El renacimiento del Bentley olvidado

El Bentley Serie T más antiguo del mundo ha regresado a Crewe, sede histórica de la marca, para unirse a la exclusiva Bentley Heritage Collection. Este emblemático vehículo, matriculado por primera vez en 1965 como coche de pruebas, había estado en abandonado durante años hasta que fue descubierto por Mike Sayer, jefe de la Heritage Collection, y su equipo. Tras 18 meses de minuciosa restauración por parte de los especialistas de P&A Wood, el modelo ha recuperado su antiguo esplendor.

Este coche, con número de chasis SBH1001, es un verdadero hito en la historia de la marca británica. Fue el primer Bentley fabricado con una estructura monocasco, marcando un cambio radical en la ingeniería de la época. Además, comparte su ADN con el Rolls-Royce Silver Shadow, otro de los modelos pioneros en esta técnica de construcción. El vehículo fue inicialmente presentado en el Salón del Automóvil de París en 1965, pero, tras muchos años de abandono, se encontraba en un estado lamentable.

La restauración no fue un proceso sencillo. Desde problemas con el cableado hasta la ausencia del salpicadero y otros componentes interiores, el equipo de P&A Wood tuvo que enfrentarse a numerosos desafíos. Sin embargo, su enfoque se centró en preservar la autenticidad del coche, siguiendo el mantra de “reparar antes que sustituir”. El motor V8 de 6.2 litros, por ejemplo, solo requirió una revisión a fondo, mientras que la caja de cambios y el eje trasero apenas necesitaron ajustes menores.

Uno de los mayores retos fue restaurar el interior del coche, ya que muchas piezas originales estaban completamente perdidas o deterioradas. Gracias a un vehículo donante de la misma época, se pudieron recuperar algunos de los elementos necesarios, como las molduras interiores y los emblemas originales de Rolls-Royce en las hebillas de los cinturones de seguridad. El sistema hidráulico y los innovadores soportes Vibrashock también fueron revisados para devolver al coche sus características originales de confort y rendimiento.

El equipo de restauración también prestó especial atención al exterior del vehículo. Durante el proceso de repintado, se detectaron daños por accidentes previos y corrosión, lo que requirió la sustitución de algunas partes del subchasis trasero. Los paneles de la carrocería fueron reparados con sumo cuidado, siguiendo las técnicas tradicionales de Crewe, aunque se utilizó tecnología moderna para el acabado final. Esto incluyó varias capas de imprimación y un pulido a mano que devolvió al coche su aspecto original.

Ahora, tras su cuidadosa restauración, el Bentley Serie T más antiguo del mundo vuelve a lucir la matrícula 1900 TU, tal como se registró en 1965. Este modelo no solo representa una pieza clave en la historia de Bentley, sino que también completa el relato de la marca en las décadas de los 60 y 70 dentro de la Heritage Collection, compuesta por más de 45 vehículos históricos.

La Serie T de Bentley fue un hito por ser el primer coche de la marca en adoptar una estructura monocasco, algo que mejoró tanto el rendimiento como el confort en comparación con sus predecesores de chasis independiente. Equipado con un motor V8 de 6.2 litros y 225 CV, el coche alcanzaba una velocidad máxima de 185 km/h y era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,9 segundos, todo un logro para una berlina de lujo de la época.

Con 1.868 unidades producidas, la Serie T sigue siendo uno de los modelos más valorados entre los coleccionistas de Bentley. Este ejemplar, en particular, es una joya única por ser el primero de su clase, y ahora podrá ser admirado por los entusiastas del motor en el campus de Bentley, donde seguirá en condiciones de circular y formando parte del legado vivo de la marca.