Porsche 911: un repaso por su primera generación
Desde su nacimiento, el 911 tuvo un rotundo éxito gracias a sus prestaciones, que superaron todas las expectativas
El 12 de septiembre de 1963 nació la leyenda de Porsche en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (IAA). El nuevo deportivo sucesor del 356, que originariamente fue conocido como 901, llegó al mercado en 1964 bajo el nombre de 911, a causa de un conflicto sobre los derechos de las denominaciones con un cero en medio que hubo con el constructor de automóviles Peugeot. El 911 tuvo un rotundo éxito debido a sus prestaciones, que superaron todas las expectativas.
Un año después, en 1966, se estrenó mundialmente el 911 S de 160 caballos, un vehículo exclusivo con llantas Fuchs, las más famosas de la historia del automóvil. En otoño de 1967, Porsche amplió la gama 911 con los modelos 911 T de 110 caballos y el 911 E. Cabe destacar que con estas versiones, Porsche se convirtió en el primer fabricante alemán en cumplir con la normativa estadounidense sobre emisiones.
A mediados de 1968, Porsche alcanzó otro hito mejorando su modelo con 2+2 asientos. A partir de 1969, la distancia entre ejes creció respecto a la primera generación en 57 milímetros, alcanzando los 2.268 milímetros. En este momento también se aumentó el diámetro de los cilindros cuatro milímetros, subiendo la cilindrada hasta 2.195 centímetros cúbicos. Sin embargo, en el año modelo 1972, el 911 aumentó todavía más la cilindrada hasta 2.4 litros.
Por último, la variante 911 Carrera RS 2.7 se convirtió en toda una leyenda de la marca, con su spoiler trasero estilo "cola de pato". Esta versión pesaba 1.000 kilos, tenía 210 caballos de potencia, y su velocidad máxima superaba los 245 kilómetros por hora. Con el 911 Carrera RS se cerró la primera generación del 911, del que se fabricaron un total de 111.995 unidades entre 1963 y 1973.
