Nissan Sakura y Mitsubishi eK X EV, electrificación de bolsillo... para Japón
Las marcas de la Alianza confían en el segmento de los minicoches, que supusieron el 37,2% de las ventas en Japón para 2021, para impulsar la electrificación del mercado local.
Nissan y Mitsubishi, ambos miembros de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, han presentado un vehículo eléctrico cada uno para tratar de impulsar las ventas de coches eléctricos en Japón, su mercado local. Llamados Sakura y eK X EV, respectivamente, estos minicoches, conocidos como 'kei car' en su país, atacan al segmento más matriculado, con mucha diferencia, en su mercado. Su propuesta pasa por un precio irresistible para un eléctrico, una carga tecnológica importante y por pequeñas baterías que no aportan demasiada autonomía, aunque el conductor urbano no la necesita.
Estos vehículos se han desarrollado bajo el sistema 'Leader-Follower' implantado en la Alianza en 2020 para reducir los costes de desarrollo aprovechando los puntos fuertes de sus marcas. Mitsubishi se ha centrado en el desarrollo de la plataforma para minicoches, mientras que Nissan ha aportado su experiencia en electrificación para su motorización. La producción de los dos coches se realiza en la planta de Mitsubishi en Mizushima.
Como dos gotas de agua
Bajo la carrocería, ambos coches son exactamente el mismo. Con apenas 3,4 metros de largo, 1,47 de ancho y 1,85 de alto, el Sakura y el eK X EV proponen espacio para cuatro personas y un pequeño maletero de 107 litros de capacidad. Su vocación es 100% urbana, por lo que está pensado para satisfacer las necesidades de un trabajador que lo utilice para desplazarse por las grandes urbes japonesas.

En su habitáculo poco tienen que envidiar a coches más costosos. Equipados con un cuadro de instrumentos digital de siete pulgadas y una pantalla táctil de nueve pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, dispone de navegador, climatizador automático y compatibilidad con smartphones gracias a Apple CarPlay y Android Auto. Por si fuera poco, incluye los sistemas de seguridad más habituales, con funciones especiales como el ProPilot Park en el caso del Nissan Sakura, el sistema de aparcamiento automático.

El precio también será muy similar para los dos minicoches, arrancando en los 2,33 millones de yenes, unos 17.200 euros al cambio actual. Con las ayudas del ejecutivo japonés para la compra de eléctricos, que descuentan más de medio millón de yenes al precio final, el coste se reduce hasta los 13.000 euros aproximadamente, una cifra récord para un eléctrico.
Grandes aspiraciones
El tamaño de ambas propuestas es inversamente proporcional al potencial que tienen para el mercado japonés, donde los eléctricos no gozan de una gran popularidad. Todas las marcas del país abrazan la electrificación total en mayor o menor medida, pero su despliegue está siendo lento. Prueba de ello es que Toyota está barajando la posibilidad de que el bZ4X, su SUV eléctrico, solo se ofrezca en modalidad de alquiler o leasing en el país asiático.
