La Guardia Civil destina 157 motos eléctricas para el SEPRONA
El SEPRONA cuenta ahora con 157 unidades ZERO FX ZF7.2, 100% eléctricas, para sus jornadas de Servicio de Protección de la Naturaleza.
La transición hacia la movilidad eléctrica es un trabajo de todos, especialmente de las organizaciones públicas, que deben mostrar su implicación en el cambio. Son muchos los cuerpos de seguridad que han incorporado vehículos cero emisiones a sus flotas pero, hasta ahora, las motocicletas eléctricas parecían cosa de la ciudad. Nada más lejos de la realidad, dado que la Guardia Civil acaba de sumar 157 unidades, de la mano de Cooltra, para el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza). Se trata de las ZERO FX ZF7.2, modelos específicos de campo a las que han añadido un kit policial y que ofrece unos 140 kilómetros de autonomía.
Con esta ronda de modelos off-road, Cooltra ha dotado de 650 motos a los cuerpos policiales españoles en los últimos tres años, pero pocas son tan curiosas como estas últimas. La clave de estas ZERO FX es su capacidad para rodar por prácticamente cualquier terreno, algo necesario en las funciones del SEPRONA, y sin emitir un solo gramo de CO2. Para sus tareas habituales se les añade el kit policial con parrilla trasera, bolsa para equipaje, avisadores con luces y sonido y protectores en los puños, bajos y laterales de la moto.
Tiene un motor de 33 kW (44 CV) de potencia y un par de 106 Nm, datos más que suficientes para recorrer los montes españoles mientras recarga la batería gracias al freno regenerativo. Su velocidad máxima es de 137 km/h, una punta que rara vez alcanza una moto de cross como esta, dispuesta con suspensiones de largo recorrido y una altura hasta el asiento de más de 880 milímetros.
Eso sí, los pilotos van a tener que controlar la autonomía, que se cifra en 140 kilómetros para la ciudad, pero menos de 90 km en ciclo combinado. La batería de 7,2 kW se carga de manera completa en 9,7 horas en un poste doméstico y 4,1 horas tardaría en un trifásico con el cargador adicional.
Los cuerpos electrificados
La adquisición de las motos eléctricas se incluye en el Plan de recuperación, transformación y resiliencia del Gobierno, con un coste de 2.189.000€. Estos modelos se distribuirán por el país, allá donde actúe el SEPRONA como cuerpo dedicado a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, de los recursos hídricos, de la riqueza cinegética, piscícola y forestal.
Esta policía rural no contaba, hasta ahora, con estas aliadas, que están 100% alineadas con su misión de velar por “el suelo, agua y atmósfera, de la sanidad animal y la conservación de las especies flora y fauna”. Eso sí, se convertirán en una pesadilla más para los aficionados al enduro y la moto de campo, cada día más regulada y limitada en España.
Uno de los motivos de esas prohibiciones es la propia conservación de la naturaleza, algo para lo que la electrificación de su parque es esencial. En ese sentido, Cooltra lidera la transición de la administración pública hacia la movilidad eléctrica, con un crecimiento del 415% desde el 2020. Tal como nos comentan desde la empresa: “Estos vehículos suponen un ahorro importante, ya que una moto eléctrica para el servicio de seguridad ciudadana gasta un 87% menos, lo que equivale a un ahorro de 870 euros por cada 15.000 km y la no emisión de 1,5 toneladas de C02”.