Audi A5: nueva nomenclatura, tecnología y diseño para liderar su competido segmento

Cuando Audi hace modificaciones en su gama, conviene estar atentos, pero si la marca de los cuatro aros anuncia un nuevo modelo será difícil que no sea el mejor de su categoría. Esta afirmación cobra sentido cundo nos subimos en los nuevos A5, el modelo totalmente nuevo con el que la firma germana sustituye a sus anteriores A4 y A5 -alineándose, de paso, con las nuevas nomenclaturas que reservan los número pares para los eléctricos y los impares para los de combustión-.

Estrena la nueva plataforma PPC (Premium Plattaform Combustion) un prodigio en términos dinámicos, sea cual sea la carrocería que monte que, además, se entiende a la perfección con los motores disponibles, por el momento tres de gasolina con 150, 204 y 367 CV en el caso del V6, más un diésel de 204 CV. Estos dos últimos cuentan con un sistema de hibridación cuyo motor de 24 CV y 230 Nm de par es capaz de mover el coche por si mismo -etiqueta ECO-. Existen versiones con tracción delantera o total quattro y el cambio es siempre un automático de doble embrague.

Buscando diferencias con sus antecesores, la principal vendría del hecho de que el berlina es ahora un cinco puertas -portón trasero-, ya que aunque es más largo -7 cms. más- alto -2 cms. más- y ancho -1 cms. más-, lo que autoriza una mayor distancia entre ejes -2,896 frente a los 2,820 metros de antes-, hablamos de, prácticamente, el mismo tamaño. 4,83 metros de longitud, por 1,86 de anchura y 1,44 de altura. Berlina y Avant miden lo mismo -el familiar es dos cms. más alto-.

Los nuevos A5 tienen una imagen moderna y atractiva, que destila, a simple vista, una cuidada aerodinámica y hacen de sus grupos ópticos, tanto delanteros como trasero una de sus principales señas de identidad -hay hasta seis firmas lumínicas entre las que el cliente puede elegir-. Por primera vez la versión Avant resulta tan o más atractiva que la berlina, pero pese a la vertiente práctica no creemos que ese sea el principal motivo de la elección.

Al margen de una imagen sumamente atractiva en ambos, hay que destacar el cuidado interior. Si bien es algo más pequeño, lo cierto es que no es espacio lo que falta dentro de estos nuevos A5, los 445 litros del maletero de la berlina -476 en el Avant- son más que suficientes, mientras que, como casi siempre, la habitabilidad autoriza cuatro excelentes plazas y un eventual quinto pasajero que comprometerá a las tres plazas traseras -ideal para cuatro, escaso para cinco-.

Llegamos así, al espectacular salpicadero, que en nada nos recuerda a su antecesor, mientras se inscribe en las nuevas tendencias ya vistas en los últimos Q6 e-tron, hasta tres enormes pantallas, dos frente al conductor y entre las dos plazas delanteras y con 11,9 y 14,5 pulgadas bajo el mismo panel curvo, y, opcionalmente, una tercera frente al pasajero -esta con 10,9 pulgadas de tamaño-. También se ha mejorado el Head-Up Display, ahora más legible y completo. Destacar también su nuevo volante ‘cuadrondo’ que se integra muy bien en el conjunto.

Hemos rodado con un S5 berlina, un diésel Avant y un 207 CV también familiar. El primero merece capítulo a parte, no ya por sus ruedas más grandes, sino por una puesta a punto específica en suspensión y dirección que le confiere una envidiable manejabilidad y un tacto esplendido. Sorprende el confort que es capaz de ofrecer al tiempo que exprime sus 367 CV como si fuese la más sencilla de las tareas, en el lado opuesto quedan unos consumos algo abultados, si bien es cierto que, respetando las leyes -ojo no es sencillo- las cifras son bastante contenidas.

Sus hermanos de cuatro cilindros gozan de su mismo y preciso comportamiento, son ágiles y manejables y pueden presumir de consumos bastante ajustados. Por calidad de rodadura y agilidad y tacto general es a nuestro juicio, el nuevo líder de su competido segmento.

Por último, hablaremos de precios, el nuevo A5 parte de los 51.050 euros del gasolina de 150 CV, sube hasta 54.250 euros si optamos por el 204 CV, para acceder al diésel hay que poner 100 euros más, mientras que el muy logrado S5 se va a los 90.940 euros -ojo cerca de 400 CV y un tacto excepcional-. No se molesten en compararlo con las versiones equivalentes de BMW y sus Serie 3 o Mercedes Clase C, los Audi son siempre un poco más caros.