Prueba del Renault Clio E-Tech, un icono electrificado
Probamos la versión electrificada del Clio, que llega con 140 CV de potencia y un comportamiento excelente hasta que su transmisión empaña la experiencia
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El Renault Clio no necesita presentación. El popular compacto francés se reparte la mayoría de ventas de la compañía con el Mégane, que compite en el segmento más competido del mercado, y con el Captur, un SUV urbano basado en su misma plataforma. Tras el éxito del Zoe, el eléctrico de Renault, la firma del rombo ha tenido que afrontar la electrificación de su gama con un enfoque más accesible para llegar a más compradores y cumplir los objetivos de descarbonización europeos. Apoyándose en la tecnología E-Tech, procedente de la Fórmula 1, Renault ha apostado por la hibridación convencional y la hibridación enchufable para electrificarse. Con el Clio ha optado por la primera opción, una apuesta acertada e inteligente.
El Clio E-Tech se basa en la presente generación del vehículo, que llegó en 2019 con importantes avances tecnológicos y cambios significativos en su diseño, desde los grupos ópticos delanteros en forma de 'C' hasta los nuevos paragolpes y su longitud más contenida. En el interior la evolución era más llamativa, con una enorme pantalla vertical de 9,3 pulgadas, el tamaño de la del iPad, para gestionar el sistema de infoentretenimiento. Aunque su sensibilidad y su uso podría mejorar si fuera más suave e intuitivo, el nuevo Clio ofrece lo último en conectividad y también en tecnología de seguridad.
El espacio interior es correcto en la parte delantera y algo justo en la trasera, aunque dos adultos altos pueden viajar detrás sin demasiados problemas. El plástico duro abunda, pero otros materiales más agradables al tacto conformarán un interior muy acertado. De Meo quiere que Renault compita con marcas como Volkswagen o Peugeot y van por el buen camino. El maletero, de 245 litros, es algo justo.
Mejor en ciudad
La hibridación convencional permite a Renault electrificar el Clio sin que su precio se dispare, aunque supera los 22.000 euros. Combinando un motor de combustión de 91 CV con dos motores eléctricos de 49 y 20 CV, respectivamente, el Clio E-Tech entrega 140 CV a las ruedas delanteras. En marcha es muy suave, su aceleración es contundente y recupera velocidades de crucero con una facilidad pasmosa. El punto flaco en este aspecto es su transmisión CVT, que en acciones como los adelantamientos opta por subir mucho las revoluciones consiguiendo que el motor ruja sobremanera sin incrementar demasiado la velocidad.Estas características le hacen el compañero ideal en la ciudad, capaz de circular en modo 100% eléctrico durante unos pocos kilómetros y de recargar su batería en las frenadas o la marcha por inercia. Su potencia le hace muy capaz fuera de las urbes, pero su transmisión empañará una experiencia que, hasta entonces, es divertida, eficaz y placentera. La CVT, además, provoca que el consumo en modo combustión alcance cifras de segmentos más grandes, dejando la media, incluyendo el uso de los motores eléctricos, en 6,1 litros cada 100 kilómetros.