Frente común de Catalunya, Valencia y Navarra para acelerar la transición al coche eléctrico

Frente común de Catalunya, Valencia y Navarra para dar un acelerón a la implantación del coche eléctrico. El ministro de Industria, Jordi Hereu, president de la Generalitat catalana, Salvador Illa, el de la valenciana, Carlos Mazón, y la presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, María Chivite, han escenificado una alianza este lunes en Barcelona para, desde sus respectivas responsabilidades, habilitar los recursos para que la movilidad alternativa a la combustión gane cuota de mercado. Y lo han hecho desde la Casa Seat de Barcelona, en un cónclave auspiciado por el grupo Volkswagen y con la presencia del consejero delegado de Seat, Wayne Griffiths.

Las administraciones firmantes del documento prometen cambiar sus flotas de vehículos oficiales por eléctricos -algo que la Generalitat ya está en vías de-, subvencionar la compra de vehículos y aumentar la red de puestos de carga, entre otros.

“El coche eléctrico no tiene que ser un lujo, sino estar al alcance de todos los trabajadores. [...] Hemos de tomar consciencia de que en un vehiculo eléctrico se concentra todo lo que hoy está en juego: cambio climático, salud y progreso”, ha afirmado el president de la Generalitat, Salvador Illa.

Los grandes fabricantes llevan tiempo lamentándose de que la regulación europea y las nacionales les empujan a electrificar sus factorías y sus gamas de productos, pero que la demanda por parte de los consumidores no les acompaña. “El mercado no arranca”, se ha quejado el consejero delegado de Seat.

En parte, critican a la Administración por no subvencionar o incentivar lo suficiente que los conductores se pasen a los vehículos eléctricos, que suelen ser más caros que los coches de combustión y generan dudas entre parte de los potenciales clientes por cuestiones como la red de puntos de carga, entre muchos otros.

Lo que se evidencia en la cuota de mercado de los vehículos electrificados, que no acaba de despegar. En 2024, según los últimos datos de la patronal Anfac, el 11,4% de los coches vendidos en España fueron o eléctricos puros o híbridos enchufables, un porcentaje ligeramente inferior al 12% registrado en 2023. En la UE la cuota de mercado es del 22%, el doble.

La electromovilidad “es una palanca para la recuperación que mi tierra necesita”, ha declarado el presidente valenciano, Carlos Mazón, en referencia a las consecuencias de la DANA, y ha apelado a que “el cambio hacia la electrificación es irreversible”. El dirigente ‘popular’ ha lamentado que las ayudas estatales del Plan Moves para la compra de vehículos decayera la pasada semana; su partido votó en contra. Mazón ha pedido a Hereu que el Ejecutivo tramite por separado las medidas y así el PP pueda votar a favor de esta.

Su homóloga navarra, María Chivite, ha destacado la inversión reciente de su comunidad en puntos de recarga eléctricos, que alcanzan ya los 3.500 en toda Navarra. “La sociedad debe saber que no hay plan B y no hay otro camino que la electromovilidad”, ha afirmado.

La alianza entre Catalunya, Valencia, Navarra y el Gobierno para liderar esa reivindicación de ‘más coche eléctrico’ se explica por el alto peso de las factorías del grupo Volkswagen en sus territorios. En Martorell está la gran fábrica de la dupla Seat y Cupra, en Landaben (cerca de Pamplona) la de Volkswagen y en Sagunt se está erigiendo la gigafactoría del grupo para ensamblar baterías y alimentar las futuras producciones de coches eléctricos.

El grupo Volkswagen ha invertido y pretende invertir en los próximos años para esa transición unos 10.000 millones de euros. Quiere seguir haciendo negocio y reclama, para poder seguir haciéndolo y mantener los 145.000 empleos directos e indirectos, según sus cálculos, que penden del sector, que la Administración aumente sus inversiones.

“Seat y las administraciones firmantes asumen la responsabilidad de liderar la transición hacia una movilidad más limpia, siguiendo el objetivo europeo de vender solamente vehículos sin emisiones en 2035 y ser un continente climáticamente neutro en 2050”, reza el comunicado difundido por el fabricante de automóviles.

“Estamos en plena transición y a veces puede haber dudas en el mundo o en Europa, pero no hay ninguna duda en España. La industria del automóvil es estratégica para España”, ha afirmado el ministro Hereu. “Es una magnífica realidad, irreversible y que tenemos que apoyar. ya no hay vuelta atrás”, ha añadido.

“Lo de hoy no puede quedarse en un mero acto protocoloario sin actuación ni ejecución de lo que aquí se han comprometido”, ha afirmado el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, a preguntas de los periodistas. El dirigente sindical ha traslado su preocupación por las consecuencias a nivel de empleo que puede tener esa falta de demanda.

Seat ya pactó con los sindicatos hace dos años un plan de 1.300 prejubilaciones para ahorrar masa salarial y reinvertir ese dinero en la electrificación de Martorell. Un proceso similar al que ha habido recientemente en Alemania, donde IG Metal ha acordado con Volkswagen unos 35.000 despidos hasta 2030, a cambio de no cerrar fábricas y reinvertir los recursos en la transición energética.

Carnero ha manifestado que si la Administración no pone más dinero público y habilita subvenciones a la compra y más puntos de carga, “el primer problema lo podemos tener en 2026, ya el más cercano, que sería no cumplir la previsión de coches eléctricos fabricados”, ha declarado. “Tendríamos una fábrica [en Martorell] con una capacidad a la que no vamos a llegar”, ha añadido.

También ha destacado que Seat, si no vende un mínimo de coches eléctricos, podría ser multado por la Comisión Europea, ya que su ratio de ventas de combustión crecería y no alcanzaría así los compromisos medioambientales. El dirigente sindical, recién reelegido presidente de UGT de Catalunya, no ha dado números de cuántos puestos de trabajo podría costar, pero sí lo ha definido como “un palo duro para nuestras plantillas”.