Probamos la Suzuki GSX S750 A2: para principiantes que saben lo que quieren
Hecha a medida de los que se acaban de sacar el carné de moto, a sus mandos todo es finura, suavidad y buenas sensaciones
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Suzuki se ha tomado tan en serio la tarea pendiente de contar con una versión homologada a 70 kW que haga accesible su GSX S750 a los usuarios del permiso de conducir A2 que, posiblemente, han hecho una de las mejores. Sus componentes son los mismos, pero junto a una centralita electrónica que limita la potencia a esos 47 cv a 7.000 rpm y el par motor a 62,9 Nm a 4.000 rpm, dispone de un par de detalles de equipamiento que la hacen ideal para novatos.
El primero, porque nos tropezamos con él nada más darle al contacto, es el encendido 'Easy Start'. Tiramos de embrague, damos un simple toque al botón de arranque (sin que tengamos que prolongar la pulsación) y el motor cuatro cilindros en línea toma vida. El otro es aún más sutil, pero también nos topamos con él cuando aún nos estamos familiarizando con ella: el Low RPM Assistant o asistente de bajas revoluciones, que ayuda al piloto al circular casi al ralentí evitando tirones y alguna que otra calada de motor. Se trata de dos dispositivos que montaba ya la GSX S750 que se lanzó en 2017, pero que no pueden ser más oportunos en este modelo hecho para principiantes.

La transmisión es otra pieza importante. De nuevo, máxima suavidad y una precisión exquisita para que las sensaciones de conducción, incluso para alguien que pueda venir de los scooters y se esté iniciando en esto de las motos con cambios, sea coser y cantar. En una conducción deportiva esa precisión es oro, ya que permite cambios rápidos y certeros incluso en momentos comprometidos. Además, la elasticidad del motor permite jugar en un rango de marchas muy amplio.

Mantener la fisonomía de una naked deportiva tiene como efecto que, respecto a otras motos para principiantes, la GSX S750 sea algo más grande (1.975 mm de longitud) y pesada (213 kg). Pero eso no es un problema porque el chasis y toda la parte ciclo nos proporciona altas dosis de agilidad, tacto y estabilidad. Moviéndose como una peso pluma, esta moto ofrece otra ventaja a los que empiezan: que es tan capaz en una carretera de montaña como efectiva en el tráfico urbano.
Diseño
Para presumir de moto
En su adaptación a lo que exige su homologación al carné A2, la GSX S750 no se ha dejado ni una pizca de su encanto. La compacta careta frontal integra el sistema de iluminación halógeno y el pequeño cuadro de instrumentos digital. Depósito, tapas laterales y colín tienen unas formas angulosas que casan a la perfección con el chasis. El acabado negro de éste, del motor, el basculante, horquilla y los reposapiés hacen que la poca ropa que lleva brille con luz propia.La inclusión de serie de una quilla es todo un acierto, igual que los pequeños ribetes que ennoblecen las llantas de color negro. Si acaso, puestos a pedir, unos intermitentes más discretos y un silencioso más esbelto pondrían la guinda a esta 'naked' deportiva. Aunque está disponible también en color blanco 'glaciar' y en una combinación de negro, blanco y rojo, como buena Suzuki, su color es este azul tritón metalizado que nos recuerda a las GSX-RR oficiales de Álex Rins y Joan Mir.