Jaguar perfecciona el I-Pace antes de su transformación eléctrica
La firma británica será una marca 100% eléctrica en 2025. Antes de la llegada de sus nuevos modelos, actualiza el I-Pace para adaptarlo al mercado.
Muchas marcas se han marcado el año 2030 como la fecha en la que solo venderán vehículos 100% eléctricos. Jaguar, sin embargo, fue mucho más ambiciosa y confirmó que lo sería en 2025, convirtiéndose en una de las compañías que más pronto darán ese paso. De momento, en una gama dominada por los SUV, solo uno de sus vehículos es eléctrico, el I-Pace. A la espera de su transformación, la firma británica sigue mejorándolo y perfeccionándolo para probar que puede cumplir con su objetivo.
Precisamente, es por este inminente cambio en la gama del fabricante británico que Jaguar no ha optado por lanzar una nueva generación del SUV, sino por irlo actualizando sutilmente desde su llegada en 2018 para adaptarse a un mercado dinámico y cambiante. Para su modelo 2023, el I-Pace llega de nuevo con algunos cambios estéticos que le hacen ganar atractivo.
Motor y autonomía
En ese sentido, el I-Pace sigue apostando por dos motores eléctricos, uno en cada eje para disponer de tracción total, que le aportan 400 CV de potencia y 696 Nm de par máximo. Sin novedades por aquí. Con este tren motriz, acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos.
En cuanto a su autonomía, mantiene la batería de 90 kWh de capacidad, que le permite recorrer hasta 470 kilómetros entre cargas. Cabe recordar que, cuando llegó al mercado, el I-Pace declaraba menos de 400 kilómetros de autonomía. Su batería puede recargarse a una potencia máxima de 100 kW de potencia, con lo que tardaría ligeramente menos de una hora en recargarse al 100%. En un cargador de pared, a un máximo de 11 kW, tarda más de ocho horas y media en llegar al máximo.
Detalles estéticos
Como con su mecánica, el Jaguar I-Pace es también conservador en su estética, aunque en este apartado podremos encontrar cambios más relevantes. En este caso, destaca la parrilla lisa, en acabado Gris Atlas, y el logotipo de la marca acabado en negro. Según la marca, este cambio se traduce en un diseño más sencillo y limpio en el frontal. El Gris Atlas también se aplica en las tomas laterales del paragolpes.
De perfil, la atención se la llevan las nuevas llantas de 22 pulgadas en acabado Gris Satin y con detalles en fibra de carbono, aunque también se han eliminado los elementos de los paragolpes, el faldón trasero y los acabados de las puertas que antes eran Negro Gloss, dejándolos ahora del color de la carrocería.
Como opción, el usuario podrá optar por el Black Pack, que introduce el color Negro Gloss en el marco de la parrilla, el contorno de las ventanillas, los retrovisores y las insignias traseras. Este acabado se incluye de serie desde la versión R-Dynamic SE. También será opcional el techo panorámico, así como dos colores satinados inéditos hasta ahora en el modelo, el Gris Eiger y el Gris Carpathian.
El interior se mantiene intacto, con el mismo diseño, el sistema de infoentretenimiento Pivi Pro con Apple CarPlay y Android Auto disponibles inalámbricamente y con sistemas como el control por voz Alexa, Spotify o el sistema de navegación what3words.