Primera prueba del BYD Dolphin, un compacto eléctrico chino disponible desde 29.900 euros
El Dolphin tiene todo lo necesario para convertirse en un referente en su segmento
Build Yor Dreams (BYD) acaba de presentar el Dolphin, un modelo 100% eléctrico que probablemente sea su coche más vendido en España, gracias a su accesible precio, estando disponible desde 29.000 euros sin ningún tipo de ayuda, lo que significa que con los incentivos oficiales y sin contar con ningún tipo de campaña, se podrá adquirir desde 22.900 euros. Una cifra más que tentadora, para lo mucho y bueno que ofrece el bejnamín de la familia BYD.
El Dolphin se sitúa justo por debajo del Atto 3, con una longitud 4,29 metros, una anchura de 1,77 metros y una altura en 1,57 metros. Además, no tiene un aspecto SUV como el Atto3, por lo que parece bastante más pequeño que su hermano. Por ello sorprende más todavía que pueda ofrecer un interior tan amplio y versátil. Gracias a una batalla de nada menos que 2,70 metros, se ofrece un hueco extraordinario para las rodillas en la segunda fila de asientos. Esto, unido a un suelo totalmente plano y sin túnel central, hace que el coche goce de mayor confort que otros modelos de mayor tamaño. Además, cuenta con un generoso maletero de 345 litros con un doble fondo de 20 cm de profundidad. Y si se abaten los respaldos traseros, la capacidad de carga se eleva hasta los 1.310 litros.
El secreto de su versatilidad reside en la e-Platform 3.0, siendo el segundo modelo que monta esta revolucionaria estructura tras el Atto3, con el que ya la analizamos en profundidad durante su presentación. Lo más interesante de esta tecnología es que forma parte de la estructura del propio vehículo, y que las células de la batería en forma de ‘hojas’ (blade en inglés) se instalan directamente en ella, prescindiendo de los clásico módulos de la batería. Ésta cuentan con litio y fosfato de hierro, pero no emplean cobalto.
Dos baterías y tres motores
El Dolphin ofrece una amplia gama de modelos al combinar distintas autonomías, potencias y equipamientos.
La versión de acceso es la denominada Active, con batería de 44,9 kWh y potencia de 95 CV (70 kW). Ofrece una autonomía de 340 kilómetros y puede cargarse con corriente alterna hasta a 7 kW y con corriente continua hasta a 60 kW. Además, dispone de carga bidireccional V2L. Su precio es de 29.990 euros, y en su equipamiento de serie ya se ofrece: pantalla central rotativa de 12,8 pulgadas; asistencia a la conducción de Nivel 2; asientos eléctricos delanteros con ajuste electrónico; llantas biclor de 16 pulgadas; y cámara de visión 360 grados.
La versión Boost mantiene la batería de 44,9 kWh, pero eleva la potencia hasta los 177 CV (130 kW), lo que reduce la autonomía 310 kilómetros. Añade llantas de 17 pulgadas y suspensión trasera multibrazo para un mayor confort y dinamismo, con un precio final de 30.690 euros.
El BYD Dolphin Comfort amplía su batería hasta los 60,4 kWh y la potencia hasta 204 CV, con una mayor autonomía de 427 kilómetros (WLTP1). Puede recargarse con corriente alterna hasta a 11 kW y con corriente continua hasta a 88 kW, pudiendo pasar del 30 al 80% de la batería en 29 minutos. En cuanto al equipamiento suma: dos radares de aparcamiento en la parte frontal, un sistema de audio con 6 altavoces, y calefacción en los asientos delanteros. Todo ello por un precio de 35.690 euros.
El tope de gama es el Dolphin Design, que cuenta con las mismas especificaciones técnicas del Comfort, pero añade al equipamiento de serie: techo panorámico, cristales oscurecidos en las plazas traseras y carga inalámbrica para smartphones, por 37.690 euros. Tanto este como el resto de precios son sin descuentos ni campañas.
Los modelos con batería grande de 60,4 kWh estarán disponibles en España desde el mes de septiembre, mientras que los modelos con la batería de 44,9 kWh llegarán en 2024.
Buenas sensaciones
Tras poder verlo y tocarlo en directo en el Automobile Barcelona, esta era la primera vez que podíamos analizar a fondo y probar el BYD Dolphin. Y la primera impresión es la de estar ante un coche atractivo, bien elaborado y de una calidad más que notable.
El diseño es muy subjetivo y habrá a quien le guste más el Atto3 por eso de ser SUV y por sus líneas. Pero en general el Dolphin es un coche que llama la atención, gracias a una estética innovadora, pero europea; sin las estridencias típicas de los coches asiáticos. Además, tiene una paleta de colores divertida, acorde a su personalidad, entre la que destacan los colores rosas y morados, con la posibilidad de crear una bitonalidad con el techo de color negro en las versiones tope de gama.
Dentro se sigue la misma línea modernista, pero de un modo algo más conservador que en el Atto3. Del habitáculo, al igual que en el SUV, destacaríamos la gran pantalla central con sistema de rotación, apoyada por la pequeña pantalla que hace las veces de instrumentación frente al conductor. También llaman la atención los aireadores de los extremos o la botonera desde la que se controlan los sistemas del vehículo bajo la pantalla. Los tiradores tienen forma de aleta del delfín, haciendo un guiño al nombre del coche.
Si hablamos de calidades del interior, sentimos que el Dolphin está un poco por debajo que el Atto3, tanto por los ajustes (sobre todo en los botones), como por la presencia de plásticos duros, además de no tener tantos elementos ornamentales. Esto no significa que el compacto sea de mala calidad, ni muchísimo menos. El benjamín de la familia BYD puede competir en este aspecto con cualquier modelo europeo sin complejos, pero en algo se tiene que notar que es el modelo de acceso a la firma china, además de en el tamaño.
Lo que es indiscutible en este modelo es el confort y el espacio. Los asientos son muy ergonómicos. Incluso la tercera plaza del centro de la banqueta posterior es lo suficientemente grande y blanda como para viajar sin incomodidades. Además, los materiales tienen buen tacto y un mullido agradable.
Al volante del BYD Dolphin
Durante la presentación pudimos probar el modelo tope de gama, con el motor de 204 CV y la batería grande, ya que son los primeros que se comercializarán en España. En general es un coche cómodo y sencillo de conducir, que es lo que más se busca en un modelo eléctrico de estas características y con este tamaño. Tiene un rodar sueve, silencioso y agradable.
En tramos cortos o recorridos urbanos se mueve con agilidad, y en zonas abiertas o vías rápidas ofrece una muy buena sensación de estabilidad y seguridad. A este respecto hay añadir que, por supuesto, el Dolphin cuenta con todos los sistemas de última generación para poder conquistar las 5 estrellas EuroNCAP.
Nos gustaron especialmente los tactos de conducción. La frenada es muy natural, lo que es algo complicado de lograr en un coche eléctrico con sistema regenerativo. Eso sí, no hay mucha variación entre el modo de retención normal y el más potente. También apreciamos el buen trabajo hecho en la dirección, que puedes ser demasiado desmultiplciada para una persona a la que le gusten los coches deportivos, pero perfecta por su suavidad y facilidad de manejo para quienes busquen un buen aliado para el día a día.
Lo que menos nos gustó de todo fue el intrusismo de los sistemas de ayuda a la conducción, y en especial el de mantenimiento de carril. No sólo te pitaba constantemente cuando te acercabas lo más mínimo a las líneas exteriores, sino que además te pegaba un volantazo brusco y rápido para, supuestamente, devolverte al centro del carril. No nos parece un problema de gravedad, ya que probablemente se pueda suavizar desde el panel de control, pero con el tiempo que teníamos en la presentación no pudimos comprobarlo.
En líneas generales nos gustó tanto el comportamiento como el manejo del Dolphin, y más teniendo en cuenta que es un coche recién lanzado al mercado y que las unidades que probamos eran casi preseries. Es muy de agradecer el esfuerzo que ha hecho BYD por adaptar los gustos y preferencias de los conductores europeos en este coche, al igual que ya hizo con el Atto3.