Aventura vintage en África

Viajes organizados en moto hay muchos. Y a Marruecos también. Pero ninguno como Scram Africa con las motos trail vintage y scrambler como protagonistas. Esta es la crónica de su décima edición.

Ante el telón de fondo de los impresionantes paisajes de Marruecos, una hermandad de almas valientes se reunió en Nador, listos para escribir un capítulo inolvidable en la narrativa de sus vidas. Lo que tenían por delante no era nada menos que una impresionante odisea de 8 días y 2.485 kilómetros, navegando a través de terrenos implacables de dunas, ríos y senderos de montaña en las escabrosas montañas del Atlas. ¿Su destino final? El mítico Sahara, el desierto caliente más grande y despiadado del mundo.

Este año, Scram Africa adquirió un significado profundo que trascendió la simple aventura, ya que comenzamos nuestro viaje en Marruecos. Un devastador terremoto sacudió la región, dejando a su paso destrucción y cobrando vidas. Durante más de una década, Marruecos nos ha abierto generosamente sus brazos, ofreciéndonos recuerdos inolvidables y pidiendo poco a cambio. Ahora, en su momento de necesidad, nos sentimos obligados a devolver su amabilidad y generosidad.

En espíritu de solidaridad, nos erigimos como un faro de apoyo para el pueblo marroquí. Junto con nuestro dedicado equipo médico local, Fuel Motorcycles y nuestros compañeros participantes, hemos realizado contribuciones significativas para ayudar a quienes se vieron afectados por el desastre. Instamos encarecidamente a todos a contribuir a los esfuerzos de socorro liderados por nuestro héroe de la atención médica, Aznag, quien sirve incansablemente a las comunidades más afectadas y remotas. Con profundo respeto y empatía, esta edición de Scram Africa se ha convertido en algo más que una desafiante aventura; es un viaje con un propósito profundo.

Cuando el sol se ocultó en el horizonte, nuestros intrépidos aventureros se encontraron rodeados por el remoto Campamento de Rekkam, una expansión impresionante que personifica la grandeza de la naturaleza. Aquí, encendieron la esencia misma de Scram Africa: camaradería alrededor de fogatas crepitantes, historias que danzaban con las llamas y un asombro por la belleza inalterada del mundo. Mientras las estrellas llenaban el cielo, yacían bajo el vasto dosel celestial, una experiencia que los acercaba al universo y entre sí.

La segunda etapa se desarrolló como una prueba implacable de coraje y resistencia, ya que los motociclistas se enfrentaron a desiertos áridos y dunas agotadoras con una determinación inquebrantable. Para muchos, fue su primer viaje al intrincado mundo de las dunas del desierto. Cada ascenso y descenso a través de las majestuosas dunas creó recuerdos imborrables, forjando un vínculo inseparable entre el hombre y la máquina. Los senderos polvorientos dieron paso a vistas panorámicas, y cada giro y vuelta era una revelación.

En las primeras horas de una fatídica mañana, se lanzó una misión de rescate para recuperar a los motociclistas atrapados en medio de una inundación en un pueblo. La lluvia implacable los dejó varados, pero la amabilidad de los lugareños sirvió como un faro de esperanza. Fueron recibidos con los brazos abiertos, se les brindó refugio y compartieron una comida caliente, un recordatorio de que incluso en las condiciones más duras, la humanidad brilla con fuerza. La furia inesperada de la naturaleza alteró la ruta fuera de carretera, desviando las motocicletas hacia la línea de meta a través de carreteras pavimentadas. A pesar de la adversidad, el espíritu indomable de Scram Africa prevaleció, transformando los desafíos en oportunidades de crecimiento.

Enmarcada por las impresionantes dunas de Erg Chebbi, esta etapa marcó otro día de emocionante aventura. Mientras algunos motociclistas optaron por surcar las dunas, otros emprendieron un viaje de todo el día a través del terreno cautivador. El vasto desierto se extendía como un lienzo interminable, invitándolos a explorar cada uno de sus contornos. Cada subida y bajada de las dunas era una invitación a descubrir nuevos horizontes, y a medida que avanzaba el día, fueron recibidos por la grandiosidad impresionante de Marabout.

Dejando el desierto atrás, nuestros aventureros se adentraron en las formidables Montañas del Atlas, una extensión escabrosa que divide las costas del Mediterráneo y el Atlántico del Desierto del Sahara. Con temperaturas que caían a 9°C y altitudes que superaban los 3.000 metros, desafiaron vientos feroces y tormentas eléctricas, todo mientras recorrían carreteras que tentaban a cualquier entusiasta de las motocicletas. Las carreteras sinuosas, los paisajes dramáticos y la emoción de cada giro y vuelta cautivaron sus sentidos. A mediodía, se reunieron en un pintoresco bar, disfrutando de la alegría de una refrescante bebida fría después de horas de emocionante conducción. Entre paisajes impresionantes, los lazos entre los motociclistas se fortalecieron, forjados por desafíos compartidos y el espíritu de la aventura.

La etapa final simbolizó el acercamiento al fin de esta odisea, llevando a los participantes a la ciudad costera de Assilah. Fue aquí donde experimentaron la emoción de una carrera en la playa, un clímax exultante de su impresionante viaje. Al llegar al hotel, las cálidas aguas del océano Atlántico los llamaron, invitándolos a celebrar la conclusión de una aventura única en la vida. El sol se hundió bajo el horizonte, arrojando un brillo dorado en la arena, y la carrera en la playa se convirtió en un espectáculo glorioso de la puesta de sol.

A medida que la aventura llega a su fin, después de diez días de camaradería, kilómetros, risas, desafíos compartidos, historias inolvidables y numerosos repostajes de gasolina, la organización ya está trabajando en el próximo capítulo: Scram Africa 2024. Con más motocicletas, más coches, más aventura y más terreno indómito que nunca.