¿Por qué he recomendado el Mercedes-Benz GLA diésel a mis padres?

Muchos estudios hablan de la pérdida de interés de los jóvenes en los turismos, que está muy ligada a la infinidad de opciones de movilidad actuales y el precio, inalcanzable para muchos. De modo que, como se solía hacer en mi casa, empezaré por la mala noticia de la prueba del nuevo Mercedes-Benz GLA 200d 4MATIC de 150 CV: su precio.

El renovado GLA llega con una evolución significativa en cuestión de equipamiento y, por mucho que se trate de un SUV compacto, sigue siendo un modelo premium. Muchos de los que lean estas líneas recordarán que antes tener un Mercedes era símbolo de estatus, de modo que los 53.114 euros del modelo probado no deberían sorprender a nadie. Menos aún teniendo en cuenta el precio medio de los coches hoy en día. Pero, sin lugar a duda, es un motivo de peso para no recomendarlo a familias “de estar por casa”.

Con las cartas sobre la mesa, toca desgranar el porqué de un titular tan sentenciador, en el buen sentido. El GLA 2023 mantiene las mismas cotas que el modelo lanzado en 2020, por lo que hablamos de un todocamino de 4,41 metros de largo por 1,83 m de ancho y 1,61 m de alto.

Algunos optarían por reducir su rango de movimientos al entorno urbano, pero, tras dos semanas usándolo y dos viajes largos por medio, admito que su calidad de rodadura ha sido la gran sorpresa. El Mercedes-Benz GLA no resulta el SUV B más divertido en un tramo de curvas, como tampoco es el que mejor filtra los daños de las autopistas, pero en su equilibrio está la virtud.

Actualmente, puedes adquirir un GLA con propulsores gasolina 200 de 163 CV o 250 4MATIC de 224 CV, además de la variante 35 AMG de 306 CV. Sus ventajas residen en una respuesta más directa del pedal del acelerador, en parte gracias a un sistema de hibridación ligera que le concede el distintivo ECO. Sin embargo, los bloques diésel como el 200 d de 150 CV o 200d 4MATIC de 150 CV que hemos probado, son más que suficiente en cuanto a empuje y tienen un consumo ideal para trayectos más largos. También está la opción 220 d 4MATIC de 190 CV, pero ninguna de ellas supera el etiquetado C.

Su confort en vías rápidas y convencionales es el primer punto positivo del GLA, que con su habitabilidad se postula como vehículo único de una familia pequeña o parejas, bien sean jóvenes o más mayores. La habitabilidad aumentó con esta generación, ofreciendo más espacio para las plazas traseras y una sensación notable de amplitud gracias a su superficie acristalada. Eso sí, su maletero de 435 litros, sigue siendo de los más pequeños del segmento premium, con alternativas como el BMW X1 (505 l) o el Audi Q3 (530 l).

A cambio, la actualización llega con un salto importante en la evolución digital del GLA. La pantalla central es de 10,25 pulgadas (antes 7 pulgadas), así como su cuadro de instrumentos, y su sistema MBUX es pionero en el reconocimiento por voz, con un lenguaje muy natural en su utilización. Otro punto clave es la compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto sin cable, básico para un coche premium y motivo de recomendación directa.

Los cambios en su diseño también invitan a colocarlo entre los favoritos, con un aspecto más deportivo en la parrilla y mayor presencia del paragolpes delantero. También son nuevas las llantas y la firma lumínica, pero lo realmente importante es su mejora en seguridad. Más aún si quieres que un familiar viaje seguro.

Muchas marcas evitan cargar de ADAS a los coches “de acceso”, pero Mercedes-Benz ha dotado al GLA con sus últimas funciones: sistema de frenado automático de emergencia, mantenimiento en el carril, cambio automático de carril y aviso de vehículos en el ángulo muerto, capaz de modificar la trayectoria para evitar el impacto. Además, el control de crucero automático ajusta su velocidad a la carretera, adaptándose a las curvas o pendientes, pero es demasiado precavido a mi gusto.

En resumen, el Mercedes-Benz GLA es un coche para todo y con todo. La variante probada, con el 4MATIC capaz de ajustar la distribución del par a los modos de conducción, puede circular por campo fácilmente, pero no me atrevería con tramos complicados por su altura libre al suelo. Es una limitación que comparte con sus rivales, de modo que el precio, su diseño y su calidad de rodadura serán determinantes para la decisión final.