Esta es la parte más expuesta al cáncer de piel cuando conduces

Existen una serie de recomendaciones de seguridad que la DGT siempre hace llegar a los conductores en nuestro país, pero hay algunos comportamientos con los que tu seguridad y salud también están en juego y que no son tan conocidos.

Si pasas muchas horas conduciendo es normal que puedan aparecer dolores en las articulaciones u otro tipo de molestias, pero lo cierto es que tu brazo izquierdo sufre en silencio mucho más que otras partes del cuerpo, y puede llegar a ser un problema a largo plazo. Se trata de un peligro al que están expuestos aquellos que más conducen, como los camioneros o los trabajadores del sector del transporte.

En España, son muchos los coches que cuentan con los cristales tintados. La función de estos cristales es, además de estética, la de preservar mejor el interior del vehículo así como evitar los destellos durante la conducción, haciéndola más segura. Además, también te protegen de los rayos UV, que dañan tu piel sin que te des cuenta.

El problema que hay en nuestro país con respecto a otros países de Europa es que la laminación de estos cristales cuenta con una fuerte regulación. Por lo tanto, si tintas los cristales de tu coche deberás asegurarte de que sea en un centro que los homologue correctamente, así como hacerlo únicamente en los cristales posteriores.

En otros países de Europa los vehículos pueden circular con todos los cristales tintados, sin excepción alguna. En España en cambio sólo puedes tintar los cristales que están en la parte de atrás de tu coche, con el objetivo de que puedas ser identificado correctamente por los agentes de tráfico y de que tu visibilidad sea la correcta.

En caso de intentar pasar la ITV con los cristales delanteros tintados o con los traseros sin homologar correctamente, te enfrentas no sólo a una inspección desfavorable, sino a una multa de hasta 150 euros.

Al conducir en un país como España, debes de tener en cuenta que el tiempo que te expones a la radiación solar es mucho mayor que en otros puntos de Europa, y más aún en verano, cuando las temperaturas son tan altas y el sol pega con tanta fuerza, lo que lleva a que en muchas ocasiones puedas quemarte la piel mientras conduces. Pero no te confundas, conducir al sol no debe hacerte pensar que puedes ponerte moreno en tu coche, sino que es algo mucho más peligroso de lo que crees.

Al estar expuesto a la radiación solar durante largos periodos de tiempo (sobre todo aquellos conductores que más tiempo pasan en las carreteras, como camioneros o trabajadores del sector del transporte) tu cuerpo y en concreto tu brazo izquierdo (el que más luz recibe) pueden llegar a desarrollar cáncer de piel. Por ello, es recomendable conducir con manga larga o en su defecto con crema solar.

La posibilidad de tintar las ventanas delanteras sería una solución favorable para los conductores, pero su prohibición nos perjudica en este aspecto, por lo que debes adaptarte como puedas para cuidar tu salud y la de tu piel mientras conduces.