Jeep completa su electrificación con la gama e-Hybrid
Las versiones e-Hybrid proponen un sistema de hibridación ligera capaz de circular en ciertas circunstancias en modo 100% eléctrico.
Jeep ya era una gama electrificada, con las versiones 4xE en todos sus modelos a la venta para los interesados en la etiqueta 'cero emisiones' y los que buscaran una alternativa a la combustión tradicional. Sin embargo, la compañía del grupo Stellantis da un paso más con las variantes e-Hybrid, que no solo añaden otra opción electrificada al Renegade y al Compass, sino que además suponen el final de las versiones de combustión interna en la marca.
En otras palabras. Hasta ahora, eliminado el Grand Cherokee de la gama, el Wrangler solo podía ser híbrido enchufable, mientras que el Compass y el Renegade podían ser de combustión o híbridos enchufables. Sin embargo, a partir de ahora microhibridación se postula como la opción de acceso a la marca y condena las variantes de combustión a morir. No obstante, Jeep no es una marca como las demás y por eso su micriohibridación dista mucho de ser un simple sistema de 48 voltios para reducir las emisiones al arrancar o al circular por inercia, sino que su sistema permite, aunque en circunstancias muy concretas la conducción 100% eléctrica.
Para el Renegade y para el Compass
De momento, esta versión e-Hybrid está únicamente concebida para el Renegade, el SUV compacto de la marca, y el Compass, un todocamino de tamaño medio. La propuesta de la compañía para ambos coches es la misma, un nuevo motor turbo de gasolina de 1.5 litros y 130 CV de potencia asociado a una caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones. A diferencia de otros microhíbridos, los de Jeep tienen el motor eléctrico, de 15 CV de potencia, en la caja de cambios, permitiendo una circulación 100% eléctrica en ciertas circunstancias. Es por eso que, mientras los MHEV de la mayoría de marcas prometen una reducción de emisiones del 10%, los de la firma de Stellantis sube su apuesta hasta el 15%.

La batería, de 48 voltios y 0,8 kWh de capacidad, se sitúa en el túnel de transmisión bajo el piso del habitáculo entre los asientos delanteros, con lo que no pierden capacidad de su maletero para alojarla. Con todo, Jeep promete una eficiencia y un consumo equivalente a un motor diésel. En una primera toma de contacto, circulando por las calles de Turín y sus alrededores, el consumo de ambos rondó los 7,5 litros cada 100 kilómetros.
Versiones Upland
Esta nueva tecnología se estrena con la versión Upland, disponible para ambos coches. Según la marca, de nada sirve apostar por la electrificación si el resto de procesos, entre ellos el ensamblaje y la producción de materiales, no se realiza de forma sostenible. La versión Upland quiere conseguir la máxima sostenibilidad, y lo hace gracias al uso de materiales especiales como el tejido Seaqual en los asientos, creado a partir de plástico recogido del Mar Mediterráneo.

