¿Sabías que hay un Mazda inspirado en los ositos de gominola Haribo?
El Mazda 121 ‘Goldy’ lleva ositos en sus tapacubos, en el volante, techo y cristales
Mazda tiene uno de los coches más distópicos de cuantos existen. Se trata del de principios de los años 90, un utilitario inspirado en los ositos de gominola de Haribo.
Esta edición especial limitada a tan sólo 1.000 unidades, se vendió exclusivamente en los mercados alemán, austriaco y suizo, y se distinguía por su brillante color ‘golden yellow” inspirado en los Haribo Gold Bears. Además venía con un equipamiento especial que incluía un volante Momo con un oso Haribo dorado en el centro, una persiana en la ventana trasera con un colorido diseño de ositos de gominola Haribo. Pero quizá lo más llamativo de todo eran los tapacubos con forma de oso. Sin duda se trataba de un coche para los amantes de estos dulces: sólo ellos se podían comer las de 100 bolsas de ositos Haribo Gold Bears que venían con el coche.
Hofele Design, la empresa conocida por tunear coches alemanes de lujo, dotó a la edición ‘Goldy’ del 121 de una capota blanda, para dejar el curioso interior al descubierto. Esto contribuía a ampliar la sensación de amplitud que ya ofrecía de por sí el Mazda 121 con su diseño redondeado y su techo abovedado. La parte superior de lona se podía pedir además con un diseño estampado de ositos de gominola, y se plegaba con múltiples configuraciones: de adelante hacia atrás, de atrás hacia adelante y simultáneas en ambas direcciones. Por todo ello, el modelo obtuvo el cariñoso apodo de ‘coche burbuja’.
El ‘Goldy’ montaba un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.3 litros, que entregaba 72 CV, con los que alcanzaba una velocidad máxima de 155 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos.
Hoy en día, Mazda conserva uno de los coches Goldy en el Museo de Automóviles Clásicos Mazda de Frey, en Augsburgo, Alemania. En 2022, una pareja alemana de Renania del Norte-Westfalia donó el coche que habían ganado en la lotería especial organizada por Haribo. Así, esta dulce colaboración entre Mazda y el mundo de los ositos de gominola será recordada por las generaciones venideras.