Ford baja de los siete minutos en Nürburgring con el Mustang GTD
El Ford Mustang es probablemente el deportivo norteamericano más popular del mundo. Su rivalidad con el Chevrolet Camaro es legendaria y, por su estética imponente, sonido y prestaciones, es uno de los vehículos deportivos más vendidos del mundo. Ahora, su versión más extrema ha hecho historia en Nürburgring Nordschleife convirtiéndose en el primer coche norteamericano en bajar de los siete minutos en la mítica pista alemana. No fue el Ford GT, tampoco lo ha conseguido el Corvette, pero el Mustang sí.
Bien es cierto que la unidad que ha conseguido este hito corresponde a la reciente versión Mustang GTD, la más radical de la historia del modelo y más potente que el mencionado Ford GT, que siempre se ha posicionado en lo más alto en cuanto a deportividad para la marca. Con Dirk Müller a los mandos, piloto de Multimatic Motorsports, la firma del óvalo ha conseguido firmar un tiempo de 6:57.867.
El desarrollo del GTD es el resultado de un arduo trabajo del equipo de Ford Performance, que tomó como base el Mustang GT3 de competición para crear un vehículo de calle que redefine los límites del modelo. Con una carrocería de fibra de carbono y detalles como el sistema de lubricación en seco y el escape de titanio, el GTD no está sujeto a las limitaciones de las competiciones, permitiéndole alcanzar prestaciones inalcanzables para el modelo de competición.
Además, no solo destaca por la fuerza bruta de los 815 CV de potencia y 900 Nm de par máximo que entrega su motor V8 sobrealimentado de 5.2 litros, sino también por los ajustes del chasis que y el trabajo aerodinámico que no solo le hacen ser una bestia en recta, sino también endiabladamente rápido en curva. Es el Mustang de siempre, pero más rápido y, ahora, como ha demostrado en el ring, con la capacidad de girar muy rápido.
Una pista que da prestigio
Nürburgring Nordschleife es conocido por ser uno de los circuitos más complicados y temidos del mundo, con una longitud de 20 kilómetros que incluye 40 curvas a izquierdas y 50 a derechas, además de una diferencia de altura de 300 metros a lo largo del recorrido -por algo se le conoce como el Infierno Verde-. Desde su apertura en 1927, ha sido un escenario de pruebas para fabricantes que buscan establecer sus credenciales en el mundo del automovilismo.
Precisamente, es su particular trazado y las condiciones de la pista, siempre bacheada y cambiante, lo que han convertido Nürburgring en el ‘Infierno Verde’ y en la pista en la que todas las marcas quieren destacar. Un récord ahí da prestigio y por eso muchas firmas baten distintos récords y luchan por dominar sus segmentos en el circuito. También es por eso que muchos deportivos pasan por el ‘ring’ para realizar sus últimos ajustes de puesta a punto antes de salir al mercado. La gama ‘N’ de Hyundai es un buen ejemplo de ello.