Masterclass con Kirian Mirabet

No todo el mundo nace enseñado. Más bien todo lo contrario. Y en el mundo de las ruedas más todavía. El boom que está viviendo el segmento trail/adventure con la eclosión de más modelos y de más marcas que apuestan por estas motos ha disparado el número de usuarios que encuentran en una trail su moto ideal para todo. Y este 'todo' incluye a una pequeña, pero cada vez más amplía, minoría a los que quieren ir más allá del asfalto.

Pasar de la carretera a los caminos y pistas no es fácil. Sobre todo por la poca confianza que transmite la falta de agarre de la tierra. Si se le suma que una moto de campo se conduce prácticamente al revés que una de carretera y la gente no lo sabe, cobra todo el sentido realizar un curso de conducción para aprender y ganar confianza para atreverse a circular por pistas y caminos sin asfaltar. Así se entiende que últimamente han proliferado los cursos de conducción de motos trail como el realizado por el piloto Kirian Mirabet hace pocos días o donde empresas como Twin Tail, Motoadventure School y Motoescuela son una referencia obligada.

Durante esta matinal se tocaron temas básicos pero muy importantes como el posicionamiento sobre la moto, avanzar la vista y técnicas de conducción. "Uno de los detalles importantes es acordarnos de conducir con los codos un poco levantados para tener una mayor palanca sobre el manillar y un mayor control", apunta Mirabet. También la posición de los pies y del propio cuerpo cuando se conduce de pie forman parte de los primeros pasos con una trail lejos del asfalto. "Tenemos que ir bien apoyados en los estribos ya que la moto la hacemos girar haciendo fuerza con los pies. De la misma manera nos tenemos que acostumbrar a tirar el peso hacia delante al acelerar", explica el piloto de Honda.

Durante la mañana los participantes pudieron realizar toda una serie de ejercicios en el circuito de minicrós, ideal para aprender y avanzar, donde también pudieron practicar saltos. Unas vueltas con el manillar cogido solo con la mano derecha ayudaron a ganar tacto con el acelerador y confianza mientras que en la esplanada se practicó la derrapada en la entrada y en la salida de la curva acelerando.

Al final del día la satisfacción fue general. Los que llegaron al curso sin haber pisado nunca la tierra ganaron mucha confianza bajo la supervisión de un profesional. Y los que ya sabían se fueron a casa con más de una lección aprendida. Porque no todo el mundo nace enseñado.

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