Qué es la frenada regenerativa del coche y cómo funciona
Los vehículos más modernos del mercado regeneran hasta el 70% de la energía cinética que pierden al frenar
Los coches de gasolina y diésel estarán prohibidos en Europa en 2035, siempre y cuando no utilicen combustibles sintéticos. Como ya te contamos hace unas semanas, los e-fuel serán la posible solución para que los coches con motores de combustión tengan una segunda vida a partir de 2035. No obstante, para hacer frente a las continuas regulaciones europeas, la mayoría de fabricantes de automóviles llevan años incorporado algún tipo de electrificación en sus mecánicas: desde coches totalmente eléctricos hasta híbridos, híbridos enchufables o Mild-Hybrid (el escalón más bajo de la electrificación). Pero más allá de su nivel de electrificación, hay algo que incorporan todas estas mecánicas: el sistema de frenada regenerativa. Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de esta tecnología, así que a continuación te contamos qué es y cómo funciona.
¿Qué es la frenada regenerativa?
La frenada regenerativa es una tecnología que tiene varias décadas y que se puso de moda cuando los coches de Fórmula 1 comenzaron a equipa el KERS, el sistema de recuperación de energía cinética.
El sistema de frenada regenerativa que equipan actualmente los vehículos electrificados sirve para producir energía y almacenarla para cuando se necesite, ya sea para mejorar la autonomía del vehículo o para activar otros sistemas del coche como, por ejemplo, el climatizador.
Esta tecnología permite que las baterías del coche se recarguen al pisar el pedal de freno o al reducir la velocidad de marcha. Pero, ¿cómo funciona? Pues bien, cuando el conductor reduce la velocidad del vehículo o pisa el pedal de freno, el motor eléctrico toma la energía cinética procedente de la frenada, la convierte en eléctrica y la devuelve a la batería, actuando como una especie de generador. La cantidad de electricidad que genera el sistema es proporcional a la fuerza de frenado, por lo que a más fuerza aplicada mayor corriente eléctrica.
Los sistemas de frenada regenerativa que se emplean actualmente en los nuevos modelos son cada vez más sofisticados y llegan a recuperar hasta el 70% de la energía cinética que se pierde al frenar. Eso sí, cabe destacar que este sistema está más desarrollado y es más eficiente en los vehículos 100% eléctricos, donde puede contar con varios niveles de regeneración que el conductor puede seleccionar mediante unas levas en el volante.
Inconvenientes de la frenada regenerativa
El sistema de frenada regenerativa tiene muchas ventajas pero también cuenta con algún pequeño inconveniente. En primer lugar, cabe destacar que en el tráfico lento (a baja velocidad) disminuyen sus beneficios, ya que el sistema no puede capturar mucha energía para devolverla a la batería.
Otro de sus inconvenientes está relacionado con el tacto y la modulación del pedal de freno. En función del modelo de coche y de su diseño, los frenos regenerativos pueden parecer en ocasiones difíciles de modular para frenar o detener el vehículo de manera suave y limpia, lo que transmite menos confianza, comodidad y seguridad al conductor.
Por último, destacar que los frenos regenerativos pueden no tener la misma potencia de frenado que los frenos convencionales, lo que obliga al conductor a pisar el pedal de freno con más fuerza. No obstante, todos estos pequeños inconvenientes se están corrigiendo, de forma que los sistemas más modernos del mercado funcionan con una mayor naturalidad y ofrecen la misma eficacia que los sistemas de frenos convencionales.