Nissan Ariya: primeras impresiones por carreteras europeas

El Nissan Ariya es de esos coches que hemos visto crecer y desarrollarse con ganas y cierta emoción, significa la nueva era eléctrica de la firma nipona. Desde que se dejó ver como concept car, muy próximo a producción en marzo de 2021, se vaticinaron líneas crossover pero también de silueta coupé que encaja a la perfección con los gustos actuales. Nos desplazamos hasta Estocolmo con el fin de conocer, y probar por primera vez en carreteras europeas, a este recién llegado, que promete hasta 533 kilómetros de autonomía y dotación tecnológica digna de un segmento premium.

Si todavía no conoces al Ariya, que es complicado, hazte a la idea que llega para pelear en uno de los segmentos más complicados, el de los C-SUV eléctricos. Aquel en el que se encuentran otros todocaminos como el Volkswagen ID.4, Skoda Enyaq, el chino Aiways U5 o el ganador como coche del año de los lectores: el Hyundai Ioniq. Hablamos de esa horquilla de 4,59 metros de largo por 1,85 metros de ancho y una altura de 1,66 metros, con una distancia entre ejes de 2,77 metros.

¿Cuándo llegará y con qué precios?

Antes de pasar a explicar los precios y la oferta comercial, hace falta conocer las variantes disponibles. La gama arrancará con el modelo de batería pequeña de 63 kWh de capacidad útil y 160 kW de potencia, que son unos 218 CV con 300 Nm de par y tracción delantera para alcanzar los 403 kilómetros de autonomía.

El siguiente sigue siendo 4x2 pero con la batería de 87 kWh (también útil), que tendrá un bloque eléctrico para el eje delantero y hasta 533 kilómetros de autonomía con 238 CV aproximadamente y los mismos 300 Nm de par. Misma batería que se usa para la primera opción de tracción total, llamada e4ORCE, de 306 CV de potencia y 600 Nm de par con una capacidad de remolque de 1.500 kilogramos y 500 kilómetros de autonomía.

A lo largo de verano llegarán las primeras unidades a Europa, empezando por el modelo de batería pequeña, de 63 kWh con 218 CV de potencia, tracción delantera 4x2 y 403 kilómetros de autonomía. En el acabado Advance, de acceso, saldrá desde 47.900 euros y llegará con llantas de aleación de 19 pulgadas, la opción de actualizarse de manera remota, el portón trasero eléctrico y manos libres y lo más importante: el paquete pro-Pilot con interacción con el navegador.

El siguiente modelo del portfolio español es el Evolve, que llega con la misma configuración pero más equipado o la opción de la batería más grande, de 87 kWh y la tracción delantera. A estos modelos se les sumará la llave inteligente, el sistema de audio BOSE con 10 altavoces, la consola central deslizante y el pro-Pilot con la funcionalidad del aparcamiento. Los precios, en función de la batería, serán desde 52.400 euros y 57.900 euros sin contar con las ayudas del Plan MOVES al que pueden acogerse.

Más adelante aterrizará el modelo 4WD e-Force, que parte de los 60.900 euros y estará disponible a finales de año. Como tope de gama tendrán al Nissan Airya Performance e-4ORCE con dos motores que rinden 394 CV de potencia conjunta y conceden 400 kilómetros de autonomía.

¿Por qué un Ariya?

Pero para generar la curiosidad de conocer las potencias y rangos de autonomía del Ariya, primero tiene que conquistarte a primera vista. Personalmente, lo ha conseguido, como lo hizo en su momento el Nissan Qashqai. Creo que la firma japonesa suele dar en el clavo con sus diseños y la electrificación concede un paradigma que no han tardado en aprovechar.

Por suerte, la electrificación concede libertad para crear superficies como la parrilla completamente ciega que, con el acabado negro y su tramado interior ofrece una imagen frontal futurista y elegante, protagonizada por el logotipo renovado y retroiluminado. En el paragolpes inferior tenemos entradas de aire practicables para la refrigeración, junto a las laterales que mantendrán los frenos a la temperatura adecuada. Los grupos ópticos alargados, con tres módulos LED afianzados sobre el boomerang de luz diurna que enmarca parte de esa parrilla falsa de tramado elegante y futurista.

En cuanto a sus formas laterales estamos, como no, con un crossover de presencia dinámica con los guiños esperados al segmento todocamino. Hablo, por ejemplo, de las llantas aerodinámicas que parten de las 19 pulgadas, los pasos de rueda en negro y la cintura elevada, que acaba por coincidir en el pilar C debido a la caída coupé del techo.

En la zaga encontramos la luz que cruza el portón de apertura eléctrica y diseño futurista. Vemos mucha superficie plana, sin aristas que ensucien la amplitud de la vista trasera y un alerón funcional pero también de lo más atractivo. El maletero ofrece una capacidad de 468 litros para los modelos de tracción delantera y de 415 para los e4ORCE, por debajo de los 588 de un Hyundai Ioniq o los 543 litros de un Volkswagen ID.4.

Un habitáculo muy “chill”

La evolución del Nissan Ariya no solo es superficial, también se mantiene en el habitáculo. La disposición de los elementos consigue ese efecto de relajación y tranquilidad que acompaña a los eléctricos, con pocos elementos y amplitud a raudales. El salpicadero plano es esencial para liberar el espacio visual, protagonizado por dos pantallas de 12,3 pulgadas de gran calidad. Algunas funcionalidades del vehículo se podrán actualizar mediante la conexión a internet de manera posterior a la compra, algo que también concede la gestión y el control con el smartphone de aspectos como la batería, su carga y el climatizador.

La sensación frente al volante es de modernidad, con una posición de conducción que se puede modificar fácilmente pero para lo que molestan un poco las asideros de las puertas muy bajas.

Como detalle curioso, encontramos la consola central deslizable y un cajón frente a esta, debajo de la pantalla central, de bastante profundidad en el que guardar incluso botellas de agua pequeñas. Tampoco podemos pasar por alto el tacto de los botones hápticos del salpicadero, que son táctiles pese a no ser el típico elemento plástico, claves para ejercer esa sensación de confort, evolución y futurismo al habitáculo.

La sensación de espacio es mucho mejor en las plazas delanteras, dado que las traseras se ven muy afectadas por el diseño exterior del Ariya. Esa caída del techo, estilo coupé, reduce drásticamente la altura disponible en la banqueta trasera e incluso yo, que mido 1,60 metros de altura, entro justa en la plaza central. Eso lo hace un vehículo para cuatro pasajeros y, los de atrás, deberían ser menudos para viajar de forma cómoda y no sentirse atrapados por la flexión obligada de las rodillas, algo habitual en los eléctricos al colocar las baterías bajo el piso.

Nissan habla también de la tecnología de asistencia personal, con un sistema de reconocimiento de voz avanzado que comprende el lenguaje natural tras decir ¡Hola Nissan! pero nosotros no hemos podido probarlo. A cambio, hemos hecho lo pertinente con el sistema ProPILOT con navi link, que interacciona con el navegador para poder circular de manera semiautónoma.

Este escudo de protección, que puedes activar desde el volante multifunción te mantiene el Airya en el carril gracias a la combinación del control de crucero adaptativo y el sistema de mantenimiento de carril junto a la cámara 360, el avisador inteligente de colisión frontal, frenado de emergencia inteligente y la tecnología de frenado de emergencia automático trasero.

¿Cómo va el Airya?

La nueva plataforma CMF-EV de la Alianza persigue mantener una conducción agradable y dinámica pese a la introducción de la electrificación. Sin embargo, y como es ya habitual, la conducción eléctrica aporta pocas diferencias entre sí. A no ser que hablemos de modelos más prestacionales. En ese sentido, nos encontramos ante la típica sensación de calma, cero ruidos y tranquilidad al volante del Nissan Ariya. Es un coche especialmente cómodo, con una suspensión que trabaja en pro de ese confort y un reparto de pesos 50/50 muy adecuado para que las versiones e4ORCE lleguen a ofrecer un paso por curva estable y ágil.

El consumo está homologado en 17,6 kWh/100 km pero, como circulamos por un país especialmente duro con la velocidad y de ritmo muy lento, conseguimos apagar el Nissan Ariya con 16,5 kWh/100 km en la pantalla de infoentretenimiento. Dudo que ese resultado se diera en España, donde además tampoco tenemos una red pública suficientemente extensa como para recomendar un eléctrico de compra. A no ser que tengas un enchufe, tipo Wallbox, en casa.

En ese sentido, los tiempos de carga del Nissan Ariya son relativamente buenos. El Ariya de 87kWh puede recuperar hasta 350 kilómetros en 30 minutos, utilizando un sistema de carga CCS de hasta 130 kW del 20 al 80%. En ese mismo punto, las unidades con la batería pequeña completarán el proceso en solo 28 minutos.

Si hablamos de dispositivos de carga alterna, la cosa cambia sin ser dramática. El de 63 kWh tardará 10 horas en alcanzar el 10 al 100% en una toma de 7,4 kW y serán 13 horas y 50 minutos para la batería grande. En una toma de 22 kW, la pequeña se completa en 3 horas y 50 minutos mientras que con la de 87 kWh nos llevará cinco horas.