Alfa Romeo celebra el centenario de Quadrifoglio y Autodelta con un nuevo logotipo
Alfa Romeo es historia de la automoción, también de la competición con su departamento de carreras Autodelta y las variantes prestacionales bajo la nomenclatura Quadrifoglio.
Alfa Romeo está de enhorabuena en 2023: celebra el primer centenario de sus Quadrifoglio y el 60 aniversario del departamento Autodelta. Ambas son marcas icónicas para la historia de la automoción y la competición, ambas como representación de la deportividad italiana desde 1910. Con motivo de esta celebración, la firma italiana ha rediseñado los dos logotipos que acompañarán a sus actividades de comunicación a lo largo del año, así como las reuniones de sus clubs y las novedades que se presentarán a lo largo de la temporada.
Muchos conoceréis el símbolo de Quadrifoglio, un trébol de cuatro hojas, pero Autodelta es un clásico para los más apasionados. Se trata del departamento de carreras de Settimo Milanese y sus rasgos estilísticos también han sido rediseñados para la época actual. Ambos han pasado por las manos del Centro Stile Alfa Romeo en una reinterpretación moderna, anunciando así la realidad de que Alfa mantendrá su espíritu deportivo también en un futuro.
Tal como podemos ver en las imágenes, el logo Quadrifoglio gana en elegancia y limpieza visual. Eso sí, mantiene el toque de color verde sobre un fondo neutro cromáticamente que lo hace más contemporáneo. El de Autodelta también respeta su historia con la bandera tricolor pero con la nueva fuente Sequel, que es la misma de Alfa Romeo, y la adición de la fecha de aniversario. Este recorrido histórico será recordado en una presentación oficial el 5 de marzo, en el Museo de Arese, al tiempo que se celebrará el Quadrifoglio Day el próximo 25 de junio.
Historia desde 1923
La excelencia de la competición tuvo su réplica en la carretera gracias al departamento Quadrifoglio, encargado de las creaciones más prestacionales de Alfa Romeo desde el 15 de abril de 1923. Ya no solo se trataba de modelos de competición, sino también de versiones especiales para la carretera abierta, y su primer desarrollo fue el RL Corsa de Ugo Sivocci, que ganó la 14ª edición de la Targa Florio. Ese logo fue la manera de distanciarse de su matriz, Scuderia Ferrari, que lucía el “cavallino rampante” de sobra conocido. Los icónicos Alfetta, de Nino Farina y Juan Manuel Fangio, elevaron todavía más el respeto por este trébol, que luego pasó a la Fórmula 1 en 1980 y el DTM en 1993.
Por ese entonces, en la década de los 60 y 80, algunos modelos prestacionales llevaban el escudo Quadrifoglio pero no figuraba en su denominación. Pasó a ser oficial con el 33 Quadrifoglio Verde o el 164 Quadrifoglio Verde, así los diferenciaban de las variantes Oro que eran más refinadas y lujosas. Poco a poco la Q se convirtió en la identificación de la deportividad italiana, pero fue con el Mito (2008) y el Giulietta (2010) cuando volvió a ser protagonista. En 2015 retomó su importancia bajo el capó del Giulia con bloque 2.9 BiTubro de 510 CV, capaz de completar el circuito de Nürburgring en 7 minutos y 32 segundos.
La historia de Autodelta, creada por Carlo Chiti y los hermanos Chizzola, es más desconocida para el gran público. Se fundó en 1963 con el objetivo de colaborar con Alfa Romeo en la construcción del Giulia TZ, diseñado por Zagato y que supuso un auténtico antes y después para la marca italiana. Su belleza todavía sorprende y así aseguraron el porvenir de una marca que, años más tarde, llegaría a la Fórmula 1 con la victoria del Alfetta en 1951.
Ubicados en Settimo Milanes, cerca de Arese, desde Autodelta se crearon mitos de la automoción como el Giulia Sporting GTA (1965) y participaron en las carreras de resistencia con Campeonato del Mundo de Marcas con el 33 TT 12.