Kawasaki Eliminator 500, una cruiser muy resultona
La marca japonesa cincela un modelo custom de mimbres muy actuales para seducir a los usuarios y usuarias con carnet A2
El segmento de las motos cruiser de cilindrada media no para de crecer. En los últimos tres años, las ventas se han disparado un 56% en Europa con modelos como la Honda Rebel 500, Kawasaki Vulcan y Royal Enfield Meteor 350 como protagonistas. Ahora, Kawasaki recupera un modelo icónico de su catálogo como la Eliminator para ganar protagonismo. Si el modelo original de 1985 estaba impulsado por el motor de la Ninja GPZ900 y después dio pie a diferentes versiones de 600cc hasta 125cc, ahora lo hace en la categoría de los 500cc.
La Eliminator 500 aterriza para seducir a los usuarios y usuarias de carnet A2 que llegan del escúter o aterrizan directamente al mundo de la moto. De aquí tres claves importantes como son la limitada altura de su asiento (734 mm), la suavidad de su motor y su limitado peso (176 kilos) para hacerla fácil y agradable de conducir desde el primer momento.
Este modelo de Kawasaki es totalmente nuevo, desde el chasis hasta el motor pasando por su estética. La imagen llega marcada por la proliferación del color negro con un papel destacado del depósito, plano y estrecho. No obstante, la trasera también es protagonista a diferencia de otras rivales con un diseño más sencillo. Y es que las líneas de la Eliminator fluyen con suavidad desde su depósito de 13 litros hasta el piloto trasero.
El chasis es multitubular y junto a la disposición de los estribos y del manillar dibuja una posición de conducción cómoda pero que a la vez transmite sensación de control y seguridad. Todos los mandos están a mano aunque para cambiar las pantallas de información del cuadro de instrumentos (LCD, no TFT) deberemos soltar una mano del manillar ya que se accionan desde el mismo reloj. Eso sí, ofrece copiosa información donde no falta el consumo medio y autonomía. Y cuenta con conectividad Bluetooth para ver la entrada de mensajes o el navegador ‘curva a curva’.
La frenada la confía a un disco delantero de 310 mm con pinza de dos pistones y otro disco trasero de 240 mm, un equipo más que correcto tal como pudimos comprobar ya que su silueta baja y larga evita la transferencia de pesos al frenar y en este aspecto resulta más efectiva con menos equipo.
El motor es el 451cc desarrollado a partir del propulsor de la Z400 cuenta con válvulas ovales para una reacción más rápida. Aquí destaca el funcionamiento del embrague, muy suave, casi mantequilla, y la caja de cambios de seis velocidades.
Kawasaki propone dos versiones: la Standard y la SE. Esta última está más equipada y dispone de serie de cúpula, protector de barras de horquilla, toma de corriente USB, tapizado del asiento diferente, protector del escape en negro y otra decoración. Como accesorios encontramos el portabultos, puños calefactables, asas para el pasajero, asiento bajo de 715 mm y asiento alto de 765 mm. El precio de la nueva Kawasaki Eliminator 500 se sitúa en 6.699 euros la STD y 7.099 euros la SE con tres años de mantenimiento y el seguro del primer año incluidos.
En una primera toma de contacto realizada en la presentación internacional a la prensa especializada, la Eliminator dejó patente su buen hacer. De salida es una moto muy accesible, maniobrable en parado y cómoda. La posición de conducción es natural. Algo más de visibilidad en los retrovisores no iría mal, no obstante. El motor gira muy redondo, con buenos bajos y medios y un divertido e inesperado punch final. El accionamiento del embrague es muy suave y la frenada efectiva, como hemos anticipado. En suma, se trata de una moto que transmite confianza desde el primer momento y destila una imagen destinada a seducir a un amplio espectro de usuarios con carnet A2.