Qvolt, el curioso coche eléctrico diseñado por Akira Toriyama, creador de Dragon Ball
Solo se fabricaron nueve unidades de este eléctrico, que llegó en 2005 con 80 kilómetros de autonomía.
Recientemente amanecimos con la triste noticia del fallecimiento de Akira Toriyama, uno de los dibujantes de Manga más importantes de todos los tiempos. De su imaginación salieron los personajes y las historias de Dragon Ball, el Dr. Slump y Go! Go! Ackman, entre otros cómics, y un buen puñado de personajes para otras series y videojuegos, como Dragon Quest o Chrono Trigger. Su legado artístico es histórico y conocido por todos. No obstante, lo que muchos desconocen es que, si hubiera querido, podría haber sido también diseñador de coches, como demuestra el Qvolt, un pequeño vehículo eléctrico que él mismo diseñó en 2005.
Este simpático coche se desarrolló a petición de la compañía Choro Q Motors, que acudió al estudio de Toriyama, Bird Studio, para su diseño. Pese a que otras firmas automovilísticas habían tentado al dibujante, ninguna lo había convencido hasta entonces. Tampoco lo hicieron después y el Qvolt quedó como el único automóvil nacido de la pluma y la tinta del maestro japonés.
Muy llamativo
Como no podía ser de otra manera, el producto final fue un coche único, adelantado a su tiempo, en el que destacan varias cosas. Primero, por supuesto, su diseño, que podría ser sacado directamente de uno de sus cómics. A simple vista recuerda a un hot rod americano, pero muy desproporcionado en cuanto a su frontal, enorme, en comparación con las pequeñas ruedas que monta. En la zaga destaca una pequeña caja para cargar objetos, mientras que el habitáculo, descapotable, solo ofrece espacio para una persona. Según confirmó el mismo Toriyama, dedicó aproximadamente un año a su diseño.
Lo siguiente que llama la atención es su propulsión. Con un enfoque claramente urbano, el Qvolt fue uno de los precursores de la electrificación, aunque solo era capaz de acelerar hasta los 30 kilómetros por hora y ofrecer una autonomía de hasta 80 kilómetros entre cargas.
Disponible en cinco colores, amarillo, azul, negro, rojo y blanco, solo se fabricaron nueve unidades que se comercializaron por un precio de 1,9 millones de yenes, unos 19.000 euros al cambio actual. Ahora mismo, se sabe que una de las unidades está en las oficinas de Shueshia, la editorial que publica Shōnen Jump, la mítica revista en la que Akira publicaba Dragon Ball, mientras que otra unidad la poseía el mismo autor. Es de esperar que, si alguna sale al mercado, su exclusividad y ahora carga emocional disparen su precio.