Jeep Wrangler 4xe, icono electrificado
Jeep electrifica uno de los todoterrenos más conocidos del mundo, el Wrangler, en una versión que gana potencia, eficiencia y hasta capacidad offroad
Jeep está inmerso en su proceso de electrificación. Empezó con el Renegade y el Compass, sus vehículos de más volumen en el mercado, y en el futuro se aventurará con el Grand Cherokee, que llegará el año que viene. Ahora le toca a su vehículo más reconocible, a su icono: el Wrangler. El todoterreno de la marca del grupo Stellantis se estrena en el mundo enchufable con su versión 4xe, disponible en sus acabados Sahara, Rubicon y 80th Anniversary.
Jeep ha insistido mucho en que ha querido conservar la esencia del modelo, por lo que los cambios estéticos son mínimos, y, por supuesto, no han querido restarle ni un ápice de su capacidad offroad, ya que el Wrangler está hecho por y para disfrutar fuera de la carretera. El resultado es una variante más potente que cualquiera de sus equivalentes de combustión, aunque algo más cara, y más eficiente que no solo cumple con lo buscado por la compañía, sino que además mejora en algunos aspectos, como precisamente en su comportamiento fuera de la carretera.
Estéticamente, en el exterior los cambios principales se centran en detalles que harán más identificable a esta versión. En ese sentido, tanto el logotipo de Jeep, el 4xe, el Trail Rated y la inscripción Wrangler Unlimited se presentan en un nuevo tono azul eléctrico. El Rubicon añadirá además un vinilo negro en el capó con el logotipo 4xe en un lateral. Asimismo, incluye llantas exclusivas de la variante.

380 CV con un consumo contenido
El Jeep Wrangler 4xe se propulsa combinando un motor de gasolina 2.0 turboalimentado de 272 CV de potencia asociado a una caja de cambios automática de ocho relaciones firmada por ZF con dos motores eléctricos, uno para el arranque, para generar energía y para apoyar al resto de propulsores; y otro de 145 CV y 245 Nm de par máximo que trabaja en el modo híbrido y en el modo 100% eléctrico. Juntos suman 380 CV de potencia y 637 Nm de par máximo, con lo que se convierte, al instante, en el Wrangler más potente disponible.

Mejor fuera del asfalto
La capacidad todoterreno se mantiene intacta, ya que la marca ha transformado su vehículo en un coche enchufable sin eliminar ningún sistema antes presente. La batería se sitúa bajo la banqueta trasera, manteniendo también la totalidad de la capacidad del maletero, 533 litros. En los acabados Sahara y 80th Anniversary dispone del sistema Selec-Trac, que adaptará la tracción y la entrega de par a las necesidades del terreno. El Rubicon seguirá contando con el Rock-Trac, con cuatro opciones de tracción que pasan desde dos ruedas sin reductoras hasta tracción total con reductora.No falta equipamiento conocido como el diferencial de deslizamiento limitado, ejes Dana, bloqueo eléctrico de ambos ejes o, en el caso del Rubicon, la desconexión de la barra estabilizadora delantera, entre muchos otros sistemas que garantizan un buen comportamiento fuera del asfalto. Además, con la electrificación, el Wrangler se beneficia de las bondades de la energía eléctrica, como el par instantáneo. Por último, se añade por primera vez la cámara frontal, que mejora la visibilidad en terrenos complicados.

Así queda la gama
Llega el Wrangler 4xe y, a la vez, Jeep elimina las opciones diésel de la gama de su todoterreno, manteniendo una variante de gasolina con el mismo motor 2.0 de 272 CV de potencia para todos sus acabados, incluido el Sport. El 4xe estará disponible en el resto, los mencionados Sahara, Rubicon y 80th Anniversary.
