Bugatti Bolide, el experimento radical
Bugatti sorprende con el Bolide, al que califican como experimento, un vehículo capaz de alcanzar los 500 km/h con sus 1.850 CV de potencia
Bugatti es conocida actualmente por sus hiperdeportivos. Desde que llegara el Veyron en 2005, propulsado por su ya icónico motor W16 de 8.0 litros y cuatro turbos, la firma francesa ha combinado a la perfección las prestaciones más exageradas, un diseño singular y atractivo y un cuidado por los materiales y los acabados que han acabado convirtiendo a la marca no solo en un estandarte de deportividad, sino también de lujo. Aun así, por difícil que pueda parecer seguir sorprendiendo cuando en tu gama tienes un coche como el Chiron, la marca siempre tiene un as bajo la manga. Llega el Bolide, calificado por la marca como un experimento, un vehículo ligero para circuito para conseguir un rendimiento sin igual. Es radical.
Lo único innegociable para Bugatti ahora es su motor W16 tetraturbo. Según explica la firma de Molsheim, el Bolide nace de la idea de crear un vehículo muy ligero y aerodinámico orientado a su uso en circuitos alrededor de su potente motor. El resultado es un hiperdeportivo que ridiculiza la relación kilo/cv de cualquier deportivo al dejarla en 0,67 kilos por CV gracias a sus 1.850 CV de potencia y a sus apenas 1.240 kilos de peso. La única pregunta que se deriva de estas cifras es: ¿De qué es capaz? Bugatti dice que acelera de 0 a 100 en 2,17 segundos, que puede superar los 500 km/h de velocidad máxima y que sería capaz de pulverizar los récords de los trazados más emblemáticos, parando el cronometro en 3:07.1 en Le Mans y en 5:23.1 en Nürburgring Nordschleife.
Creado para correr
Los ingenieros de Bugatti solo tenían una misión: que el Bolide fuera muy rápido, que pudiera quitarle las pegatinas al Chiron. Para ello, agarraron el motor W16 de la marca y lo situaron en el centro de la ecuación. 1.850 CV de potencia y 1.850 Nm de par máximo a disposición del conductor y una configuración del motor y la transmisión, que manda su potencia a las cuatro ruedas, ajustada para su uso en circuito, es decir, para rendir al máximo continuamente. Los cuatro turbos son nuevos para este modelo y entregan más potencia en regímenes altos.

Tener un coche rápido y ligero, pero, no es suficiente. Lo siguiente era hacerlo manejable y capaz de girar velozmente. El resultado es un importante trabajo en el plano aerodinámico del vehículo, consiguiendo hasta 1.800 kilos de carga aerodinámica en la trasera y 800 kilos en la delantera a velocidades altas, pegando, literalmente, el coche al suelo. Para conseguirlo, los diseñadores han trabajado codo con codo con los ingenieros y ninguna forma se ha trazado al azar.

