Siete rutas por las Islas Canarias: un homenaje a la conducción
Iniciamos esta serie de rutas por las Islas Canarias al volante de la versión más aventurera del Amarok: un coche perfecto para explotar la riqueza paisajística de este continente en miniatura
Además de unas magníficas playas, de una temperatura media anual de 24º y de un entorno natural absolutamente privilegiado, Gran Canaria ofrece a los amantes de las buenas rutas en coche o moto una ingente variedad de carreteras que conectan escenarios mágicos. Desde las orillas del Atlántico –en lugares tan encantadores como Agaete o Mogán– hasta el techo de la isla, a cerca de 1.960 metros junto al Pico de las Nieves, las carreteras que unen sus 21 municipios son una delicia. En NEOMOTOR iniciamos una serie de siete rutas por las siete islas (con permiso de La Graciosa) y qué mejor compañero que el Volkswagen Amarok en su versión más equipada y predispuesta a la aventura.
Con su suave como la seda (aunque poco silencioso) motor 3.0 V6 diésel TDI de 204 CV de potencia y la caja de cambios automática de ocho velocidades, no hay ruta que se le resista. Elegimos la zona este de la isla, en el municipio de Telde y sus costas –en concreto las cercanías del pueblo pesquero de Tufia– para ir, a través de la GC-1 y una pequeña circunvalación, en busca de la cumbre transitando la GC-130. Una carretera típica de montaña de la isla con un asfalto de gran agarre y desniveles que ponen a prueba el poderío del propulsor del Amarok Canyon V6.


Nos vamos en busca del Roque Nublo que hemos podido ver desde el mirador del Pico de las Nieves. Desde las inmediaciones de la Caldera de Los Marteles el paisaje está dominado por el pino canario, un árbol endémico que, gracias a su gruesa corteza es muy resistente al fuego. Esta es la tónica general también en nuestro tránsito por los Llanos de la Pez, Las Mesas, los alrededores del barranco de Tejeda y también, a los pies 'del Nublo' en la Degollada de la Goleta.


La sucesión de curvas continúa hacia otro de los 'must' de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana, Tunte, punto de avituallamiento imprescindible antes de afrontar la recta final de esta intensa ruta. Los últimos pinares pierden la batalla a un paisaje más árido tan pronto como encaramos el acusado descenso hacia Fataga. A partir de aquí la carretera, la misma GC-60, se vuelve mucho más rápida a medida que el mar y las dunas de Maspalomas se aprecian más y más cerca.

Paradas recomendadas
- Caldera de Los Marteles: La explosión de un volcán freomagmático provocó este enorme cráter de 550 metros de diámetro y 80 metros de profundidad. A nivel geológico esto ocurrió hace relativamente 'nada', menos de un millón de años. Cada rincón nos hace tener muy presente el origen volcánico de la isla, ya que a espaldas de este mismo mirador se encuentra también la Caldera de Tenteniguada y restos de antiguas erupciones en forma de roques.

- Pico de las Nieves: El detalle sobre qué punto es el más alto de Gran Canaria queda en anécdota si se visita este mirador porque junto a él se aprecia el Morro de la Agujereada, el verdadero techo de la isla. Desde esta atalaya se puede atisbar buena parte del recorrido que, desde la cumbre, nos lleva al sur, a Maspalomas, así como el extenso territorio declarado Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco. Más hipnótica aún es la vista del Roque Nublo y, al fondo, la isla de Tenerife y el imponente Teide a veces conectado con la isla vecina a través de un mar de nubes.

- Roque Nublo: Gran Canaria tiene numerosos pitones volcánicos que, con la erosión de miles y miles de años, han adquirido unas formas muy características. Pero ninguno es tan emblemático y tan representativo de la isla de Gran Canaria como el Roque Nublo. Situado en el municipio de Tejeda, es visible en multitud de puntos de la isla, pero es desde la Degollada de la Goleta de donde parte un sendero a través del cual se puede llegar a pies de este simbólico monolito de piedra de alrededor de noventa metros de altura.

Equipamiento
Una dotación acorde con su tamaño:Con 5,25 metros de largo, el Volkswagen Amarok puede parecer un coche incómodo a la hora de maniobrar. Sin embargo, en esta versión Canyon se pertrecha de tantos y tan útiles elementos de equipamiento que esta sensación se disipa a medida que nos hacemos a él. Hablamos de asistentes como el 'Park Pilot' en zona delantera y trasera y la cámara de marcha atrás.

