para el Batur marca el final de un viaje de desarrollo del que nuestros colegas de ingeniería y fabricación deberían estar muy orgullosos, y cuando la producción finalice en abril del próximo año, nuestro objetivo es reciclar y recolocar a todos los artesanos cualificados que todavía construyen cada motor a mano”, añadió Mulliner.

La versión mejorada del W12 ha demostrado ser tan fiable como siempre, por lo que equipará al Bentley de carretera más potente jamás construido. Aunque todos los Baturs están vendidos, todavía se puede encargar un número limitado de la versión de 659 CV del motor W12 que se ofrece en las versiones Speed del Continental GT, el Bentayga y el Flying Spur, así como en el Continental GT Mulliner y el Flying Spur Mulliner. Se espera que la demanda de estos últimos modelos Speed y Mulliner con motor W12 sea elevada, por lo que los clientes que quieran hacerse con uno de los últimos Bentley de 12 cilindros de la historia deberían ponerse en contacto con su concesionario con la misma celeridad.

El objetivo de Bentley es reciclar y recolocar a los 30 artesanos cualificados que ensamblan y prueban a mano cada motor W12 en la fábrica neutra en carbono de Bentley en Crewe. Mientras tanto, la planta de producción de motores W12 dejará paso a una línea ampliada para la terminación de otros motores Bentley utilizados para los modelos híbridos enchufables.

Desde la primera introducción del W12 biturbo de 6.0 litros en 2003, el equipo de ingeniería de Crewe ha mejorado continuamente el rendimiento del motor en términos de potencia, par, emisiones y refinamiento. En los últimos 20 años, la potencia ha aumentado un 37% y el par un 54%, mientras que las emisiones se han reducido un 25%. Inicialmente, esto se consiguió gracias a la evolución y optimización de los sistemas de control, las mejoras en los diseños de aceite y refrigeración, la tecnología de turboalimentación y unos procesos de inyección y combustión más eficaces. Para el lanzamiento del Bentayga en 2015, el W12 se rediseñó por completo desde el cárter hacia arriba, y es esa versión del motor la que se sigue produciendo hoy en día, con desactivación de cilindros, inyección directa y de puerto, y turbos de doble desplazamiento.

Un equipo de artesanos fabrica a mano cada motor W12 durante 6,5 horas antes de someterlo a un sofisticado régimen de pruebas de más de una hora con tres máquinas de diagnóstico especializadas. Cada semana, un motor se somete a un ciclo de pruebas prolongado y, a continuación, se desmonta completamente para su inspección. La fábrica de motores W12 habrá entregado más de 105.000 motores antes de cumplir su 20 aniversario este año.

Mejorar un motor como el W12 no ha sido tarea fácil. Para lograrlo, el equipo de ingenieros de Mulliner ha rediseñado los sistemas de admisión, escape y refrigeración para liberar más potencia y par que nunca. Bajo la atenta mirada del Director Técnico de Mulliner, Paul Williams, el motor alcanza ahora los 750 CV y los 1.000 Nm de par, dos cifras récord para el motor.

Los compresores del turbocompresor son de nuevo diseño para mejorar la eficiencia, mientras que los conductos que les suministran aire son un 33% más grandes: a máxima potencia, el nuevo motor ingiere más de una tonelada de aire (1.050 kg) por hora. Los refrigeradores del aire de admisión, de mayor tamaño, con una profundidad incrementada en 10 mm y una nueva geometría del núcleo, rechazan un 35% más de calor del aire de admisión presurizado, reduciendo en mayor medida la temperatura de admisión, lo que se traduce en una carga más densa para una mayor potencia.

El nuevo sistema de admisión y turboalimentación se combina con una calibración del motor muy revisada para liberar el par motor adicional disponible, y el sistema completo del motor se combina con una nueva calibración de la transmisión para desplegar la potencia y el par motor adicionales y mejorar la experiencia de conducción.