La evolución de Seat comparando el 1400 de 1953 y el nuevo León
¿Cómo han cambiado los coches durante los 70 años de historia de Seat? La marca compara su primer vehículo, el 1400, con su última propuesta, el nuevo León
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En Seat están de celebración. Este año, la firma de Martorell cumple 70 años, siete décadas en los que ha formado parte de la historia española gracias a vehículos tan emblemáticos como el 1400 de 1953, su primer vehículo, el 600, el 127 o los más modernos León, Ibiza y Ateca. Como la sociedad y todo el país, Seat ha evolucionado desde que el primer 1400 saliera de su fábrica de la Zona Franca de Barcelona. Desde entonces, sus coches, que democratizaron el vehículo privado en España, se han adaptado a las necesidades de los clientes para ser siempre una referencia en el mercado.
La compañía, para celebrar sus 70 años, ha comparado el 1400, una berlina de inspiración norteamericana que buscaba la elegancia, con el nuevo León, el que aseguran que es "su coche más avanzado hasta la fecha".
Diseño exterior
Las diferencias estéticas entre el primer vehículo de Seat y el último coche que han presentado son evidentes y no pasan solo por el segmento. Antaño, al conductor le gustaban los detalles cromados, los faros redondos y una diseño sobrio y elegante. Ahora, el León presenta unas formas mucho más funcionales, garantizando tanto una imagen atractiva como una mayor eficiencia aerodinámica. En el frontal destacan sus líneas esculpidas y sus entradas de aire a ambos lados del paragolpes.En cuanto a los grupos ópticos, se abandonan las formas circulares delante para apostar por nuevas propuestas más creativas y a la tecnología LED. En la trasera, el 1400 contaba con diminutos faros redondos que han dejado paso a una de las características más distintivas del nuevo León, sus faros unidos por un haz de luz que recorre el portón del maletero, también con tecnología LED. La luneta trasera es ahora mucho más grande y funcional mientras que los maleteros alargados han desaparecido.
De perfil el cambio de concepto también es obvio. Mientras el 1400 era una berlina elegante, de ruedas pequeñas y una silueta descendente, el nuevo León es un coche de líneas fluidas que le aportan dinamismo y sensación de movimiento. Características como el pilar A, inclinado hacia atrás en el León y mucho más vertical en el 1400, o el cambio de los tapacubos cromados a llantas de aleación y neumáticos de perfiles más bajos son diferencias clave que demuestran la evolución del diseño. De perfil destaca también la antena, enorme y sobre el paso de rueda delantero izquierdo en el 1400. En el nuevo León, además de la del techo, pequeña y en forma de aleta de tiburón, tiene 15 más repartidas por el coche para no solo captar las emisoras de radio, sino también, entre otras funciones, garantizar la conexión a Internet.
Habitáculo, maletero y tecnología
Si en el exterior las diferencias son llamativas, en el interior lo son incluso más. Empezando por los asientos, el 1400 disponía de dos banquetas que proporcionaban mucho espacio para sus ocupantes. No obstante, las necesidades de seguridad y transformado el interior del vehículo hasta lo que es hoy, con asientos individuales para todos los ocupantes, incluidos los traseros.Ya al volante, las el contraste es evidente. El salpicadero del 1400 estaba dominado por un cuadro de instrumentos analógico con una información mínima, algo muy distinto al nuevo cuadro de instrumentos digital del León, que se complementa con la pantalla táctil en el centro del habitáculo para gestionar el sistema de infoentretenimiento conectado a Internet, sistemas impensables cuando la radio del 1400 era considerada tecnología avanzada en la época. Precisamente, el volante era antes un sencillo aro con dos radios, un concepto muy alejado de los actuales, más ergonómicos y con controles para gestionar muchas de las citadas funciones del vehículo.
Aunque pueda parecer el elemento más clásico en los coches manuales, incluso la palanca de cambios es muy diferente ahora en comparación con los vehículos clásicos. El 1400 la tenía montada sobre la columna de dirección tras el volante. Ahora, las variantes manuales del león poseen la palanca en el centro del habitáculo, mientras que las automáticas cuentan con la transmisión DSG del Grupo Volkswagen y un pequeño selector de marcha también en la consola central.
Quizás el maletero es lo más parecido del León actual con el 1400 clásico, pero ni siquiera este elemento está exento de variaciones. Antes los maleteros eran muy grandes por necesidad, ya que debían alojar la rueda de repuesto y el tapón de acceso del depósito. Eran maleteros poco prácticos, hecho que ha cambiado gracias a la optimización del espacio, con pisos más profundos y mediante la modularidad de los asientos posteriores, que permite aumentar la capacidad de carga.
Motores
Por supuesto, la propuesta mecánica actual es muy distinta la que ofrecía a mediados del siglo pasado el Seat 1400. Mientras el nuevo León cuenta con una oferta mecánica que lo comprende todo, desde la gasolina hasta la hibridación enchufable, pasando por el gas, el diésel y la microhibridación, todo con distintos niveles de potencia, su antepasado solo podía montar un motor de cuatro cilindros y 1.4 litros de 44 CV de potencia con el que podía circular a un máximo de 125 km/h consumiendo más de 10 litros cada 100 kilómetros.