El nuevo Mini Cooper eléctrico gana en potencia y autonomía

Desde que BMW se hizo con Mini, el pequeño modelo ha ido evolucionando de una manera progresiva en todos los sentidos. Esta quinta generación no es una excepción. A los cambios estéticos realizados que afectan más al interior que al exterior, añade ahora dos motores más potentes que permiten ofrecer una mayor autonomía, algo que siempre se valora cuando hablamos de modelos eléctricos. Este nuevo Cooper eléctrico está disponible exclusivamente en carrocería tres puertas.

Desarrollada sobre una nueva plataforma, esta nueva generación ofrece prácticamente las mismas dimensiones que la anterior y la carrocería tiene 3,86 metros de longitud, aunque es tres centímetros más ancha (1,75 m.) y tres centímetros más alta llegando a 1,46 metros.

Estéticamente presenta una imagen más moderna pero siempre con los parámetros que han distinguido al modelo. Eso es, voladizos cortos, capó corto y una buena distancia entre ejes. La carrocería ofrece una excelente combinación de líneas fluidas y formas redondeadas.

En el frontal destacan por un lado los icónicos faros circulares con luces led que ya no están enmarcados con elementos cromados, así como la nueva parrilla que ahora es octogonal. Un detalle curioso y original a la vez es que el cliente puede elegir entre tres modos la configuración lumínica tanto de los faros como de las luces traseras. La ambientación externa se complementa con unas atractivas llantas que pueden ser de 16, 17 o 18 pulgadas y que son de aluminio reciclado.

El creador del Mini, Alec Issigonis, diseñó un interior con un cuadro de instrumentos redondo en el centro y el panel de mandos debajo. En esta nueva generación se ha mantenido este principio pero se ha prescindido de muchos mandos y botones. El salpicadero, por primera vez revestido de material textil de poliéster reciclado, ofrece en el centro una gran pantalla táctil redonda de 24 centímetros de diámetro desde la que se puede controlar todo el funcionamiento del coche. Desde la carga de la batería, la climatización, la navegación, teléfono, radio y por supuesto, la conectividad. Esta pantalla se puede activar mediante órdenes de voz. Por debajo de ella se encuentra un pequeño grupo de mandos entre los que está el selector de marchas. No hay más botones que accionar.

Las plazas delanteras son amplias y confortables; atrás dos adultos viajan bien aunque el acceso a estas plazas traseras no es muy cómodo. Por lo que respecta al maletero, ofrece una capacidad de 200 litros pero abatiendo el respaldo trasero se puede ampliar a 800 litros.

Este nuevo Mini Cooper está disponible en dos versiones eléctricas, Cooper E y SE. La primera va con un motor de 184 CV y puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, ofreciendo una autonomía de 305 kilómetros. La segunda opción va con un motor de 218 CV y su autonomía se sitúa en los 402 kilómetros. La batería, ubicada debajo del piso, tiene una capacidad de 40,7 kWh en el caso del Cooper E y de 54,2 kWh en el SE. La recarga en corriente alterna se hace a un máximo de 11 kW mientras que en corriente continua es a 75 kW en el Cooper E y a 95 kW en el Cooper SE.

El conductor puede seleccionar entre tres programas de conducción denominados, Core, Green y Go-Kart que además de actuar sobre la respuesta del motor varían la manera de mostrar la información al conductor y también la iluminación ambiental.

Hemos tenido la oportunidad de tomar contacto con esta nueva generación y la verdad es que su conducción es muy divertida. El coche parece que va sobre raíles, gira muy plano, sin oscilaciones de ningún tipo, ofreciendo una elevada sensación de seguridad. Las suspensiones, como ya es habitual en Mini, tienden a ser duras y reflejan todas las irregularidades del terreno, pero es que estamos ante un Mini eléctrico, sí, pero potente, con posibilidades deportivas y eso hay que negociarlo de este modo.

El Mini Cooper eléctrico estará en los concesionarios en unas semanas y su precio es de 35.000 euros en la versión Cooper E y de 38.600 en la SE.