BSA Gold Star 650: diversión del pasado

Si has entrado en este artículo es porque te ha gustado el aspecto retro de la BSA Gold Star 650. Déjame decirte que, bajo su estética clásica, hay un verdadero homenaje a la historia de las motos y solo los más puristas lo entenderán. Monta un bloque monocilíndrico de 45 CV y tiene un precio que parte de los 7.500 euros así que no está hecha para que todo el mundo la aprecie, pero es que las incomprendidas también tienen su público.

Antes vamos a poner en contexto la vuelta de un mito como BSA y es que en 2016 la empresa Classic Legends Pvt.Ltd, de la que tiene un 60% de participaciones Mahindra, adquirió BSA Motorcycles, una de las firmas británicas más icónicas. Esa misma compañía india (Mahindra) es la propietaria de Peugeot Motorcycles así que, tras algunas idas y venidas desde el cierre de BSA a finales de los 70’s, será la red de distribución del león la encargada de volver a poner en circulación la Gold Star 650 en Europa.

La BSA Gold Star es la perfecta reencarnación de las motocicletas de Birmingham, con el típico estilo de los 50’s pero un grado mínimo y necesario de tecnología moderna. Esas fueron sus décadas doradas, cuando dejaron atrás la fabricación de armas y munición utilizados en la Primera y Segunda Guerra Mundial para centrarse en el desarrollo de motocicletas como el Bantam (1948). En 1953 BSA se convierte en el mayor fabricante del mundo al adquirir Triumph Engineering, pero solo diez años más tarde pone fin a la producción por pérdidas y falta de desarrollo.

De vuelta al presente, del que podemos hablar tras la adquisición de Mahindra, BSA presenta una máquina especial en todos los sentidos, también el dinámico. Pero vayamos por partes, hablemos de su diseño de carrocería desnuda, que únicamente capitanea el depósito de 12 litros sobre un bastidor tubular de acero.

Si ves la Gold Star del pasado te das cuenta de que son casi idénticos, como el guardabarros delantero, el escape que recorre el lado derecho, los cromados del protector del motor y las barras del guardabarros trasero. La artesanía sigue presente en detalles como el tapón de depósito desplazado o los relojes clásicos, que llegan al revés al ser británicos y con Millas como indicador principal.

Eso sí, han añadido una minúscula pantalla para el odómetro en las esferas y bien podrían habérsela ahorrado: no se ve nada. Como tampoco es demasiado visible, el cuadro digital situado al frente (como en un triángulo) que marca los intermitentes, punto muerto y luces de emergencia.

Si la primera BSA montaba un monocilíndrico de 3,5 CV, la nueva hace lo propio, pero con un bloque de 652 centímetros cúbicos que alcanza los 45 CV y 55 Nm de par máximo. En la resurrección podrían haber apostado por un bicilíndrico, como hace su competencia directa como Royal Enfield con la Interceptor, pero no sería BSA. Así que mantienen su característico motor, que tiene un sonido único, y lo acoplan a una caja de cambios de cinco velocidades. El consumo homologado es de 4 l/100 km.

Sin duda es un guiño al legado de una firma que han mantenido viva sus fans y, de paso, conquistar a una nueva generación de motoristas que valoran el diseño clásico, con especial adoración al encanto de la vieja escuela pero la ingeniería moderna. Eso sí, con sensaciones también de antaño y es que, de una motocicleta que tiene pinta del pasado esperas, como mínimo, un comportamiento dinámico de otra época.

Al final resulta que la parte ciclo consigue un comportamiento de lo más digno, divertido y sensorial a los mandos. Delante han calzado horquillas telescópicas delanteras de 41 mm y doble amortiguación trasera, ajustable en la precarga a 5 niveles. Para pilotos algo más pesados será necesario ajustar este aspecto, dado que llega con un tarado algo blando pero suficiente para alguien de menos de 55 kg.

A velocidades elevadas se siente estable, con una distancia entre ejes de 1.425 milímetros, pero su peso de 213 kilogramos no la hace especialmente ágil para el tráfico urbano pero sí recomendable por su equilibrio final. Sin duda lo mejor son sus 780 mm de altura del asiento, ideales para aquellos motoristas bajitos que no superan los 1,50 metros.

Para el sistema de frenos tampoco se han quedado cortos, con discos de freno delantero de 320 mm, pinza de doble pistón y un único disco trasero de 255 mm. Me ha gustado la mordida de este último, al que podrás recurrir en tus rutas de fin de semana para poder pasear con el mejor de los estilos. Ambos están firmados por Brembo y, lógicamente, con sistema ABS. Los neumáticos son unos Pirelli Phantom Sportscomp con llanta de 18 pulgadas delante (100/90) y con 17” detrás (150/70), muestran un agarre adecuado y confiado para el 90% de las situaciones en las que te encontrarás con esta BSA Gold Star 650.

La nueva BSA Gold Star estará disponible próximamente en algunos concesionarios de Peugeot Motorcycles en cinco colores: Insignia Red, Dawn Silver, Midnight Black, Highland Green y Silver Sheen (Legacy Edition). El precio de partida es de 7.500 euros, trescientos más para las opciones Insignia Red, Dawn Silver y Midnight Black, pero alcanza los 8.000 euros en la versión Legacy.