Mitsubishi lo apuesta todo al rojo con el Eclipse Cross
Probamos el Eclipse Cross con motor de gasolina y 163 CV, un coche excepcional fuera del asfalto y con puntos a mejorar dentro del firme
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Mitsubishi, como su rival directo en el mercado, Subaru, basa su oferta en una gama SUV muy completa que conforman el ASX, su superventas, el Eclipse Cross y el Outlander. De los 5.176 vehículos que la firma de los tres diamantes vendió en España en 2020, 4.761 fueron alguno de estos tres modelos, siendo el Eclipse Cross el segundo con 1.755.
El SUV medio japonés es la opción más arriesgada del fabricante que busca ofrecer todas las cualidades de los SUV actuales sin olvidarse de su tradición offroad. Para ellopropone un crossover de aspecto atrevido con una silueta imponente con un marcado contraste entre la parte delantera y la trasera.
El frontal es 100% Mitsubishi, con elementos reconocibles en sus hermanos de oferta como sus grupos ópticos, la parrilla cromada y las protecciones. La trasera, no obstante, es el rasgo diferencial del coche, con un diseño único que gustará a muchos y hará dudar a muchos otros. Mitsubishi apuesta por partir la luneta con una franja que une los dos grupos ópticos traseros, situados a ambos lados de la misma en una posición muy elevada. En el perfil destaca sobre todo una línea de cintura ascendente muy definida que termina en los faros traseros. Como no podía ser de otro modo, las protecciones recorrerán todo el vehículo aportando aún más espíritu campero.
El interior ofrece un espacio amplio para cinco ocupantes, aunque el asiento central de la banqueta trasera no es especialmente cómodo. La accesibilidad es cómoda, adjetivo que define también a sus asientos delanteros. La posición de conducción, elevada, favorece la visibilidad. Su maletero, de 359 litros, aunque no es enorme, sí ofrece espacio de sobra para la compra. El habitáculo se muestra robusto, con buenos materiales en general, aunque abunda el plástico duro, y varios detalles cromados. El sistema de infoentretenimiento no es del todo intuitivo y cuesta varios intentos dominar sus funciones. Punto negativo también el prescindir del navegador, aunque su ausencia se puede suplir mediante las aplicaciones Apple CarPlay y Android Auto.
La unidad probada corresponde a la motorización gasolina de 1.5 litros y 163 CV asociada a una caja de cambios automática CVT. En carretera, el propulsor ofrece un empuje correcto al acelerar y una recuperación también buena. En general, se desenvuelve bien en términos de potencia y la caja de cambios se comporta de forma correcta, aunque por sus característica provoca un exceso de ruido del motor al acelerar o recuperar. La unidad probada pecó a veces de falta de estabilidad con una suspensión bastante suave que en ocasiones sufrió en los cambios de apoyo en carreteras reviradas. Fuera del asfalto, el comportamiento es excelente, ofreciendo una experiencia de conducción divertida y segura. Esta unidad parte desde los 32.800 euros.