El nuevo Hyundai Santa Fe es, también, un camper

Llevamos un tiempo hablando de la evolución de las firmas coreanas, que han dejado atrás la fase de introducción en el mercado, al tiempo que abandonaban cualquier complejo. El lanzamiento de la quinta generación del Hyundai Santa Fe marca el salto definitivo de este modelo y, por ende, también de la marca. Estamos ante un SUV de gran tamaño con un diseño atrevido, robusto y señorial, que eleva su posición al segmento premium en el que nadarán cómodamente gracias al arsenal tecnológico de su interior.

Por ahora tenemos unas pocas imágenes del más grande de la gama coreana, que ha cambiado de manera radical respecto al último modelo lanzado en 2018. Apuestan por líneas rectangulares y contundentes capaces de crear una visión todavía más impresionante de este todocamino, que ha crecido notablemente en su batalla.

Hyundai habla de un vehículo que combina el estilo urbano con la naturaleza, de ahí que los tonos están inspirados en la vitalidad de las actividades al aire libre y la metrópolis a partes iguales.

No tenemos los datos exactos de su carrocería, pero sí detectamos unas proporciones con voladizos más cortos y ruedas, con llantas de 21 pulgadas, mucho más separadas entre ellas. Los pasos de rueda están más marcados, acompañados de un ligero abultamiento de la carrocería que sigue un patrón horizontal desde el frontal hasta la curiosa zaga.

Pero antes de hablar de su trasero... ¿Qué os parecen las formas rectangulares de su frontal? Tenemos un morro claramente vertical, de altura considerable y dos bloques muy diferenciados entre la parrilla superior y el paragolpes inferior. Los grupos ópticos en forma de H se unen mediante una fina tira LED que recorre la calandra, de tramado individual y con el mismo tono que el resto de la carrocería. El diseño frontal inferior también imita la H para realzar esa amplitud, al tiempo que hacen referencia a la primera letra de Hyundai.

La visión posterior es, cuanto menos, evocadora. No gustará a todo el mundo, eso seguro, pero dará que hablar por el protagonismo del portón trasero y su simplicidad casi “furgonetera”. Los grupos ópticos siguen el mismo patrón de la H, cediendo la posición de la vista al nombre SANTA FE con tipografía clara, grande y muy separada. Al contrario que con el voladizo delantero, aquí nos encontramos bastante superficie tras la rueda, por lo que promete un maletero de grandes dimensiones.

Tal es el espacio que genera el portón trasero y la capacidad de maletero que Hyundai se ha pasado al segmento camper en esta quinta generación. Tal como muestran las primeras imágenes de este SUV, al abrir la parte trasera y abatir la segunda y tercera fila de asientos (que nos avanza un siete plazas) nos encontramos un espacio capaz de albergar una cama para dos, una zona para transportar a nuestras mascotas e incluso convertirse en un pequeño salón, añadiendo una tienda de campaña en el techo para poder dormir.

Si en el exterior hablamos de robustez, en su interior es todo lo contrario. El uso de materiales claros, y bien distribuidos, confiere una paz visual que eleva la experiencia significativamente. El salpicadero vuelve a las líneas horizontales y bloques combinados, con algún guiño a la H en las salidas de aire y módulos frente al copiloto. El uso de materiales nobles, como la madera de tacto suave o los asientos de cuero Napa, es vital para la percepción de calidad que esperas del segmento premium.

Además, Hyundai asegura que su habitáculo está repleto de materiales sostenibles como el revestimiento de gamuza del techo, las alfombrillas y los respaldos de los asientos de la segunda y la tercera fila. Todos ellos están fabricados con plástico reciclado, mientras que el acolchado y los revestimientos de las puertas son de polipiel ecológica.

En cuanto a la tecnología y digitalización, el nuevo Hyundai Santa Fe incorpora la Pantalla Curva Panorámica de 12,3 pulgadas cada una. También encontramos muchos espacios para guardar objetos y dos superficies para la carga inalámbrica de los smartphones, situada bajo un bloque específico para la climatización que parece ser de botones hápticos, botones tradicionales y ruletas de toda la vida.