Siete rutas por las Islas Canarias: el Toyota RAV4 Hybrid en La Palma
Primera reserva Starlight del mundo, desde cualquiera de sus puntos cardinales, La Palma nos regala unos majestuosos escenarios. Elegimos el que nos lleva al Roque de los Muchachos, centro neurálgico del astroturismo y con el nuevo Toyota RAV4 Hybrid como estrella invitada
Conocida también como la "Isla Verde" o la "Isla Bonita", el primer reto que nos plantea una visita a La Palma es por dónde empezar a admirarla. El norte, con pueblos como Puntallana, San Andrés y Sauces, Barlovento y Garafía ofrece el encanto de poder perderse en rincones de intenso verde como el bosque de Los Tilos o el Cubo de La Galga. Por el sur, y siempre desde Santa Cruz de La Palma, transitando por Breña Alta y Breña Baja, la Villa de Mazo hasta Fuencaliente sin perdernos el volcán de Teneguía, el penúltimo que erupcionó en Canarias. Asomarnos a la cara occidental nos lleva a admirar Puerto Naos, Tazacorte y los Llanos de Aridane. Sin embargo, después de visitar Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote, en esta nueva ruta de dos etapas con final en La Gomera y al volante de la nueva generación del Toyota RAV4 Hybrid, el tiempo apremia y escogemos una ruta por el centro con un destino imprescindible: el Roque de los Muchachos.



Exuberancia natural
Los
218 cv de la versión 4x2 vienen de perlas en esta ruta que parte de Santa Cruz de La Palma, la capital, hasta el mismo mirador del Roque de los Muchachos a 2.426 metros. Desde la LP-1 tomamos la LP-4, una de esas carreras de montaña retorcidas y bellas a partes iguales. Pronto, muy pronto, primera parada en la
ermita de Nuestra Señora de Candelaria, en Mirca, una construcción que se erigió durante el Siglo XVII y fue reconstruida hace ahora cuarenta años.





Hacia el infinito
En este tramo de curvas enlazadas con suave ascenso es buen momento para poner a prueba el
modo "Sport" que trae consigo un tacto de dirección más consistente y un talante del sistema híbrido y el propio cambio que ayudan a conducir allegro ma non troppo el RAV4. Nueva parada:
Monumento al Infinito, donde naturaleza y astronomía estrechan definitivamente lazos, una constante en lo que nos queda de ruta.
El primer contacto con el complejo que forma el Observatorio del Roque de los Muchachos y su red de más de una docena de telescopios es impactante. El tipo de vegetación y la amalgama de tonos que ofrece la roca volcánica en este punto de la isla, produce la sensación de haber llegado a otro planeta. Toda esta red de observatorios, con sus sofisticadas estructuras hechas para escudriñar los rincones más profundos del universo a través del límpido cielo palmero, son otro atractivo más de esta ruta que entra en su tramo final.

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Seguridad
Hacia la conducción autónoma: El nuevo RAV4 estrena para la marca el conjunto de asistentes y sistemas de seguridad que llama
Toyota Safety Sense. Aunque por las características del recorrido no pudimos sacarle el provecho que merece, el gran avance se produce en términos de automatización, ya que pone en comunión la alerta de cambio involuntario de carril, el sistema de mantenimiento de trayectoria, el control de crucero adaptativo inteligente y el sistema de precolisión que ahora es capaz de detectar peatones y ciclistas, además de otros vehículos. El detector de ángulo muerto y la alerta de tráfico posterior completan este amplio menú en las versiones mejor equipadas.

Paradas recomendadas
- Santa Cruz de La Palma: Imprescindible un paseo por su Avenida Marítima y perder la noción del tiempo contemplando el mayor conjunto de balcones típicamente canarios. Callejeando por la capital nos tropezamos con multitud de vestigios de su pasado en forma del empedrado de su suelo o las casas de estilo colonial. Es muy recomendable también una visita a las casas consistoriales y al Barco de la Virgen y su Museo Naval, una reproducción de la Santa María, la nave a bordo de la cual Cristóbal Colón puso por primera vez su vista en el Nuevo Mundo.
- Monumento al Infinito: Obra de César Manrique –hilo conductor en muchas de las rutas que estamos realizando por las Islas Canarias–, está hecho de hierro forjado, mide once metros y está en un punto del municipio de San Andrés y Sauces a alrededor de dos mil metros sobre el nivel del mar. A su orilla está enclavado uno de los 16 miradores astronómicos que ayudan no sólo a admirar estrellas y constelaciones, también a identificarlas y ubicarlas en el cielo.

- Roque de los Muchachos: Más allá del observatorio, este monumento natural situado a 2.426 metros sobre el nivel del mar es uno de los lugares más característicos de la isla. Consta de un conjunto de rocas de alrededor de tres metros que, juntas, parecen un grupo de muchachos convertidos en piedra y es resultado –como tantos y tantos escenarios de las Islas Canarias– resultado de la actividad volcánica. Desde su mirador se puede ver lo imponente de la Caldera de Taburiente y, en días muy claros, las islas vecinas de El Hierro, Tenerife y La Gomera.
