Pueden multarte por esto y ni siquiera lo sabes: la acción que puede costarte hasta 3.000 euros
Los consistorios están mejorando los sistemas para detectar el ruido, incluso si la música del coche está demasiado alta
¿Quién no ha cantado a pleno pulmón en el coche? Las bandas sonoras son la mejor compañía de una aventura con amigos, regalando momentos únicos, risas e instantes que siempre recordaremos. También es el mejor de los entretenimientos ante una retención de camino al trabajo, pero puede distraernos y, por ese motivo, los agentes se guardan bajo el brazo la posibilidad de sancionar un excesivo volumen en tu vehículo.
Las plataformas tienen sus propias listas, muchas de ellas de lo más acertadas para un viaje largo al volante, como esta Roadtrip de LoudKult que se mantiene actualizada con los últimos éxitos mundiales. También puedes crear tu propia lista de reproducción, como antes se hacía con los CD’s o los cassettes.
Lo importante es que, tal como vemos en el siguiente tweet publicado por la @DGTes , la música nos acompañe con una intensidad moderada y con ritmos que no nos adormezcan. Debemos evitar elevar el volumen como estrategia para evitar la somnolencia o pasarlo mejor, creyéndonos Adele, si nos pasamos de decibelios renunciamos a recibir los impactos acústicos del exterior como el claxon de otro coche o las sirenas de una ambulancia.
La DGT no puede multar, por ahora
Todo lo que puede hacer la Dirección General de Tráfico es una recomendación. Por ahora no están en disposición de sancionar a un conductor por escuchar su sistema de audio demasiado alto, pero sí podemos ser multados por exceder los decibelios establecidos en las ordenanzas municipales. Es decir, los límites de ruido que marca cada Ayuntamiento y que pueden acarrear de 100 hasta 3.000 euros de multa.
Esta infracción está pensada para locales, viviendas o establecimientos que rebasan los decibelios permitidos en las ciudades y pueblos españoles, afectando así al sueño y descanso de sus vecinos. Estos sistemas, llamados sonómetros, han mejorado hasta el punto de detectar el volumen de un vehículo y son utilizados por los agentes en todo tipo de casos.
El nivel de volumen, o como le queramos llamar, está marcado y establecido previamente en función del consistorio, así como la sanción. De forma genérica, se utiliza la medida de los 87 decibelios pero, en Madrid, la sanción es válida a partir de los 7 dB y supone una multa de 600. Los 3.000 euros se aplican a situaciones especiales, como el exceso de ruido cerca de un hospital y si os parece una medida estricta, pensad que en Francia existen los radares Medusa, un dispositivo que mide el sonido ambiente y localiza la fuente de este.