Probamos la gama Yadea y... nos quedamos con el G5S

Las primeras noticias sobre el aterrizaje de Yadea en España surgieron en mayo y junio fue el mes elegido para su presentación oficial en Madrid, en el Palacio de Cibeles. El evento dejó muy claras las intenciones de este fabricante chino que, lejos de postularse como una marca asiática más, llega con los deberes hechos. Human Mobility, conocidos por ser los encargados de Kymco en España, será el distribuidor de estos modelos y siempre está entre los más vendidos. Se comercializarán en sus concesionarios oficiales, con su propio espacio y un servicio posventa a la europea a partir del 2 de noviembre. Días antes, Yadea nos ha citado en Zaragoza para poder conducir algunos de sus scooters 100% eléctricos.

Sobre la solvencia de este fabricante ya se ha escrito mucho. Es líder mundial en la venta de eléctricos de dos ruedas, contando también bicicletas, patinetes, overboards y otros VMP. Modelos que tardarán algo más en llegar a España. Tampoco han querido hablar de una posible adopción de su gama premium, llamada V-Fly, o la incorporación de sus scooters eléctricos en un servicio de motosharing.

Sí nos han hablado de sus predicciones para 2022, que les seguirá colocando como los más relevantes del sector, con 16 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Un planeta en que ahora también contarán con España que, como dijo su CEO hace unos meses: “está inmersa en una fase óptima de despegue de la movilidad eléctrica urbana, con interesantes propuestas políticas en marcha para lograr ciudades sostenibles”. Tres de sus modelos pueden acogerse a las ayudas del plan MOVES y los ciclomotores cuentan con apoyo para la compra en Madrid.

Uno de los aspectos más relevantes de la presentación previa al test drive de los scooters fue la charla sobre sus baterías. Yadea no las fabrica, pero cuenta con CATL para ello y eso son buenas noticias. El principal productor de baterías de litio del mundo pone a disposición de la firma cuatro tipos de dispositivos, tres de ellos de celdas blandas, más ligeras, estables y seguras. Además, y eso es importante en España, trabajan mejor a temperaturas elevadas.

Este gigante asiático sabe que Europa no se conforma con datos de ventas, quiere compromisos. En ese sentido, Yadea puede decir que es la única empresa del sector en medir la huella de carbono en todos sus procesos, también la logística, y será capaz de absorberlo y compensarlo en 2023. Por último, y para convencer a los más desconfiados sobre su fiabilidad, la firma ha realizado sus ensayos de consumo en el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) y los datos de consumo se validan en el modo Sport.

A partir del 2 de noviembre cualquier usuario de las dos ruedas podrá acceder a la gama de scooters de Yadea, también aquellos que tengan necesidades comerciales. Para ello, la firma pone a disposición un portfolio de 7 modelos: tres ciclomotores, tres motocicletas y 1 modelos profesional. De todos ellos, y por motivos de movilidad y acceso a los permisos pertinentes, me quedo con la Yadea G5S como la opción más completa e interesante para el urbanita pero, vamos a conocer al resto antes.

La C1S Pro es la opción más elegante, con un diseño futurista y agradable que consiguió el premio Red Dot Design Award. Se trata de un modelo L3e que requiere del carné A1 de moto o tres años de antigüedad con el de coche y su detalle más curioso, aparte de la estética, es el motor lateral de 6.000 W (8 CV) con 12,5 Nm de par de entrega inmediata. Tiene un precio de 4.850 euros que concuerda con el mercado.

La entrega de potencia es dulce, fácil de regular y muy cómoda para la ciudad. Eso sí, la posición del motor tiende a inclinar un poco la moto. A cambio, tiene una buena parte ciclo con horquilla delantera y doble amortiguación de 60 mm de recorrido atrás, junto a un disco de 220 milímetros delante y 180 para la rueda trasera con freno regenerativo.

Ofrece el modo Eco y Sport para la conducción, con el que se alcanzan 91 kilómetros de autonomía con un consumo de 46 Wh/km. Un dato que no pudimos comprobar. Las baterías (2) son extraíbles y de 71 V/20 Ah, con un peso que ronda los 11 kilogramos y un tiempo de carga de 3 horas para llegar del 20 al 80% y 4 horas para alcanzar el 100%.

El G5 Pro es un ciclomotor por la presencia de una única batería de 60V 32Ah, que le permite conducirse con la licencia AM. Eso sí, no supera los 45 km/h de velocidad punta y su autonomía final es de 67 kilómetros. Una distancia que valdría para la media diaria de un español, con un consumo homologado de 38 Wh/km y modos Eco y Sport disponibles. Estará disponible desde 3.250 euros con seguro de regalo el primer año.

El otro ciclomotor, de diseño más parecido al de un scooter de combustión, es el T9L. Tampoco supera los 45 km/h pero tiene dos baterías de 60 V 24 Ah, por lo que concede 98 kilómetros de autonomía. Eso sí, los tiempos de carga son elevados, con 10 horas para el 80% y 13 horas para alcanzar el 100%. Su precio es el más competitivo, con 2.290 euros de partida que lo sitúan como el más competitivo del mercado.

Los scooters Y1S (3.450 euros) y Y1S Pro (3.650 euros) son los modelos pensados para el uso comercial, desarrollados a partir de un chasis de jaula perimetral de acero y con dos parrillas desmontables que soportan 20 kilogramos cada una. Por lo demás, estamos ante un modelo de diseño claramente funcional, estructura reforzada y no cuenta con llave KeyLess como el resto de la gama.

Ambas tienen dos baterías de 60 V 24 Ah, que se cargan en 3,6 horas hasta el 80% y 5 horas para el 100%, pero la primera de ellas no supera los 45 km/h de velocidad punta. Se puede conducir con la licencia AM y su autonomía es superior, de 101 kilómetros, frente a los 80 de la Y1S Pro que alcanza los 70 km/h.

De todos los modelos probados, mi opción ideal para un uso puramente urbanita y con pocas incursiones en vías interurbanas, sería la Yadea G5S. Su conducción, gracias al motor central de 5,5 CV (4.100 W) y 15,2 Nm de par, me ha resultado cómoda, silenciosa y agradable. Tiene dos modos de conducción (Eco y Sport) que puedes ir modificando en función de las necesidades de cada momento, jugando con su aceleración para adelantar sin problemas.

Tiene dos baterías de 72 V que pesan 11,5 kilogramos, por lo que podrías dejar el kit de carga enchufado en casa y subir con ellas para realizar el proceso por la noche. También puedes cargarla directamente, pero el scooter no suele tener el privilegio de contar con plaza de garaje individual, ¿No os parece? Te concede una autonomía de 91 kilómetros, que no es mucho, pero cumple con los trayectos diarios de la mayoría.

Me quedo con la G5S porque su diseño y ergonomía te permite ir más cerca del suelo, sentir que tienes un mayor control del scooter eléctrico. Además, y frente la C1S, tiene una aceleración superior, la sensación de inclinación desaparece al no tener el motor en un lateral y sus intermitentes son más fáciles de accionar. Eso sí, suenan los dos de manera estrambótica y la frenada no es contundente en ninguno de los casos, así que deberás ser previsor.