BMW resucita el 3.0 CSL con el V6 más potente de la historia
Este modelo es la guinda a la celebración del 50 aniversario de la división BMW M
BMW lleva todo el año celebrando el 50 aniversario de su división de vehículos M, y no ha encontrado mejor forma de cerrar esta conmemoración que reeditando el modelo original con el que se inició todo hace medio siglo, el icónico BMW 3.0 CSL. Según la firma bávara es “el modelo especial más exclusivo” jamás producido por compañía y “una obra maestra de la ingeniería” que encarna la esencia de 50 años de pasión por las carreras.
Un coche exclusivo incluso en su producción, ya que la fábrica Dingolfing del Grupo BMW tan sólo producirá 50 unidades de este modelo, con un proceso artesanal que se prolongará unos tres meses por cada vehículo. Sólo para el proceso específico para la pintura intrvendrán 30 técnicos especialmente cualificados, lo que da una idea de la minuciosidad con la que BMW da vida a este deportivo.
El nuevo BMW 3.0 CSL es la reinterpretación de un modelo histórico para la marca, que ganó el Campeonato Europeo de Turismos durante su temporada inaugural en 1973, y repitió este título cinco veces más de forma consecutiva desde 1975 a 1979. Pilotos como Toine Hezemans, Hans-Joachim Stuck, Chris Amon y Niki Lauda dejaron atrás a la competencia en Nürburgring y en muchos otros circuitos, a los que siguieron las primeras victorias de BMW en circuitos estadounidenses ya en 1975.
BMW quiso crear una versión de carretera lo más fiel posible al coche de carreras, dando vida a un modelo que se convirtió en todo un símbolo y en el máximo exponente del placer de conducción gracias al concepto CSL que significaba “Coupé, Sport, Leichtbau” (Coupé, Deportivo, Ligero). Como aquel modelo, el nuevo BMW 3.0 CSL hereda directamente de la competición multitud de elementos. Su tecnología de propulsión y suspensión proviene de los últimos desarrollos para coches de carreras y deportivos de alto rendimiento de BMW M GmbH.
El V6 más potente en la historia de BMW M
Este deportivo monta el motor de seis cilindros en línea más potente jamás utilizado en un automóvil BMW M homologado para la carretera, lo que supone mantener la tradición del original, que en su fase final de desarrollo marcó también un récord con una potencia de 206 CV, no sólo para los modelos de seis cilindros, sino para todos los vehículos de producción de BMW fabricados hasta ese momento. El nuevo BMW 3.0 CSL posee las mismas raíces tecnológicas que el propulsor del actual coche ganador del DTM. Desarrolla 560 CV y un par máximo de 550 Nm con una entrega de potencia lineal hasta las 7.200 rpm.
El motor está acoplado a una caja de cambios manual de 6 velocidades, con una extensión y unas relaciones perfectamente adaptadas al rendimiento del propulsor. El recorrido de la palanca también se ha estudiado para un manejo rápido y preciso. Como complemento, se dispone de un asistente de cambio, que utiliza un control de velocidad de conexión para garantizar un acoplamiento del embrague sin deslizamiento después de reducir la marcha al frenar en las curvas. Este puede ser activado o desactivado por el conductor.
El par motor se transmite a la carretera exclusivamente a través de las ruedas traseras, lo que asegura una conducción puramente deportiva, al igual que el diferencial M activo en la transmisión del propio eje posterior. El diferencial M activo está vinculado al DSC (Control Dinámico de Estabilidad) y ajusta con precisión su efecto de bloqueo a la situación de conducción correspondiente. La tracción se optimiza en carreteras con diferentes valores de fricción para las ruedas traseras derecha e izquierda.
Al margen del motor, los componentes del tren de rodaje utilizados en el BMW 3.0 CSL representan la punta de lanza del desarrollo de automóviles deportivos de altas prestaciones de BMW M GmbH: un eje delantero de doble muelle y un eje trasero de cinco brazos con diseño específico M, un tren de rodaje M adaptativo con amortiguadores controlados electrónicamente, la dirección electromecánica M Servotronic con relación variable y el sistema de frenos M carbonocerámicos con curvas características ajustables.
Y para rematar todo esto, la construcción ligera inteligente, gracias al uso extensivo de carbono, otorga a este coche una relación peso-potencia de sólo 2,9 kilogramos por CV. Esta ligereza también permite detener el coche en tiempo récord, algo de lo que se encargan los frenos de pinza fija de seis pistones y discos de freno cerámicos de 400x38 milímetros en el eje delantero con frenos de pinza fija de un pistón y discos de freno cerámicos de 380x28 milímetros en el trasero. El diseño específico M del sistema de frenado integrado permite mostrar dos curvas características de sensación del pedal, que pueden seleccionarse en el menú M Setup.
Un diseño fiel al modelo original
El diseño del BMW 3.0 CSL avanza todo su potencial dinámico, con un aspecto imponente que combina pasado y prsente con una reinterpretación moderna del modelo original. El frontal se sitúa en una posición muy baja, con la parrilla de riñón en el centro y luciendo una inserción en forma de rejilla en forma de diamante. Desde esta perspectiva también llaman la atención los huecos de generosas dimensiones en el faldón delantero, que recuerdan a las tomas de aire del modelo de los años 70. Además, éstos garantizan una buena refrigeración para los sistemas de propulsión y de frenado. Finalmente las aletas de aire del capó acentúan las líneas clásicas. Un elemento diferenciador en este nuevo modelo son los faros BMW Laser Light, que lucen en un atractivo en color amarillo, haciendo referencia a los coches de carreras GT.
Visto de lado, el largo capó y la amplia distancia entre ejes proporcionan a este modelo proporciones típicas de un coupé de tres volúmenes. Los anchos paneles laterales, así como las amplias paredes laterales refurzan su deportividad, al igual que el deflector de aire que se extiende a lo largo de la línea del techo. Los musculosos pasos de rueda indican la gran anchura de las vías que contribuyen significativamente a la dinámica de las curvas del vehículo y maximizan el espacio para albergar las llantas forjadas de aleación ligera con diseño de radios en Y, de 20 pulgadas en el eje delantero y de 21 pulgadas en el trasero. Éstas montan neumáticos Michelin desarrollados exclusivamente para el BMW 3.0 CSL con el número 50 grabado en los flancos.
Pero es quizá en la vista trasera en la que se aprecia el rasgo más característico de este coche: el enorme alerón posterior. El deflector de aire encierra toda la sección trasera, convirtiéndose así en un elemento visual dominante. Además, se combina con un difusor de carbono muy pronunciado en el faldón trasero, optimizando así el flujo de aire en los bajos de la carrocería.
Otros detalles de la zaga son las cuatro salidas del sistema de escape, dispuestas en forma de flecha en el centro del faldón trasero y con un silenciador trasero de titanio especialmente ligero, y la innovadora tecnología de iluminación con hilos de luz láser que parecen flotar libremente dentro de las luces y crean un expresivo efecto 3D mediante una superposición precisa.
El BMW 3.0 CSL luce en un acabado de pintura en Alpine White y una elaborada decoración de franjas en los colores de BMW M GmbH. Un total de 22 piezas individuales se pintan en un proceso especialmente diseñado para el BMW 3.0 CSL.
Interior de competición
El habitáculo del BMW 3.0 CSL busca trasladar al conductor a la competición y transmitir las mayores sensaciones de deportividad posibles. Por eso y para optimizar la ligereza del coche se han se han buscado soluciones como quitar los asientos traseros para ofrecer un compartimento de almacenamiento con dos compartimentos para cascos integrados. Las molduras de CFRP en los paneles de las puertas y la reducción del aislamiento acústico también contribuyen a dar un toque extremadamente deportivo. El conductor y el acompañante se sientan en los asientos M de fibra de carbono. La altura y la inclinación del asiento pueden ajustarse exclusivamente mediante una conexión de tornillo de tres etapas en un taller. Además, los asientos integrales M de fibra de carbono ofrecen inserciones extraíbles en los reposacabezas.
Las superficies de los asientos en Alcántara negro y los cinturones de seguridad M se combinan con un volante en Alcántara M, un revestimiento del techo en antracita, Alcántara negro y superficies de carbono mate. Las costuras de contraste y otros detalles en blanco se corresponden con la pintura exterior del BMW 3.0 CSL, cuyas letras de modelo están grabadas en los umbrales de las puertas y en las superficies de los asientos. El botón rojo de arranque/parada y los botones M igualmente rojos en el volante están disponibles para activar el motor y para acceder directamente a la configuración general del vehículo. Las molduras interiores mate en acabado de fibra de carbono presentan una numeración secuencial para cada una de las 50 unidades disponibles.