Probamos el Renault Arkana E-Tech Full Hybrid
Testamos el rendimiento tanto en ciudad como en carretera del SUV coupé más popular de Renault
El Arkana es uno de los modelos que más alegrías le está dando en los últimos tiempos a Renault. Su acentuada línea SUV Coupé es del agrado de unos consumidores, que vuelven a apostar por la marca del rombo. En NEOMOTOR hemos querido testar su rendimiento tanto en ciudad como en carretera, y por eso nos hemos decantado por el propulsor E-Tech Full Hybrid, en su acabado esprit Alpine, que podríamos definirlo como el más alto de la gama.
Estéticamente es un coche que llama la atención. Como decíamos anteriormente, su línea SUV Coupé juega a su favor, ya que le aporta un aspecto deportivo que se incrementa en el modelo que conducimos por su acabado de alta gama. Tiene unas medidas contenidas, 4,56 metros de largo, a pesar que en un primer vistazo pueda parecer un vehículo mucho más largo.
Personalmente, una de las partes que más me gusta es el frente. La firma lumínica se una por una moldura que, en el medio, incorpora ahora el nuevo logo del rombo. La parrilla incorpora una nueva malla con inserciones bicolor, dejando un pequeño hueco en el medio para la cámara delantera. Por debajo, la parrilla inferior cuenta con una moldura en forma de labio, que la divide permitiendo una buena entrada de aire. Destaca el hecho de que Renault ha dejado de usar cromados, apostando por molduras en color oscuro.
En la zaga, el portón permite un cómodo acceso al maletero, que cuenta con una capacidad de 480 litros, pero si abatimos los asientos traseros, nos vamos a los 1.263 litros. Es un maletero con dos alturas, por lo que tenemos una parte que va cubierta, en la que podemos llevar cosas que no queremos que estén a la vista de todos. No obstante, el maletero va cubierto con un protector, y tampoco dejamos nada a la vista. El portón trasero no lleva limpia, pero es que con la inclinación que tiene la lluvia nunca va a quedar estancada.
Tiene una altura libre al suelo de 200 mm. Personalmente creo que luciría más si no tuviera tanta altura, pero no es menos cierto que Renault quiere que los conductores prueben el vehículo fuera del asfalto, y para ello se necesita esta altura, con el fin de no dañarlo. En el lado positivo está el hecho de que esta altura hace mucho más fácil el acceso al vehículo y, por lo tanto, es mucho más cómodo entrar y salir del mismo.
Interiormente, el acabado “esprit Alpine” no hace más que confirmar que estamos ante un gran coche. Los acabados son de alta calidad, los plásticos son duros, y no hay holguras ni ruidos. Habrá que ver como lleva el paso de los años. Los asientos tienen una configuración especial debido a su acabado, en donde los pespuntes de la tapicería lo marcan tres líneas, roja, blanca y azul. Sí, un guiño a su país de origen. Son asientos que recogen muy bien el cuerpo, y os puedo asegurar que haciendo viajes largos tardamos mucho tiempo en acusar el cansancio. Además, en su parte superior incluyen el logo de Alpine. La pantalla de la consola central es de 10,2 pulgadas. El sistema de infoentretenimiento es de alta calidad, ya que viene acompañado por un sistema de sonido Bose.
La botonería prevalece sobre los pulsadores táctiles, y aunque os pueda sonar raro, personalmente es un aspecto que me gusta. Por debajo, dos tomas USB, menos mal, un conector auxiliar tipo Jack y una toma de corriente de 12 voltios vamos, lo tradicional.
Bajo el capó de este Renault Arkana se esconde un motor e-Tech Full Hybrid de 145 CV. Combina un motor de gasolina de 94 CV con dos motores eléctricos de 40 y 20 CV respectivamente. La suma de los tres motores proporciona los 145 CV que comercializa esta versión. La caja de cambios tiene cuatro marchas para el motor gasolina y dos para el eléctrico principal, lo que permite múltiples combinaciones.
El escenario principal en el que hemos desarrollado la prueba es el urbano, ya que entendemos que es en donde mayoritariamente se va a desarrollar su uso. Tengo que reconocer que su respuesta en ciclo urbano me ha sorprendido gratamente. Rodamos en una ciudad que no es llana, por lo que las cuestas y bajadas pronunciadas son el pan nuestro de cada día. Este aspecto influye a la hora de obtener una media de consumo. Aún así, Renault no habla de un consumo combinado en ciclo WLTP de 4,8 litros a los cien, y al final de la prueba el marcador de a bordo marcaba 5,4 litros. Seguro, que, si rodamos en llano, incluso bajaríamos ese consumo combinado. Cuando salimos a carretera, y rodábamos a ciento veinte por autopista, el consumo tampoco se disparaba y nos marcaba una media de 6,4 litros a los cien.
En la conducción urbana destaca el tiempo que conseguimos que el coche vaya en modo 100% eléctrico. Si queremos forzar tenemos un botón que nos pone en modo eléctrico, si tenemos batería claro, pero si es el coche el que gestiona la conducción, el porcentaje de tiempo en el que vamos en modo eléctrico es muy alto. Ayuda la rápida recarga de la batería, y que al disponer en la caja de cambios de un modo B, la regeneración de la frenada es mucho mayor y la batería carga rápidamente.
En resumen, después de probar este Renault Arkana esprit Alpine e-Tech Full Hybrid, me explico el éxito y la gran aceptación que tiene entre los conductores. Que se me olvidaba. El precio de la gama parte de los 27.300 euros para el acabado con motor gasolina de 140 CV. Si hablamos de la versión probada, la Esprit Alpine híbrido gasolina no enchufable, hablaremos de seis mil euros más.