Las Zonas de Bajas Emisiones podrían afectar al turismo nacional y al comercio

Según un estudio de Alphabet el 37% de los españoles ha dejado o dejará de acudir al centro de las ciudades por culpa de las ZBE.

La contaminación se ha convertido en un punto más de cualquier programa electoral, bien sea por luchar contra ella o todo lo contrario. Ha empezado la campaña para las próximas elecciones del 23 de julio y muchos partidos llevan las restricciones de tráfico como bandera, como ya sucedió en algunos de los comicios municipales del pasado 28 de mayo. Sin embargo, no todo son buenas noticias para las Zonas de Bajas Emisiones, que suponen un desafío para la movilidad urbana y para el turista nacional en temporada estival.

España es un país que se mueve en coche, también durante sus vacaciones. Tal como reveló una encuesta realizada por Coches.net, el 81% de los españoles planean su viaje por carretera y el 87,5% de estos lo harán en coche. Los trayectos nacionales son una importante fuente de ingresos para el territorio, al tiempo que ensalza un tipo de turismo más familiar, de calidad y respetuoso con el entorno.

El problema es que las Zonas de Bajas Emisiones han afectado directamente al acceso de este tipo de turista a las ciudades españolas. Desde la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el pasado 1 de enero de 2023, todos los municipios de más de 50.000 habitantes deben incluir este perímetro para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos. Unas normativas que todavía no se aplican en la gran mayoría de urbes y que ya tienen un impacto en las que sí lo hacen.

Según un estudio realizado por el Foro de Movilidad de Alphabet, la compañía de gestión de flotas y movilidad corporativa perteneciente al Grupo BMW, el 37% de los encuestados asegura que ha dejado o dejará de acudir a esos centros urbanos. Eso supone, ipso facto, que evitarán acceder a los comercios, restaurantes y centros de ocio de las principales ciudades debido a las restricciones de las ZBE.

Estos datos son todavía más alarmantes en las grandes ciudades como Madrid, donde según el estudio, casi la mitad de los ciudadanos (49%) asegura que dejará de ir a los centros. Las afirmaciones de los ciudadanos de las Baleares tampoco aportan mucha esperanza, con un 60% de los encuestrados dispuestos a renunciar a sus núcleos urbanos. El norte es más comedido, con un un 48% de afectados por estos cambios en Asturias y País Basco.

De entre las 5.090 entrevistas realizadas, el estudio presta especial atención al rechazo que generan estas limitaciones a las personas de edades entre los 31 y los 60 años. En esta franja encontramos a aquellos que están más a favor de dejar de ir a los comercios del centro de su ciudad (40%) debido a las restricciones de las ZBE.

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