¿Tiene sentido el Mercedes-Benz Clase G eléctrico?
Probamos por primera vez el G 580, la versión 100% eléctrica del nuevo Mercedes-Benz Clase G
El Mercedes-Benz Clase G, uno de los todoterrenos más icónicos de la historia, ha recibido una actualización significativa en su generación 2024, no tanto por los cambios de diseño o equipamiento, como por la introducción por primera vez en su historia de una versión totalmente eléctrica con el denominado G 580 con tecnología EQ Edition One. Una variante que ha suscitado muchas dudas por la naturaleza de este todoterreno.
A simple vista, el nuevo Clase G mantiene las líneas angulosas y la robustez que lo ha convertido en un icono. Sin embargo, Mercedes ha trabajado sutilmente en su diseño para optimizar la aerodinámica, pensando principalmente en la versión eléctrica. Los cambios incluyen una parrilla con 4 lamas en vez de 3, paragolpes rediseñados, un pilar A más inclinado, un spolier en el borde anterior del techo y una nueva posición de las cámaras perimetrales. Además, cambia la clásica cubierta trasera para la rueda de repuesto, por una ‘caja’ cuadrada más pequeña, donde se meten los cables de carga. Eso sí, opcionalmente se puede sustituir por la rueda de repuesto.
En el interior se utiliza un nuevo volante multifunción, un ‘touchpad’ en la consola central, un centro de control off-road rediseñado y, sobre todo, la instalación de la última versión del sistema MBUX, con una pantalla panorámica dual de 12,3 pulgadas que integra el cuadro de instrumentos y el sistema de infoentretenimiento.
La nueva Clase G se electrifica por completo su gama de motores, que ahora incorporan tecnología mild-hybrid con sistemas de 48 voltios y alternadores arrancadores integrados (ISG). Esta electrificación mejora la respuesta, incrementa el confort en carretera y reduce el consumo de combustible. Entre las novedades destacan el motor de gasolina de seis cilindros en línea del G 500, que entrega 449 CV y 560 Nm de par, con un extra de 20 CV y 200 Nm gracias al ISG, y el diésel del G 450 d, que alcanza 367 CV y 750 Nm. Ambos motores se combinan con la transmisión automática 9G-TRONIC, optimizada para el todoterreno, ofreciendo cambios suaves, rápidos y eficientes para una conducción más refinada y económica. Incluso el Mercedes-AMG G 63 con sus imponente V8 de 4.0 litros y 585 CV tiene la etiqueta ECO de la DGT gracias a la microhibridación.
Pero la auténtica novedad de la gama es el Clase G 580, el primer Clase G totalmente eléctrico, equipado con cuatro motores eléctricos, uno en cada rueda, que en conjunto entregan una potencia de 587 CV y un par máximo de 1.164 Nm. Esta configuración permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y una tracción individualizada en cada rueda, mejorando así sus capacidades off-road.
El Clase G eléctrico monta la mayor batería utilizada jamás por un Mercedes-Benz, con nada menos que 116 kWh, lo que le proporciona una autonomía de hasta 473 km. Una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta la aerpodinámica de este modelo y, sobre todo, su peso de más de tres toneladas. Además, admite carga rápida en corriente continua de hasta 200 kW, lo que permite recargar del 10% al 80% de la batería en aproximadamente 32 minutos
Primera prueba del Clase G 580
En la primera toma de contacto con el Clase G 580, lo que más impresiona de inicio es su increíble potencia y el par motor motor, gracias a la entrega de sus cuatro motores eléctricos. En carretera, el confort es mejor que en la versión anterior, gracias a las mejoras aerodinámicas. Éstas se traducen en un habitáculo más silencioso, incluso a altas velocidades, siendo un punto crítico en un vehículo que históricamente ha acusado mayor ruido por su diseño cuadrado.
Sin embargo, donde el G 580 realmente brilla es fuera del asfalto. Durante nuestra prueba en caminos de tierra nos sorprendió la velocidad a la que se puede rodar sin que las irregularidades del terreno se sientan en el habitáculo. Mercedes ha logrado que las suspensiones, como su eje trasero rígido y la suspensión delantera independiente, absorban las piedras y los baches con una eficacia que hace que parezca que se circula sobre asfalto.
En los tramos más complejos, el vehículo sacó a relucir todo su arsenal tecnológico. Las suspensiones hicieron un trabajo soberbio, y las funciones específicas para off-road, como la G-Steering para giros cerrados al bloquear la rueda trasera interna y forzar un derrape, resultaron extremadamente útiles. También probamos la capacidad del G580 para rotar sobre su eje con la función G-Turn, aunque es una característica más de cara a la galería que una utilidad para la conducción 4x4.
Uno de los puntos más destacables del G 580 es la sencillez de manejo en situaciones extremas. La función Low Range simula a la perfección una reductora, y permite incluso fijar distintas velocidades de avance. Además los cuatro motores independientes pueden actuar como si el G 580 tuviese tres bloqueos de diferenciales, que reflejan en el cuadro de instrumentos su activación. Finalmente, las cámaras perimetrales y la función de “capó transparente” son herramientas muy útuiles para superar terrenos más técnicos.
Precios del nuevo Mercedes-Benz Clase G
El nuevo Mercedes-Benz Clase G 2024 está disponible en varias versiones. El G 500, equipado con un motor de gasolina de seis cilindros en línea, tiene un precio de partida de 148.675 euros. Por su parte, el G 450 d, con motor diésel de seis cilindros, comienza en 142.500 euros. La versión de alto rendimiento, el Mercedes-AMG G 63, está disponible desde 179.900 euros. Y la innovadora versión eléctrica, el G 580, se ofrece a partir de 192.524 euros.
Con toda la información en nuestra mano y tras la prueba del G 580, podemos decir que esta versión eléctrica del todoterreno ciertamente no tiene mucho sentido. ¿Pero a caso tiene sentido que más del 91% de los compradores del G nunca hayan metido en un tramo off-road a uno de los mejores todoterreno de la historia? Es decir, que no hace falta justificación lógica para amar al Clase G. Simplemente se admira y se desea por lo que es.