Todo esto es Michelin más allá de neumáticos y estrellas
Participamos en un encuentro con la marca de neumáticos en el que descubrimos otra cara de Michelin, además de muchas curiosidades y sus planes de futuro.
Todos conocemos la marca Michelin por ser una de las firmas de neumáticos más punteras y por seleccionar con sus estrellas a los mejores restaurantes del mundo. Pero la marca francesa destaca en muchos otros ámbitos y tiene unos planes de futuro que seguro desconoces.
Sí, francesa, pero su vinculación con España supera los cien años tranquilamente. De hecho, los productos Michelin empezaron a distribuirse en España en 1902 y en 1910 se editó la primera “Guía Michelin de hoteles y restaurantes de España y Portugal” (la famosa Guía Roja), que por aquel entonces era amarilla. Ya en 1934 Michelin fabrica su primer neumático en Lasarte, llegando hasta la actualidad con cuatro centros de fabricación (Lasarte, Vitoria, Valladolid y Aranda de Duero) y un centro de I+D (Almería), más sus oficinas centrales. En total su plantilla española asciende a 7.500 empleados, fabricando las cuatro factorías nacionales anualmente 400.000 toneladas de neumáticos, lo que convierte a España en el segundo país por volumen de producción en todo el mundo y el primero en Europa, por delante incluso de Francia, con lo que no es nada descabellado que presuman de producto “Made in Spain”.
Si hablamos de sus cifras mundiales Michelin cuenta en la actualidad con presencia en los cinco continentes y tiene una plantilla formada por alrededor de 125.000 trabajadores. Su inversión anual en materia de Investigación y Desarrollo es de 700 millones de euros lo que habla bien a las claras de una tradición de más de 130 años de innovación.
Como hitos curiosos que llaman la atención podemos citar la edición de la primera guía mapas Michelín en 1900. Incluía un gran número de informaciones prácticas: mapas, instrucciones para cambiar una rueda, dónde repostar y, afortunadamente para el viajero que necesitara reponerse de las aventuras del día, un listado de lugares en los que poder comer y alojarse. El trabajo realizado en la guía fue tan minucioso durante años, que los ejércitos aliados en la Segunda Guerra Mundial se sirvieron de estos mapas de carretera como sus mapas oficiales. Fueron promotores en 1931 de la señalización vial de las carreteras, lanzaron en 1946 el neumático radial, el All Season CROSSCLIMATE en 2015...
La historia de Michelin está repleta de hitos relacionados con la innovación y la alta tecnología vinculados con el mundo del neumático. Por ello no es tan descabellada su intención de que en 2030 el 30% de sus ingresos proceda de otras áreas de negocio, de forma que el área de neumáticos acapare ‘solo’ el 70% de su facturación anual, mientras que el 30% restante vendrá de actividades “alrededor del neumático”, aplicando su experiencia como “expertos en materiales de alta tecnología” y que hasta la fecha solo se destinaban a la fabricación de neumáticos.
Por ejemplo, es destacable su introducción en el sector médico con el desarrollo del AirProne: un sistema de cojines inflables para el tratamiento de pacientes en cuidados intensivos. O su contribución a la descarbonización del transporte marítimo. En esta línea Michelín probará un primer prototipo del sistema de velas inflables WISAMO en un buque de carga.
Según nos mostraron, la compañía francesa está comprometida con la reducción del impacto medioambiental de sus actividades y de sus productos. El objetivo de la empresa es que el 40% de los materiales de sus neumáticos sea sostenible para el ejercicio 2030, mientras que para 2050 el 100% de los materiales utilizados será reciclado, reutilizado o sostenible. En esta línea Michelin ha presentado recientemente un neumático para turismos y otro destinado a autobuses que están fabricados con un 45% y un 58% de materiales sostenibles, respectivamente. Estos neumáticos, homologados para su utilización en carretera, ofrecen unas prestaciones idénticas a las de los neumáticos actuales. Están compuestos por un mayor porcentaje de caucho natural, integran negro de humo reciclado, aceite de girasol y resinas de origen biológico, así como sílice procedente de cáscara de arroz e incluso acero reciclado.
Aunque si hablamos de su futuro más inmediato, la empresa se concentrará en las áreas de sostenibilidad, tanto interna como externa, así como en la electrificación, a raíz del impacto diferente que tiene el vehículo eléctrico sobre el neumático en comparación con los modelos de combustión. Un neumático para un vehículo eléctrico debe tener unas características diferenciales respecto al de un vehículo de combustión. En él debe de potenciarse la autonomía, el silencio y mitigar el mayor desgaste que provoca un mayor peso, así como la transferencia inmediata de par a las ruedas. Por todo ello es muy importante saber que detrás de un neumático existe un trabajo enorme tanto en investigación y desarrollo de materiales como en diseño. Ese es uno de los mayores hándicaps que tiene una marca de neumáticos puntera como es Michelín: todos parecen iguales. Pero os podemos asegurar que no es así. De ahí que uno de sus objetivos para este año es transmitir confianza, para poner en valor que un producto Michelin mantiene el mismo rendimiento siendo nuevo o al final de su vida útil.
”Queremos que la gente valore la importancia de elegir un neumático bueno, respetuoso con el planeta, seguro y que aumente la autonomía del vehículo”, subrayó Mónica Rius, directora de Comunicación de Michelin en España y Portugal.