Vuelve el Land Rover Defender más auténtico
Land Rover revive al legendario Soft Top con motor V8 y un nivel de personalización fuera de lo común
No es un restomod al uso. Tampoco un ejercicio de nostalgia. Lo que ha hecho Land Rover Classic con el nuevo Defender V8 Soft Top va más allá de recuperar una silueta mítica: es un homenaje hecho a mano, pieza a pieza, recuperando el espíritu original del Defender 90 descapotable, ahora con un motor V8 de 405 CV y un acabado que roza el lujo artesanal. Una auténtica pieza de coleccionista.
La base del proyecto es clara: recuperar unidades originales fabricadas entre 2012 y 2016 en Solihull, desmontarlas hasta el último tornillo y reconstruirlas desde cero en las instalaciones de Classic Works, en Coventry. Lo que sale de allí ya no es solo un vehículo clásico restaurado. Es un Defender reinterpretado, con más músculo, más presencia, pero sin perder su esencia.

El alma de este modelo es su bloque V8 atmosférico de 5.0 litros, que entrega 405 CV y 515 Nm de par. Va asociado a una transmisión automática ZF de ocho marchas, lo que asegura una entrega de potencia lineal y, sobre todo, mucha facilidad para conducirlo en cualquier terreno. Hace el 0 a 100 km/h en 5,6 segundos, pero no es un deportivo, ni tampoco pretende serlo.
La suspensión se ha revisado por completo. Incluye muelles helicoidales Eibach, barras estabilizadoras específicas y amortiguadores mejorados, todo ajustado para mantener la estabilidad sin sacrificar confort. También los frenos han subido de nivel, con discos delanteros de 335 mm y traseros de 300 mm firmados por Alcon. Se nota que no han dejado nada al azar.
Uno de los elementos más icónicos de este Defender es su capota de lona, disponible en cuatro colores: Black, Sand, Dark Khaki y Navy. El diseño es nuevo pero sigue fiel al original. Lateral y parte trasera se pueden abrir, enrollar y asegurar, para disfrutar de una conducción al aire libre, sin perder del todo la protección. Como en los viejos tiempos, pero con mejor ajuste.
Para los más puristas, también hay una versión “bikini”, que cubre solo los asientos delanteros. El marco de la capota se ha rediseñado inspirándose en el codiciado Defender NAS de los noventa, un detalle que apreciarán los que conocen la historia del modelo.
Una de las claves del programa Works Bespoke es que permite crear un coche casi a medida. Aquí, los clientes pueden elegir entre 49 colores de carrocería, además del servicio Match-to-Sample, que abre la puerta a cualquier tono que puedan imaginar. Las llantas también tienen su protagonismo: se puede optar por unas Wolf de 16 pulgadas o unas Sawtooth de 18. Ambas robustas. Ambas con mucha personalidad.
El interior mantiene esa dualidad entre clasicismo y refinamiento. Tapicería de piel en tonos tan variados como Caraway, Liberty Blue o Garnet, cinco combinaciones monotono y ocho bitono. ¿Quieres un soporte a medida para tu tabla de surf o una pequeña nevera para vino? También se puede. La idea no es solo vender un coche, es construir una experiencia.
El Defender V8 Soft Top es un coche pensado para quienes buscan algo distinto. Para quienes entienden lo que representa este modelo en la historia de Land Rover. Y para quienes no tienen prisa, ni problemas en pagar desde 195.000 libras (sin impuestos) por un vehículo que mezcla carácter, exclusividad y funcionalidad.