Probamos el nuevo Ebro S700
El nuevo SUV de la marca española abre una nueva etapa en la historia de la automoción de nuestro país
Al igual que el Ave Fénix resurgió de sus cenizas para hacerlo con más fuerza y resistencia, Ebro vuelve a aparecer en la vidas de los conductores españoles. No será como en su época dorada con furgonetas y tractores, y algún que otro todoterreno, sino que la hace con la lógica de estos tiempos, en donde los SUV dominan el mercado.
En esta ocasión hemos tenido la oportunidad de probar el S700, que podríamos denominarlo, de momento, como el de acceso de la gama. Además, nos hemos subido a la versión más alta, la Luxury, y que la confort llegará a los concesionarios en breve.
Estéticamente, Ebro no quiere un vehículo rompedor. Quiere mantener su espíritu de un vehículo orientado a las familias. Cuenta con unas líneas suaves, en algún caso clásicas, sin llegar a ser un diseño disruptivo. En su frontal destaca una gran parrilla octogonal con un marco cromado, que en un primer vistazo podría llevar nuestra mente hacia una consolidada marca premium del mercado. Mide 4,55 metros de largo por 1,86 de ancho y 1,69 de alto.
En sus extremos, dos entradas de aire muy cuidadas, para refrigerar la mecánica. En su lateral podemos encontrar tres líneas de tensión que definen la personalidad del vehículo, que le otorgan volumen y prestancia. Incorpora llantas de diecinueve pulgadas, y en la zaga destaca un doble alerón que integra en el medio, la tercera luz de freno.
Los pilotos se integran en la carrocería, y si hubiera que hacer referencia a un aspecto negativo, nos referiríamos a lo corto que es el recorrido de los intermitentes que, en algún caso, podría pasar desapercibido. Las luces que unen de un lado a otro con un difusor, que luce el nombre de la marca en su recorrido.
Interiormente destacan sus dos pantallas de 12.3 pulgadas, la de la consola orientada hacia el conductor. El sistema de infoentretenimiento no incorpora navegador, ya que hoy en día todo el mundo cuenta con un teléfono móvil que podemos conectar, con lo que nos ahorramos el costo del navegador, una de las claves para conseguir otro de los aspectos destacados del vehículo, el precio.
De serie, el S700 incorpora asientos tipo backet, en símil de piel y con un diseño que se adaptan muy bien al cuerpo. Cuenta con una consola central muy grande, lo que hace perder espacio tanto a la posición de conductor como a la del acompañante, pero que para nada interfieren en la conducción o en el viaje.
La única licencia que Ebro se permite en el interior es el pomo del selector de marchas, que es de cristal. Los asientos traseros son cómodos, y pueden viajar tres personas sin el más mínimo problema.
El interior cuenta con luz ambiental que nos permite 64 combinaciones de colores, que se reflejan en los paneles de puerta, consola y dashboard. Equipa un buen equipo de sonido Sony, y se puede interactuar con la voz.
Ebro apuesta por motorizaciones para todo el mundo. Vehículos de gasolina, como el que hemos probado, y en breve habrá motorizaciones híbridas, híbridas enchufables y 100% eléctricas. En nuestro caso hemos probado la versión de gasolina, que cuenta con un motor 1.6 que desarrolla 147 CV, e incorpora una caja automática de doble embrague de siete velocidades.
Una de las cosas que le echamos de menos son unas levas bajo el volante para poder conseguir una conducción más divertida. No cabe duda que Ebro debe buscar una manera sencilla de desconectar los avisadores de exceso de velocidad y cambio de carril, ya que de otra manera podemos tener un concierto insufrible durante nuestro viaje. Estos sistemas son obligatorios en todos los vehículos nuevos, pero hay que hacer fácil su desconexión, siempre bajo nuestra responsabilidad.
Destacaría el sistema de frenado. Cada vez son más los fabricantes que utilizan un sistema de frenos de largo recorrido, en donde hay que pisar a fondo para encontrar la efectividad. En Ebro, con un ligero toque del freno, ya notamos la deceleración y, si pisamos a fondo, la respuesta es inmediata.
Es un vehículo fácil de conducir y puedes hacer kilómetros sin un excesivo agotamiento. La posición de conducción es cómoda, y los asientos se adaptan muy bien al cuerpo. Como os decía antes, echo de menos unas levas que permitan reducir el recorrido de la marcha y sacarle un poco más de potencia.
Lo mejor de este Ebro S700, el precio. La prueba ha sido sobre la versión más alta, la Luxury, que cuenta con un precio de partida de 32.990 euros. Ahora, en lanzamiento, si financiamos el vehículo, la firma aplica un descuento especial, por lo que se reduce el precio hasta los 27.900 euros, con todo lo que trae. En breve llegará una versión con un equipamiento inferior, y que parte de los 29.990 euros. Ebro, afirma que, como precio de lanzamiento, mantendrá una línea similar al acabado más alto. Y todo ello con siete años de garantía.
Actualmente, Ebro cuenta con una red de treinta concesionarios oficial, y espera acabar en los cincuenta a finales del primer semestre. Además, cuenta con un almacén de recambios de Azuqueca de Henares, que facilita el suministro de las piezas en 24 horas.